Capítulo XIV

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*Flashback*
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(Desde el punto de vista de Adeline)

La oscuridad de la noche y el completo silencio en las calles creaba una atmósfera siniestra y atemorizante. A pesar de que conocía bien las calles se me hacía un poco difícil manejar a través de ellas. Cada diez segundos no paraba de mirar a mi pistola ubicada en un pequeño compartimento de la puerta de a mi lado. No sabía por qué, pero verla me daba un sentimiento de seguridad; esperaba lo peor.

Una luz roja me detuvo faltando unas cuantas cuadras para llegar al hospital. Pero no podía ver a ni una sola persona en la calle. Dude en si pasar la luz roja. Volteé y vi a Lysa respirando con las pocas fuerzas que le quedaba, luego volví a mirar al semáforo. 'Una ambulancia no dudaría en pasar...' -Pensé.
Así que pisé el acelerador y arranqué a toda velocidad cuando de la nada vi a una persona empezar a cruzar la pista justo frente a mí.
Pisé los frenos con toda mi fuerza y logré detenerme justa a un metro del transeúnte.
Me acomodé en mi asiento y exhalé aliviada al ver que me encontraba bien. Pero la persona no avanzaba, se había quedado parada en medio de la pista, inmóvil por completo. Tragué saliva y tomé de inmediato con una mano mi pistola.
"Vamos ¿qué esperas?" - Dije en voz baja. "Muévete..."

No sabía que hacer en ese entonces. El hecho de que la persona se haya quedado parada a mitad de la pista era un comportamiento extraño. '¿Qué rayos le sucede?'
De repente la persona volteó su cabeza lentamente hacia mí hasta fijar su mirada directamente en mí, mi corazón saltó. La persona era un señor de aproximadamente cuarenta años vestido en terno, pero su mirada era absolutamente penetrante. Algo había en sus ojos, algo diferente, los tenía fijos en mí pero a la vez estaban perdidos, como si no hubiese un alma tras ellos.
'Vamos, no lo hagas tan larga.' Dije mientras le quitaba el segura a mi pistola. '¿Qué te sucede?'

Entonces el señor volteó y siguió su camino, yo me quedé confundida. pero solté un respiro de alivio. Le volví a meter el seguro a mi pistola cuándo la luz del semáforo cambió a verde.
"Resiste Lysa, ya no falta nada"- Dije en voz alta mientras empezaba a pisar el acelerador.
Miré por el espejo retrovisor a ver si la persona seguía en la pista y divisé a la persona tirada en el pavimento retorciéndose, haciendo movimientos bruscos hasta que se detuvo.
Volví mi mirada al volante tratando de olvidar lo que acababa de haber visto, mi piel escarapelada del susto. Así que aceleré lo más rápido que pude intentando sacar la imagen de mi cabeza.

Al llegar a las puertas del hospital me dirigí hacia la entrada de vehículos lo más rápido posible. La cual estaba cerrada por unas rejas. Pensé en pisar el acelerador lo más rápido posible e irrumpir la entrada, pero divisé una persona moviendo la mano desde dentro de la caseta de al costado como intentando llamarme la atención.

"Buenas noches señorita, ya no se encuentran doctores a esta hor-"
Frené la camioneta justo al lado de la caseta.- "¡Tengo una herida por bala, necesita atención urgente!" Exclamé.

El joven hizo una llamada rápida desde su teléfono y derrepente las rejas se empezaron a abrir.
"Diríjase al lado de emergencias, en el pabellón de la derecha, un grupo lo estará esperando ahí."- Me dijo.
Yo le asentí con la cabeza y me dirigí hacia donde me había indicado.

Al entrar al área de estacionamiento de emergencias pude ver en la entrada a un grupo de personas vestidas de blanco trayendo una camilla. El estacionamiento estaba vacío en casi su totalidad, lo cual me dejó maneobrar con mayor facilidad pero me dejó un aire de temor, estaba practicamente vacío este lugar.
Paré el auto y salí de mi asiento. Abrí la puerta donde Lysa se encontraba sentada y empecé a desabrocharle su cinturón de seguridad.
"¿Dónde estamos?" - Escuche a Lysa decirme suavemente.
"Llagamos al hospital Lysa, todo va ha estar bien, no te preocupes."- Le respondí dulcemente.
Me hice a un lado y dos enfermeras la pasaron del asiento a la camilla y una le colocó una mascarilla de oxígeno mientras la otra le empezaba a medir la presión.
Un señor alto con lentes se me acerco, al parecer era el cirujano, vestía una bata blanca.
"Llevenla directo al quirófano." Exclamó a las enfermeras. "Quiero sus signos vitales en cuanto llegue."
"Sí doctor". se escuchó en coro a las dos enfermeras.
"Buenas noches jovencita. Disculpe pero necesito hacerle unas preguntas primero ¿Su amiga ha presentado cuadros de tos constante?"- Me preguntó mientras se colocaba una mascarilla y sacaba una libreta con su lapicero. Ambos empezamos a caminar hacia el edificio.
'¡¿Tos!?'- Pensé yo. "N-No no lo creo doctor, ella ha recibido impactos de bala." Le respondí un poco confundida.
"Descuide nos encargaremos de eso, es solo que debemos tener siempre las precauciones en cuanto a la situación actual."- Me dijo mientras anotaba algo en su libreta.
"Gracias doctor"- le dije amablemente. Me sonrío y entró por la puerta de operaciones mientras lo escuchaba dar ordenes; "Quiero que detengan el sangrado de inmediato, traigan plaquetas para transferirle al igual que sangre de su tipo..." Hasta que ya no logré escuchar más.

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