CLEXA AU --MASS EFFECT 2 --

Capítulo 7.

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Lexa no había dejado de pensar en Clarke ni un solo segundo después de que despertara y descubriese que oficialmente había estado muerta.

Le preocupaba cómo habría sobrellevado su muerte o cómo se habría sentido en su ausencia, especialmente después de hablar con Tali, quien había asegurado que Clarke desde entonces no era la misma persona.

Para ella solo había sido un abrir y cerrar de ojos, pero para Clarke habían pasado dos largos años en los que podría haber vivido toda clase de experiencias.

Su conversación con Miranda tampoco había mejorado su estado de ánimo. Ahora no podía dejar de darle vueltas a la razón por la que Clarke habría decidido contactar con la organización. En una situación como ésta, habría sido de esperar que la asari hubiese recuperado su cuerpo para oficiar un funeral, en lugar de entregárselo a Cerberus.

A pesar de que no le gustaba la organización y no se fiaba del hombre ilusorio, no la odiaba por ello. Más bien sentía todo lo contrario, ya que si no hubiese sido por ella, quizás Cerberus no habría podido devolverla a la vida y darle la oportunidad de continuar. Sin embargo, había algo en aquella ecuación que no encajaba del todo.

Apenas conocía a Miranda, pero estaba segura de que ella no había mentido cuando afirmaba que Clarke no tenía ni idea sobre los planes que Cerberus tenía reservados para ella. Pero entonces ¿por qué tomaría la decisión de entregarles su cuerpo? ¿Créditos?

En su recuerdo, Clarke era una persona desinteresada, por lo que no creía que hubiese actuado solo por dinero.

Decidió no darle más vueltas al asunto cuando Raven le informó de que habían alcanzado la Nebulosa de Omega.

Ahora era imperativo concentrarse en la misión. Cuanto antes reclutaran al profesor Solus y localizaran a Arcángel, antes podrían seguirle la pista a los recolectores y centrarse en buscar a la única que podría resolver todas esas dudas.

— Omega es una estación espacial construida en el cascarón de un asteroide metálico -informó la piloto.

Lexa bajó los brazos y dirigió su mirada hacia el parabrisas de proa de la cabina.

—Parece una medusa gigante -dijo no pudiendo evitar la comparación.

La estación flotaba en el espacio como lo haría una medusa en su hábitat natural. Estaba compuesta por una cabeza de la que sobresalían unos filamentos luminiscentes y un largo tentáculo central. Y el gran tráfico de naves a su alrededor parecía la carnaza de la que ésta se alimentaba continuamente.

— Es mucho más que eso, comandante. Ha sido refugio de criminales, terroristas e inconformistas durante miles de años. A veces la estación permanece inactiva o abandonada durante siglos hasta que un nuevo grupo de fugitivos la reactiva para comenzar de nuevo.

— Actualmente ¿De cuánta población estamos hablando?

— Cuenta con 7.8 millones de habitantes de las más variadas especies.

— 7, 8 millones son demasiados habitantes -sopesó ella, considerando que quizás localizar a Arcángel y al profesor no resultaría una tarea tan sencilla.

— ¡Ni que lo digas! -exclamó Raven con una mueca — Es descrita como la oscura y retorcida contraparte de La Ciudadela en los Sistemas de Terminus. El elegante diseño original de la estación espacial ha dado paso a una expansión caótica, debido a las facciones en pugna de toda especie conocida. Omega carece de un gobierno central o de una autoridad que la unifique y nadie alcanza a recordar un tiempo en el que los hubiera.