CLEXA AU --MASS EFFECT 2 --

Capítulo 6

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La Armería y el Laboratorio de Investigación eran únicos en la SR-2 y estaban situados detrás del CIC.

El laboratorio, en el lado de estribor de la nave, estaba equipado con equipo de laboratorio donde se incluía una terminal desde la que Lexa podría utilizar los minerales para desarrollar todo tipo de mejoras, tanto para el equipo como para la propio nave, así como revisar las actualizaciones existentes.

Sin embargo, su acceso estaba restringido a falta de un científico especializado que trabajara en ello, como bien le informó SID cuando trató de acceder al laboratorio.

Por otra parte, la armería de la SR-2 disponía de las armas que ya habían sido adquiridas por cortesía del Hombre Ilusorio, así como de casilleros en los que se organizaba el armamento de la tripulación.

Jacob se encontraba dentro revisando su propio equipo.

— Comandante.

— ¿Qué pasa, Jacob? -preguntó ella de manera informal.

— La verdad es que no hemos tenido tiempo de sentarnos a hacer balance. Quiero decirte que trabajar contigo es una gran oportunidad de hacer algo importante. Es un privilegio servir en la Normandía, comandante.

— Puede que cambies de opinión si acabamos como la Normandía original -respondió Lexa.

No pretendía ser una quejica, pero era justo recordar cómo había llegado hasta allí.

— Mientras el Hombre Ilusorio haga lo que dice, y tu hagas lo mismo, me esforzaré al máximo para que tengamos éxito. Esa ha sido mi condición para servir hasta ahora. Tengo problemas con algunas acciones que Cerberus ha realizado en el pasado -agregó con una mueca, esperando que las cosas fueran diferentes con Lexa.

— ¿Qué ha hecho Cerberus para que te ponga tan nervioso?

— Mucho. Se les tacha de terroristas, y con razón. Dudo que puedas encontrar un pasado más accidentado. Pero si la amenaza de los recolectores es real y hacemos algo al respecto, se recordará a Cerberus de otra manera. O nos juzgarán y nos ejecutarán. No se puede contar con que la gente se lo piense tanto como yo -respondió, cruzándose de brazos.

— ¿No crees que la amenaza de los recolectores pueda ser real?

Lexa entornó los ojos. Ambos habían estado en Progreso de la Libertad y habían visto las imágenes que Veetor había grabado. Ella no tenía duda de la fidelidad de dichas imágenes, sin embargo, tampoco creía que los recolectores fueran la auténtica amenaza. Alguien estaba detrás de los ataques y no podía pensar en nadie más que en los Segadores.

En esta ocasión tendría que darle la razón al Hombre Ilusorio. Después de acabar con el Soberano era prudente pensar que los Segadores no se detendrían y que encontrarían la manera de volver del Espacio Oscuro para acabar con su misión, ya fuese con ayuda de los recolectores o de cualquier agente al que hubiesen adoctrinado.

— No es que no crea que sea real. Únicamente intento averiguar cuál es la verdadera amenaza. El peligro en sí no me importa. Es solo que necesito un objetivo claro.

— Averiguaremos para quienes trabajan los recolectores. ¿Qué opinas del estado de la tripulación? -continuó la comandante.

— La dotación no está completa. No tenemos ninguna posibilidad sin los especialistas adecuados de nuestro lado -Jacob fue totalmente sincero.

— Nos ocuparemos de ello -aseguró Lexa, confiando en que conseguiría que los candidatos del Hombre Ilusorio se unieran al equipo — Tengo entendido que la montaste bien antes de irte de la Alianza.