Capítulo XV

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Salí devuelta a la sala de espera del hospital y me dirigí hacia la salida para la calle. Volteé para ver la hora; eran las 7:30 a.m. Respiré hondo y continué avanzando. La puerta se abrió por su cuenta cuándo di un paso cerca a esta. El aire me golpeó la cara. Frío y penetrante, hacía que mis cabellos ondearan libremente. Cerré los ojos y me detuve por un momento hasta que la fuerte bocanada de aire cesó. Volví a abrir mis ojos. Frente a mí tenía a el estacionamiento del área de emergencias, y el automóvil de mi padre estacionado a unos metros de mí.
-"Disculpe, ¿es usted la señorita Adeline?"- escuché a alguien decirme. Volteé hacia mi derecha y encontré a un guardia de seguridad parado a pocos metros de mí.
-"¡Ah! Sí, yo soy..."- le respondí asintiendo con mi cabeza algo sorprendida.
Él se acercó acerco hacia mí intentando entregarme algo.
-"Tenga."- Me dijo.
-"Muchas gracias...-" le respondí tomando las llaves de la camioneta.
El guardia se dio media vuelta y se dirigió devuelta a l costado de la puerta que dirigía a la sala de espera.
Caminé hasta la camioneta de mi padre en medio de una explanada vacia. Entré por el asiento del piloto y deje la taza y el abrigo que me habían dado como presentes en el asiento del copiloto. Inserté la llave para prender el motor. Al mismo tiempo bajé el parasol de mi asiento para verme en el espejo, pero al abrirlo, cayó un papel que terminó por aterrizar en mis piernas. Lo miré bien, tenía escrito 'Mayo 11, 2020'. Lo tomé y le di la vuelta. Era una fotografía de mi familia. Annie, mi madre y padre, conmigo juntos en nuestro primer día después de la mudanza a esta ciudad. La cara de mi hermanita, la sonrisa de mi madre y el calor que nos daba los brazos de mi padre me trajeron nostalgias.
Vi como una lágrima cayó sobre la fotografía para que al instante mis ojos se pusieran vidriosos.
-"P- Pa... te extraño"- dije mientras sollozaba y acariciaba la fotografía.
Tomé la fotografía con mis dos manos y la sostuve frente a mí. Luego la guardé delicadamente en uno de los gabinetes del auto. Trate de para el sollozo y me secaba las últimas lágrimas de mis ojos. Prendí el auto y coloqué ambas manos en el timón.
-"No te preocupes Lysa, los cuidaré..."- pronuncié mientras cambiaba a retroceso.

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-"Señor, ¿por qué paramos en el tercer piso?"- Me preguntó Annie mientras dirigía sus ojos hacia mí.
-"No es nada, solo quería ver algo, eso es todo."- Le respondí sonriéndole. -"Sígueme."- le dije mientras empecé a caminar fuera del ascensor hacia el tercer piso con cautela.
'¿Qué debo hacer?... Hay un cadáver junto a las escaleras que llevan al primer y segundo piso y si sigo bajando por el ascensor, igual tendré que pasar por uno de los cadáveres.' Miré devuelta a Annie, quien se encontraba alegre caminando con saltitos.
'Annie, le prometí a tu hermana que te iba a cuidar, ¿cómo pues te haría pasar por algo así? Pero, te prometí de que iríamos al parque... Rayos... En qué me he metido.'- Suspiré.

Llegamos a la escalera que nos llevaba al segundo piso.
-"Señor, ¿por qué no seguimos bajando por el ascensor?"- escuché a Annie decirme.
Intente buscar la mejor repuesta lo más rápido posible y se me ocurrió algo al último instante.
-"¿Annie te gustan los juegos?"- Al preguntarle esto, pude ver como abrió sus ojos de asombro.
-"S-Siiii."- me respondió mientras se inquietaba por su alegría.
-"Ok, entonces en esto consiste el juego..."

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-"Vamos Ethannick, respóndeme..."- repetía mientras marcaba devuelta el número de casa para realizar una llamada.
'No responde, ¡¿por qué!?'- pensaba. 'Tal vez esté dormido.... Sí, está dormido. Ha sido una noche pesada para él.'

Pero la ansias no me dejaban. 'Tengo que apresurarme...'

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-"¿Estás lista, entonces?"
-"Mhmm"- me asintió dulcemente con la cabeza.
-"Entonces, ¡arriba!"- dije mientras la cargaba sobre mi espalda. -"Pero recuerda nada de trampas."
-"Sin trampas."- repitió ella mientras cerraba sus ojitos. -"Pero señor, no me dijo cual iba ha ser mi premio si acertaba." Me dijo algo ansiosa.
-"Hey, ya verás..."- le respondí mientras tomaba sus pequeñas manos para que no pierda el equilibrio.
-"¿Listos? ¡Ya voy!"- Le dije mientras empezaba a bajar los escalones restantes para acabar en el primer piso.
-"¡Ya!"- dije a gran voz mientras daba mi primer paso en el primer piso.
Podía escuchar a Annie contar silenciosamente cada paso que daba. Hasta que pude sentir que mi siguiente paso creó un sonido diferente. No era el de la suela del zapato con el concreto. Me detuve y baje lentamente mi mirada. Tragué saliva al ver que era un charco de sangre que el cadáver del guardia había creado.
-"¿Señor todo esta bien? ¿¡Ya llegamos?!"- escuche a Annie decir pero al instante la interrumpí.
-"¡No! Aún falta, sólo quería tomar un descanso... Eso es todo."
-"Oh, entiendo..."- me respondió. "Me avisa ah."
Di otro paso mientras acomodaba a Annie sobre mis hombros. -"Sigamos. Sin trampas, eh..."
-"Ya lo sé, señor."- dijo Annie mientras me tomaba de la cabeza y la escuche reírse delicadamente.
Su risa peculiar y divertida infundía cierta calma en mí, pero al dirigir mi vista devuelta al cadáver el miedo volvió a apoderarse. No quería sentir más miedo, pero lo que sucedía alrededor me lo impedía, qué es lo que realmente está sucediendo.
'¿Qué estoy haciendo?...'- Pensaba mientras levantaba mi mirada hacia Annie.

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El semáforo me detuvo y yo miré mi reloj, eran las 7:43 a.m. Tomé mi celular y marqué el número de mi casa de nuevo.
-"Tengo una fuerte corazonada..."- susurré mientras comenzaba la llamada.
El teléfono timbró y timbró, pero no hubo respuesta. Suspiré de nuevo mientras enterraba mi cabeza sobre mis brazos situados en el timón. Levanté la mirada hacia mi celular y pulsé llamar otra vez lo dejé timbrar en el asiento del copiloto mientras pisaba el acelerador.
'Cuida de ellos por mí, ¿ok?.'- Las palabras de Lysa daban vueltas dentro de mí y era en lo único que podía pensar.

Un teléfono timbraba y timbraba en la sala de un apartamento. Un piso completamente desalojado, o al menos eso aparentaba ser. ¿El sonido que emitía no era suficientemente fuerte para ser captado?

Las ansias ya estaban apoderándose de mí, sentía como mis manos empezaban a sudar. Hasta que di un salto al sentir que mi celular ya no timbraba. Lo tomé sin quitar mi vista de la pista. ¡Me había respondido!

-"¡Ethanick! Perdón por haberte despertado, no lo quise hacer. Pero me tenías angustiada. ¿Cómo amaneciste?"- dije amablemente intentando ocultar mi angustia al mismo tiempo que colocaba mi celular sobre mi hombro.
-"Nó, no te preocupes... Todo está bajo control. Discúlpame mas bien."
-"¡Ah, qué bien! Y-y ¿cómo está Annie?"
-"¡Annie!... Ah.. Ella se encuentra bien."- escuché decirle. Aunque no me convenció del todo su declaración.
-"¿Ethannick no dormiste bien? Tu voz está algo ronca." Le respondí en medio de una pequeña risa.
-"Al parecer, sí."- lo escuché decir mientras soltaba una risa áspera.
-" Ya estoy llegando, no tardo mucho... Cuídate." Le dije mientras me acaloraba un poco. 'Creo que exageré un poco con la despedida.'- Me dije a mi misma mientras tomaba mi celular con una mano y leí: 'Fin de llamada'. -'Descuida Ethannick, Lysa está bien...'
'Espera... ¿Por qué no preguntó por Lysa? ¿Tan cansado debe estar? Qué extraño...

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-"¡Listo Annie! Ya puedes abrirlos."- Le dije al pasar las rejas del edificio. La baje de mis hombros y la puse delicadamente sobre la vereda.
-"¡Treinta y ocho!"- me dijo con una grande sonrisa en su rostro. -"Treinta y ocho pasos!".
-'¡Rayos, ¿cómo acertó?!'- Pensé asombrado.
-"¡Acertaste!"- le dije mientras empezaba a sonreírla.
-"Y ¿cuál es mi premio señor?"- me dijo alegre.
-"Bueno, ¡ya verás!." Le dije mientras empezaba a pensar en qué darle.
'Excelente Ethannick, ¿en qué te has metido?'

Me tomó de la mano y jalándome empezó a decir: "¡Es por aquí!"- me decía señalando con su mano en una dirección. -"¡Sígueme!".
Caminamos a lo largo de una extensa avenida. Yo siempre estuve alerta. Alerta a cualquier movimiento que pudiese ocurrir, pero todo estaba en calma, inmóvil. Tanta era la calma que ya me empezaba a atemorizar, ¿una ciudad fantasma? Imposible, es demasiado poco probable que toda la gente se haya ido en tan poco tiempo, tan solo me quedé fuera por 3 días. Continuamos caminando hasta que pude escuchar un sonido al fin, pero era uno que iba creciendo poco a poco. Miré a lo largo y no logré divisar nada. Con mi mano libre tomé el arma, pero no la saqué, no quería que Annie se asuste. Caminaba con mi mirada agudizada listo para cualquier cosa.

-"Señor, ¿Dónde están mi hermana y su amiga?..."- Escuché a Annie decirme algo entristecida. Yo volví en mí. La miré, estaba cabizbaja pero seguía andando.
Se me hizo un nudo en la garganta, no sabía que responderle. ¿Mentirle? Eso debía hacer, la verdad es demasiado cruda para ella. 'Ethannick, no estás mintiendo... Estás haciendo lo que Adeline te dijo, la estás cuidando.'

-"Se fueron a comprar algunas cosas, estarán en casa para cuando volvamos."- le dije.
'Eso espero..'- Pensé.
En medio de nuestra pequeña conversación sentí una bocanada de viento pasar por nosotros tras el zumbido del motor de un auto que se fue perdiendo en la distancia. Cuando volteé ya estaba perdido en la distancia. Me quedé pensando. ¿Lysa, pudiste hacer sido tú?.

-"Oh... Ok, gracias."- me respondió con un poco más de ánimo.
Me acomodé el cabello y seguí caminando.
-"¡Por aquí!"- me dijo acelerando el paso. -"Ya no falta mucho."
-"¡Claro!"- le respondí siguiéndola pero mirando en la dirección en que habíamos estado caminando. -"Te sigo Annie..."

Último AlientoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora