Era el año 120 dc, la familia real, acompañaba a la familia Velaryon quien se despedía de su única hija Laena Velaryon.
Shaenys Targaryen, segunda hija del rey Viserys Targaryen y primer hija de la reina y segunda esposa del Rey Alicent Hightower, se encontraba junto a su hermano dos años menor y primer hijo varón (vivo) del rey, Aegon Targaryen en la habitación de este preparándole un brebaje para calmar su embriaguez y que su madre no lo descubra así, hasta que ambos peliblancos son llamados por la reina al salón principal. Cuando la princesa pregunta que pasó, el caballero le dice que el príncipe Aemond, su segundo hermano, perdió un ojo por culpa del príncipe Lucerys, segundo hijo de su media hermana mayor y heredera al trono, Rhaenyra Targaryen.
Al llegar al lugar la princesa corre a ver a su hermanito, y ve al maestre cociendo su ojo, escucha a su madre cuestionando a su hermano, pero ella solo se centra en Aemond ignorando todo lo demás.
- Tranquilo pequeño dragón, ya estoy aquí, todo estará bien. - Le susurra.
- Ahora tengo un dragón propio Shae, ahora podremos volar juntos. - le responde el niño con una sonrisa que se borra enseguida al causarle dolor.
- Te prepararé algo para el dolor ¿Esta bien?
- Gracias Shae.
Mientras los hermanos hablaban entra en el salón la princesa Rhaenyra y todo se vuelve un caos, los niños comienzan a gritar acusándome unos a otros, después las madres discuten que hijo fue el agresor y cual el agredido y al final todo termina con la reina Alicent perdiendo la cabeza y atacando a la heredera e hiriéndola con una daga Valyria.
A la noche siguiente Leanor Velaryon hijo de Lord Corlys Velaryon y la princesa Rhaenys Targaryen, esposo de la princesa Rhaenyra Targaryen es encontrado muerto en el salón principal, calcinado hasta los huesos y solo es reconocido como el heredero de Marcaderiva por las joyas encontradas en el cadáver. Mientras todos en el lugar estaban inmerso en este suceso, la princesa Shaenys se encontraba desmayada en suelo de su habitación con un fuerte golpe en su cabeza que sangraba lentamente, producto de la ira de su madre.
Poco a poco la princesa va recobrando la consciencia. Mareada y sin fuerzas hace lo posible por levantarse, cuando lo logra limpia la sangre del suelo y se limpia a sí misma, cose su propia herida y se prepara para volver a Desembarco del Rey junto a su familia.
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Shaenys se encontraba metida en su bañera sumergida en agua fría y sucia con su propia sangre. Había pasado un mes desde lo sucedido en Marcaderiva y su madre estaba enojada, porque su hermano seguía sin seguir sus ordenes de prepararse para ser rey, y el rey protegía a su primogénita a quien mandó a pasar su luto a Rocadragon. Esto desencadenó la furia de Alicent, ya que la princesa no recibió castigo alguno por "matar" a su esposo, y tampoco fue casada nuevamente, o destituida de su herencia como futura reina. Y como no podía hacer nada en contra de su mayor enemiga, pues se desquitaba con el fenómeno y vergüenza que tenía de hija.
Shaenys le preguntaba a los Dioses por qué la hicieron así, la princesa era intersexual, es decir, poseia los órganos sexuales tanto de hombres como mujeres, en este caso, su órgano sexual principal era el masculino, tenía miembro viril, y sus caracteres sexuales secundarios eran femeninos, tenía pechos, poco bello corporal, voz suave y rasgos femeninos en rostro y cuerpo. Cuando nació y todos vieron que eran un varón Alicent se alegro de poder darle un heredero hombre al rey, cosa que siempre quiso, pero a medidas que el "príncipe" creció sus rasgos femeninos se hicieron notorios y para la reina y su padre esto la volvió una aberración y castigo de los Dioses. Sin embargo el rey Viserys quedó encantado con su hija, para el ella era un regalo de los Dioses, le mandó a hacer ropa adecuada para ella, jamás la obligó a usar vestidos, le permitió seguir su entrenamiento en combate, pero ahora el Lord Comandante de la Guardia Real le enseñaba, además de llevarla con el a su habitación para juntos tallar la madera, leer y estudiar.
Esa misma tarde la princesa se vería con su padre, su ánimo esa día era más lúgubre que los anteriores, ya no tenía fuerzas en su cuerpo para mantenerse en pie, y su vista generalmente era borrosa. Estaba más flaca y sus ojeras eran muy pronunciadas, su piel más pálida que de costumbre dentro de sus rasgos naturales. Su padre al verla así siente una opresión un su pecho, ve el temblor en sus manos al tomar las herramientas para tallar la madera y con delicadeza se las quita para que no se lastime.
- ¿Que es lo tanto te aqueja, mi pequeña dragón? - Le pregunta con notoria preocupación.
- No es nada padre, no se preocupe por mí. - Susurra la princesa dándole una pequeña sonrisa a su padre para tranquilizarlo, pero el rey ve que su hija no está pasando un buen momento, que algo malo le sucede y por alguna razón no quiere decirle.
- Sabes, desde que Balerion murió, no volví a montar a un dragón, y escuché por ahí por qué cierta princesa, no diré su nombre, logró reclamar a Vermithor, el dragón de mi abuelo. - Los ojos de la princesa se abrieron exorbitantemente ante lo que escuchaba, pues solo su hermano Aegon sabía que ella montaba al dragón del difunto rey Jaehaerys y tenia miedo de que su padre la castigara severamente. - me gustaría volver a volar, y si es junto a mí hija mejor. ¿Que decís? ¿Me dejas volar contigo en Vermithor? - le pregunta Viserys a su hija con una sonrisa, a Shaenys se lo ilumina el rostro al escuchar a su padre, ni siquiera con Rhaenyra voló en los lomos de Syrax, y eso que la heredera era su favorita. Con entusiasmo la princesa asintió y se levantó rápidamente con sus fuerzas renovadas tomando las manos de su padre para sacarlo a rastras del castillo y llevarlo con su dragón.
Alicent y Otto Hightower se encontraban en la torre de la Mano confabulado en contra del rey y la heredera cuando por la ventana ven a la princesa Shaenys y el rey Viserys volando en enorme dragón que Otto conoce muy bien. Este hecho deja mudo a ambos Hightower y no solo a ellos si no todos aquellos que los vieron pasar.
Al anochecer después de la cena la princesa cae dormida sobre la mesa juntó a su padre y este le pide a su comandante que la recuesté en su cama, mientras la ve dormir piensa en lo que su pequeña está sufriendo y como tratar de arreglarlo y solo se le ocurre una idea, que involucra a su hija mayor, y que sabe que no será para nada del agrado de su esposa, más eso no le importa, si puede hacer algo por sus hijas el lo hará.
