Capítulo IV

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Me dirigí con la mirada perdida y sin decir una sola palabra hacia la puerta de la habitación. No lo podía creer, no podía ser que estaba sucediendo de nuevo.
"¡Ethannick! Espera, no me dejes así...", escuché a Lysa decir mientras me seguía, "¡Ethannick! Merezco una explicación..."
Me detuve y volteé lentamente. Ella estaba mirándome con un sentimiento de culpa y preocupación. Su expresión no me dejó otra opción más que confesarle lo que en realidad me pasó. Tomé un gran respiro y empecé:
"Lysa, nunca le he dicho esto a nadie. No me gusta recordar lo que sucedió. Pero yo confío en ti." Ella me sonrió y se me acerco. "Lo que está sucediendo ahora, lo que vimos en la televisión... ah... Yo estuve en el mismo momento que sucedió hace diez años." Retuve lo que quería decir y se me hizo un nudo en la garganta, tragué saliva y proseguí. "Fue la última vez que vi a mis padres..."

Me tomó suavemente del hombro y mirándome a los ojos pude ver que ella se consentía en mi dolor. Vi como sus ojos se empezaron a brillar y al poco tiempo se llenaron de lágrimas. No soporte más el momento y me hice aun lado no tratando de querer mostrarle mi lado débil.
"Yo también los extraño." La escuché.
Ella estaba parada dándome la espalda abrazándose a si misma. "Cómo quisiera obviar tantos malos momentos..." Ella dijo en medio de su tristeza.
Me acerqué hacia ella y al estar cerca a ella pude sentirla sollozar.
"Lysa, Lysa, tranquila..."
"Ethannick, no puedo aguantar más... Este dolor..."

Ella tenía razón, tenía el derecho de estar llorando, al igual que yo, cuando perdí a mis padres. Entendía lo que ella sentía. Pero verla y escucharla llorar me partía el corazón.
No sabía que hacer, no soy un psicólogo profesional, no conozco acerca de consolar a personas, no está en mi naturaleza. Y estoy parado aquí como un estúpido viéndola llorar sin poder hacer nada...

Ella me miró y me dijo: "Tampoco creas que nunca lloro..." Mientras trataba de tapar su tristeza
con una hermosa sonrisa. Me acerqué hacia ella quien se encontraba sentada contra la pared.
"¿Puedo?" Le pregunté señalando a un lugar a su costado.
Ella me tan sólo miro como diciéndome "no necesitas mi permiso."

Me quedé sentado junto a ella por un largo rato, y me pude dar cuenta que eso era lo que ella quería, Lysa necesitaba a alguien que este siempre con ella, alguien que la esté cuidando, protegiendo, acompañando. Me pregunto, ¿dónde estarán sus parientes más cercanos?...

"No crees que ya se nos a hecho tarde." Escuché a Lysa decirme.
Suspiré, "Tienes razón." Le dije. Pero por mí yo no voy...
Me levanté y la ayudé a que se paré y nos dirigimos a la escalera.
Aún estaba el cuerpo de su padre tirado en el charco de sangre que ya se estaba secando. Sentí a Lysa acercarse más hacia mi como intentando que yo la cubriese. Y me tomó del brazo.
"Lo siento... Lysa..."
Ella jadeo levantando su mirada hacia mi cara. "Ethannick... todo ha sido mi culpa... Si no te hubiese traído tan tarde de noche, sabiendo que mi padre tenía sus problemas de-"
"-Lysa, no me arrepiento de que me hayas llamado" la interrumpí tomándola de los brazos y mirándole a sus ojos le dije, "No me arrepiento de haber venido..."
Sentí que ella delicadamente me cogía de la misma manera que agarré sus brazos. Se acercó más hacia mí y cayó sobre mi pecho.
Nunca había tenido a Lysa tan cercase mí, como ahora. Es un sentimiento raro, algo inusual en mí. Parte de mí me decía que la abrase y otra parte no me dejaba moverme. Pero yo ya no podía seguir teniendo este miedo, ¿miedo hacia las personas? Vamos Ethannick, no es tan difícil mostrar afecto. Entonces me decidí a abrazarla. Pero al instante en que abrí mis brazos para abrazarla, ella terminó de recostarse sobre mi pechos se dirigió hacia las escaleras. Inmediatamente actué normal, como si no hubiese intentado abrazarla.
"Vamos." Me dijo dulcemente.
Mientras bajábamos me quedé pensando en miles de cosas. Cosas que nos podrían pasar, que me podrían pasar, que le podían pasar a Lysa...

"Lysa, ah... ¿Qué va a pasar con... tu padre?"
"No lo sé... Pero no hables de esto con nadie..."
"Claro."
"¿Tienes hambre?" Me pregunto al ya estar en la sala.
Yo bajé mi mirada a mi barriga y miré devuelta a Lysa y le asentí.
Ella se rió bajo su mano y me dijo que la siga.
"Toma asiento." Me dijo señalándome a su mesa de estar. "Traeré algo de comer."
"Lysa, no necesitas ayuda, no quiero quedarme sin hacer nada-"
"No, no te preocupes, ya vengo." Fue lo último que me dijo y se dirigió a su cocina.

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