Diversión doméstica

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Jungkook sintió la risa burbujear en el medio de su pecho y sin restricciones, la dejó salir. Genuino y verdaderamente divertido con el espectáculo que Jimin estaba brindándole a la distancia.

Su cabeza se sacudió con incredulidad y él procedió a vaciar el poco contenido que su botella de agua tenía. Agradecido con el frío líquido que acarició su garganta.

Jimin a cuatro metros suyo se rió también, no podía escucharlo a causa de la música pero la mueca alegre en su cara se lo decía todo. Estaba teniendo un buen rato. Y notarlo le contentó por alguna razón.

Cuando sus miradas se encontraron, la extensa sonrisa del pelinegro se amansó. Reduciéndose a un gesto ladino y visible. El mestizo pestañeó en su dirección mientras que sus manos se sujetaban del alargado tubo cilíndrico, la música que lo envolvía era lo suficientemente lenta como para que sus movimientos torpes puedan amoldarse a ella.

Y si bien él sabía y reconocía que el pelinegro era bueno bailando, en ese preciso instante y en aquel espacio, no se le estaba dando muy bien. De vez en cuando trastabillaba con sus propios pies y sus giros entorno al tubo parecían causarle mareos.

En cambio la mujer a su lado, era hábil. Sus movimientos estaban coordinados a la perfección con los tiempos de la música extranjera. La fluidez en sus transiciones entre paso y paso, era impresionante. Y sus caderas se contoneaban con una sensualidad orgánica. Incluso las personas alrededor de ellos lucían encantados, hechizados por esa dama de corta cabellera. Por sus gritos y silbidos animados podía concluirlo. Era notorio.

Sus ojos volvieron donde el mestizo y éste le recibió con una sonrisa torcida. Una muy suya que extrañamente era incompatible con la forma entornada con la cual su mirada le enfocaba. Ese detalle le hizo ladear el rostro.

Pero el cambio de música lo distrajo como a todos los demás. Seguía siendo una pista americana, sólo que ahora más lenta y con sus tiempos marcados en comparación a la anterior.

Ambos participantes sobre aquel reducido escenario se detuvieron, intentando procesar el nuevo ritmo. El noble notó que del par, la chica fue rápida al recomponerse. Jimin tardó unos segundos en hacerlo pero aún así su vigor se mantuvo. Y tan pronto comenzó a moverse, pareció más determinado. La torpeza seguía acompañándolo pero en menor medida.

Jungkook observó cada uno de sus movimientos con atención, su seriedad atrapándolo. Era hipnótico verlo descender, pasando a estar en cuclillas. Sus piernas se abrieron lentamente mientras que la parte superior de su cuerpo seguía moviéndose. La oscura cabellera del mestizo caía sobre sus ojos y hacía de su apariencia una tentación atrayente. No sólo para él, sino para otros espectadores. Imagen que se reforzó apenas sus manos se deslizaron por la parte interna de sus muslos. Acariciándose con astucia calculada.

Sus manos subieron y subieron, arrastrándose por el material de su camisa. Pasaron de su abdomen a su pecho, para luego tocar su esternón descubierto con su mano izquierda. Sus dedos se sintieron y Jungkook contuvo la respiración cuando Jimin acarició su cuello expuesto. Los alaridos emocionados aumentaron enseguida reveló un poco más de piel por unos efímeros segundos. Y el castaño sintió su garganta secarse cuando el pelinegro se enderezó con lentitud, sosteniéndose del tubo. Una vez derecho, dio un giro alrededor del caño, sus caderas estaban en sintonía con sus ademanes gráciles. Y al verlo detenerse, su corazón se retorció en una necesidad oscura en el momento que su pequeña criatura hizo el amague de lamer el tubo para seguidamente balancear su cuerpo en una onda definida.

Los espectadores enloquecieron y redujeron la distancia aún más, en un acto desesperado por tocar y ser partícipes del envolvente espectáculo de alguna forma posible. Notando la incomodidad que la situación parecía estar causándole al mestizo, el noble se levantó de su asiento y se encaminó en su dirección. Algunos cuerpos los tuvo que pasar con brusquedad. Estaban demasiado ensimismados para escuchar sus palabras que solicitaban permiso.

bloodiest 𐙚 kookmin.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora