POV VIOLETA
Día 1 - Concentración
Chiara se encontraba acostada en la cama del hotel. Violeta leía en el balcón. El celular de Violeta sonó, una notificación apareció en su pantalla.
Rod
¿Ya elegiste a tu abridor?
Violeta volvió a bloquear su celular, se puso de pie y caminó hacía la cama, sentándose al lado de donde Chiara dormía.
– Kiki... –
No parecía despertar de su sueño. Violeta la miraba con ternura, como si fuera el ser más delicado del mundo. Comenzó a acariciar su cabello mientras sus ojos recorrían cada centímetro de su cara.
– Chiara... –
Chiara despertaba poco a poco, comenzó a estirarse mientras miraba a la persona a su lado.
– ¿Qué pasa? – Chiara preguntaba aún adormecida. – ¿Está todo bien?
– Nada, solo quería estar contigo. – dijo Violeta con una sonrisa de oreja a oreja.
Las mejillas de Chiara se pintaron de color rosado. Violeta dejó la cama y caminó hacía su maleta para sacar una caja roja.
– ¿Quieres jugar We Are Not Really Stranger? – Violeta comenzó a sacar las cartas de la caja y tomó asiento en la cama frente a Chiara.
– Claro... – dijo Chiara – pero yo elijo la primera carta.
– No lo haremos por niveles, simplemente lo que la suerte diga. – Violeta extendió las cartas sobre la cama, boca abajo, para no ver las preguntas. – Elige.
Chiara estaba pensativa, no tenía nada que esconder, pero debía admitir que le costaba trabajo abrirse con la gente, no estaba acostumbrada a mostrarse vulnerable. Tomó una carta y la volteó para leerla.
– ¿Qué cumplido crees que la gente me hace con más frecuencia? – Chiara alzó sus cejas con delicadeza esperando la respuesta a la pregunta.
– Buah, Kiki... que tus ojos son preciosos. –
Chiara sonríe al instante y se sonrojaba un poco, mirando al suelo.
– Supongo que... es mi turno, ¿verdad? – dijo Chiara moviendo su vista a las cartas.
Violeta tomó una carta y al leer la pregunta sonrió levemente.
– ¿Cómo describirías el sentimiento de estar enamorado en una palabra? – Violeta miró que Chiara estaba muy pensativa pero no la presionó a contestar.
– Vale. Uhm... ¿Puedo ser un poco cursi en esta respuesta? – preguntó Chiara un poco apenada.
– Siempre. –
– El sentimiento de estar enamorado... es como... sentir el sol bañando tu piel, con el viento acariciando tu pelo y con una luz brillando alrededor tuyo. En una palabra... Idílico. – Chiara miraba fijamente a Violeta. Su mirada viajaba por sus ojos, haciendo una pausa larga en su boca.
– Poeta... – Violeta río levemente.
– Ya sé, ya sé. Es un poco melodramático, pero simplemente... no sé, siento que es la mejor manera de hacerle justicia a ese sentimiento. – Chiara suspiró e hizo una pausa corta – I'm not Dylan Thomas or Patti Smith, you know... I'm just a modern idiot.
Violeta tomó las manos de Chiara por unos minutos, jugando con sus anillos y cambiándolos de dedo. Violeta se detiene para seguir el juego. Chiara voltea a verla confundida al notar que soltó sus manos.
– Bueno, tu turno. – dice Violeta con normalidad.
– Espera, ¿puedo pedirte algo? – preguntó Chiara con voz baja.
– Claro, lo que sea. –
– ¿Puedo seguir tomando tu mano mientras sigue el juego? – Chiara evitaba la mirada de Violeta, era claro que se sentía vulnerable al hacer esa pregunta.
Hubo un instante de duda en los ojos de Violeta, una lucha interna entre la cautela y el deseo. Finalmente, con un gesto tierno, entrelazó sus dedos con los de Chiara.
– Toma una carta. –
Chiara observó las cartas y tomó una, al leer la pregunta abrió sus ojos de manera sorpresiva.
– This is interesting... ¿Cuál es la parte más difícil de salir contigo? – Chiara enfocó toda su atención hacia la chica frente a ella.
– Well... Mi trabajo, el que no esté físicamente presente todo el tiempo con la otra persona. Ese ha sido el motivo de todas mis rupturas. – Violeta suspiró profundamente – Tal parece que es muy difícil ser fiel si no me tienen al lado.
Chiara apretó un poco la mano de Violeta que estaba entrelazada con la suya.
– Pero eso es tontísimo, es tu trabajo y es tu sueño. Quién verdaderamente te ama no te pondría en situaciones así. – Chiara sostuvo su mirada con la de Violeta, sin apartarse, como si el tiempo se detuviera a su alrededor. – No eran las personas correctas para ti, una persona te va a tratar bien aun cuando estés lejos, espero lo comprendas.
Violeta miraba sus manos entrelazadas con las de Chiara. Todo se sentía tan bien. Eso se sentía correcto.
– Una última pregunta. – Violeta tomó una carta. – ¿Estás enamorada en este momento?
Un silencio tensó la habitación, mientras su rostro mostraba el asombro ante la pregunta inesperada. Chiara se detuvo, reflexionando por un momento su respuesta.
– Sí. – Una sola palabra salió de la boca de Chiara.
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