Jungkook se sentía inquieto y sin importar la superficie en la que estuvieran, sus dedos no dejaban de repiquetear. A veces con moderación y otras con una intensidad reveladora. Era obvio para todos que no estaba enfocado.
Y para cuando su reunión terminó, fue el primero en irse. Nunca lo hacía con tanta prisa.
A sus espaldas podía escuchar los pasos de sus amigos seguirlo, sus murmullos sobre qué estaba mal con él últimamente eran, aparte de indiscretos, demasiado altos. No dudaba de que incluso fueran deliberados a sabiendas de que podía escucharlos.
Pero él hizo lo que se le daba mejor, ignorarlos.
Su andar no perdió velocidad, sin embargo, sus amigos no se quedaron atrás y alcanzaron a meterse al elevador. Ninguno dijo nada y el corto tramo se sintió extenso. Y al castaño no le sorprendió que cuando el aparato se detuvo en su piso, ellos continuaran detrás suyo. Casi sintió una sensación de déjà vu con toda esa situación, sólo que allí faltaba Taehyung.
Al ocupar su asiento, escuchó su puerta cerrarse y como del par, uno carraspeaba su garganta, preparándose para hablar. El tiempo se sintió suspendido cuando Seokjin se pronunció.
—¿Por qué estás tan distraído estos días? ¿Qué sucedió?
Su tono fue suave, el deseo por comprender amansado en un intento por no escucharse demasiado agresivo.
—¿Por qué suponen que me pasó algo? —preguntó de regreso, con su mirada alzándose unos segundos.
—No hay que ser muy listos —dijo Yoongi—. Tu cabeza está en cualquier lado y tu ceño lleva fruncido días, lo que hace obvio que algo pasó.
Jungkook tomó aquel dato y se recordó que debía concentrarse en relajar su expresión de alguna manera. Pero las ideas seguían dando vuelta en su mente como si no tuvieran fin que hacían de esa actividad una imposible. No podía enfocarse en nada más o siquiera fingir que lo estaba. Y vamos, si él pensaba en lo ocurrido como algo que tarde o temprano pasaría, su indiferencia natural podría llegar a calmarlo. Deshaciéndose de la duda, en efecto lo haría; se calmaría. Sólo tenía que pensar en ello como algo lógico, desmembrar cada parte con frialdad y cautela. Despejándose de lo emocional e incluso de a quién había "atacado".
Eran una especie de depredadores, en su naturaleza estaba hacer lo que él, con eso presente debería sentirse tranquilo. Pero he allí el problema, no lo estaba. No quería apagar sus emociones y simplemente ver aquello como algo que debió ocurrir, y si Jimin quería dejarlo sin darle lugar a una explicación, que lo hiciera.
Él quería ahogarse en su innegable frustración personal y exasperarse con su garrafal incompetencia. Esas ardientes sensaciones lo ayudaban a sentirse como algo más que sólo una criatura de sangre fría y que había sido concebida para ver vidas crearse y partir en un bucle irrompible.
Sentirse de esa manera no le generaba consuelo alguno, pero era mejor que sepultar todo bajo grandes y naturales capas de indiferencia.
—¿Tiene que ver con Jimin?
Con lentitud sus ojos se alzaron y correspondieron la mirada de Seokjin. Se veía impaciente pero al mismo tiempo, la determinación por querer llegar al fondo estaba allí. Y a pesar de que le hubiera preguntado, en sus ojos no había espacio a la duda, él estaba completamente seguro que su estado, de alguna forma u otra, se debía a causa del mestizo no presente.
Lo que era cierto pero no tenía ganas de compartir, y esta vez no se debía a su renuencia usual. Para nada. Tenía razones válidas y lógicas.
A Yoongi, Jimin no le caía mal pero tampoco bien. Casi podía afirmar que sus sentimientos para el vampiro eran la mayoría del tiempo desinteresados. Lo toleraba pero no pasaba a un interés más profundo que ese.
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bloodiest 𐙚 kookmin.
RomanceSu relación había empezado de manera precipitada, sido un poco desordenada y explosiva desde el principio. Para algunos fue inesperada, para otros, la anticipaban. Y quienes la conformaron, nunca repararon en ello. Sólo sabían que fue intensa, como...