capitulo 10

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     Las cosas cambiaron drásticamente en Rocadragon desde que la joven princesa le contó a la heredera sobre su hijo, y la casi mutilación que sufrió en sus genitales. El vínculo que tanto deseaba formar Rhaenyra se estaba comenzando a crear, Shaenys se sentía cada vez más a gusto con su media hermana. Ahora trabajaban las dos juntas administrando el castillo, la joven tenía curiosidad por todo y eso causaba mucha ternura en la mayor. Además de su inteligencia y su aprendizaje rápido.

     Una cosa que Rhaenyra venía notando de su hermana, y que este último tiempo pudo verlo mejor es su actitud, es que Shaenys es una niña metida en el cuerpo de un adulto, y por eso las cosas de adultos las experimenta de forma diferente. Se llevan mejor con los niños que los grandes, y suele tener miedo de casi todo. Se asombra por cada cosa que ve o escucha. Pide permiso para realizar cualquier actividad, entre tantas otras. Ve el mundo con ojos inocentes todavía, a pesar de todo el sufrimiento por el que paso. 

     El vientre de Rhaenyra, ya era casi imposible de ocultar y la heredera lo sabia. Estaba cada vez más cerca de dar a luz. Shaenys se notaba ansiosa por ello, y no se despegaba de su esposa en ningún momento. No la dejaba hacer ningún tipo de trabajo forzoso, controlaba los alimentos que consumía, y cuando Rhaenyra soltaba alguna queja, le preguntaba si el bebe ya venia. Todo esto le daba a gracia a la mayor, que veía con ternura a su esposa y la dejaba que la cuide  como quería, pues la menor hacía su mejor esfuerzo y para la futura reina, eso valía mucho.

       Esa tarde se encontraban las dos en la biblioteca leyendo, Rhaenyra buscaba algo que le hablara sobre el sueño de Aegon, que le contó su padre y Shaenys leía un cuento. En eso Rhaenyra siente un fuerte dolor en su vientre, que llama la atención de la princesa menor.

    - ¿Estas bien? - Le pregunta Shaenys colocándose a su lado, y tocando su abultado vientre.

     - Si, es solo el bebe que me dio una patada muy fuerte. Quédate tranquila. - Le responde la mayor acariciando se mano.

     - Oiga, pequeño dragón, no patees muy fuerte a tu mamá que le vas a dañar algún órgano. - Le habla la menor al bebe, arrodillada entre las piernas de la mayor, que la mira con ternura. En eso Rhaenyra siente otra patada del niño. - ¿Se movió otra vez? - Le pregunta.

     - Si, esta un poco inquieto hoy. - Le responde Rhaenyra.

     - ¿Como sabes que es niño? ¿Y si es niña? - Le pregunta Shaenys haciéndole caricias esperando menguar su dolor.

     - No lo se, solo lo presiento. - Le responde la mayor acariciando su cabello.

     - Si vos lo decís. - Dice la menor alzando los hombros. Después apoya su cabeza sobre la panza de su esposa y comienza a susurrar una canción en valyrio.

     - ¿Donde aprendiste esa canción? - Le pregunta Rhaenyra.

     - Papá me la cantaba cuando era pequeña y tenia pesadillas. - Le cuenta.

     - Lograste que se quede tranquilo. - Dice con alivio Rhaenyra, al sentir que su hijo ya no se mueve tan bruscamente.

     - Cuando  Aaron todavía estaba en el vientre de Layla, le gustaba que le cante esta canción. Ese niño era muy inquieto, y daba patadas fuertes. Supuse que a tu hijo tambien le gustaría. - Le responde la mano. Rhaenyra la mira con tristeza, sigue sin entender, como Alicent pudo hacerle tanto daño a Shaenys. Como puede albergar tanta maldad en su corazón.

     Pasaron algunas horas y Rhaenyra tuvo que recostarse por el bebe ya no le permitía concentrarse en sus deberes. Shaenys, que se había ido a entrenar en ese momento, fue llamada con urgencia por la heredera. Al llegar a la habitación, encuentra a su esposa en camisón, transpirada, quejándose de los dolores, a su lado estaba el maestre, tocando su vientre, y la partera, junto a Elinda, se encontraban preparando unas cosas.

     - ¿Que pasa? - Pregunta con miedo la menor ingresando despacio, viendo hacía todos lados. - ¿Que le van a hacer a la princesa? - Su cuerpo tiembla con más fuerza a medida que se acerca a su esposa.

     - Cielo, tranquila, ¿Si? - Le dice Rhaenyra respirando con dificultad. - No sucede nada malo... AGG... UFF UFFF. Es solo bebe... parece que ya viene. - Le dice con dolor.

     - La princesa no rompió bolsa todavía, pero pronto lo hará. El bebe ya esta acomodado para salir. - Le explica Gerardys, levantándose de la cama.

     - Y... ¿Yo que hago? - Pregunta la menor nerviosa, Rhaenyra le hace una seña con la mano para que se acerque.

     - Quédate conmigo ¿Si? - Le dice y Shaenys asiente reiteradamente con la cabeza.

     - ¿Queres que te cante alguna canción? - Le pregunta despues de sacarse sus botas y recostarse a su lado, para que Rhaenyra se apoye sobre ella, y asi poder abrazarla y darle caricias para calmar su dolor. Los presentes veían a la joven con mucha ternura, podían ver el miedo en sus ojos, al no entender que es lo que sucede, y la inocencia con la hizo la pregunta.

     - Por favor.. mmmm... me gustaría mucho. - Le responde Rhaenyra. 

     Las doncellas en la habitación miraban a las princesas con ternura. Mientras Shaenys cantaba, con su mano derecha acariciaba el vientre de se esposa, y con su mano izquierda su cabello. Rhaenyra estaba recostada sobre el hombro izquierdo de la menor, con los ojos cerrados y su mano sobre la de esposa en su su vientre.

     Los dolores disminuyeron, aunque las contracciones continuaban, definitivamente a su hijo le gustaba que Shaenys le cante. Cuando termino, el bebe dio otra patada fuerte, haciendo reír a la menor.

     - Es un niño caprichoso. - Dice con una sonrisa. - Pequeño dragon si no volves a hacer eso, yo sigo cantando ¿Entendido? - Le pregunta al bebe, y este se mueve con suavidad, junto donde esta el rostro de la menor.

     Así pasaron las horas, hasta llegar a bien entrada la noche, que Rhaenyra siente como un liquido moja su entre pierna, despues de una fuerte contracción y mira a su esposa. Shaenys mete su mano dentro del camisón y al sacarla, sus dedos estan mojados con sangre.

      - Ya viene...

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