Capítulo I

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"Por eso un tiro parabólico se le denomina a un objeto creando una trayectoria en forma de parábola." Terminaba diciendo el profesor.

"Pues eso es obvio." Escuché a uno de mis compañeros de clase decir en forma sarcástica seguidas por unas risas.

Yo suspiré. "No hay una sola clase en la cual no puedas cerrar la boca." Me dije a mí mismo.

"Pues, señor Harrington, defíname parábola." Dijo el profesor mientras se sentaba en su asiento con una sonrisa que le hacía verse malvado desde mi punto de vista.

Hubo un silencio en el aula y los alumnos no paraban de mirar a los dos, al profesor y al señor Harrington.

El profesor se aclaró la garganta. "Señor le he preguntado algo."

"Ah..." Gesticuló Dennis mientras se cogía el cabello con una mano.

"Sigo esperando..."

Nadie dijo nada en el salón por un largo rato hasta que el profesor rompió el silencio:

"Bueno... Supongo que-"

"Parábola..." Al escuchar que esa voz no provenía del profesor todos empezaron a mirarse los unos a los otros.

"...Palabra proveniente del griego, es una curva abierta formada por dos líneas o ramas simétricas respecto de un eje y en que todos sus puntos están a la misma distancia del foco y de la directriz."

"Bravo, eso es prestar atención." Le dijo el profesor a Ray.

Suspiré. "Ray, ¿cuándo no?" Me dije a mí mismo.

La clase revivió y todos empezaron a hablar y a volver a hacer ruido. Me di cuenta de que el profesor se había ido. De pronto vi a Ray voltear hacia mí desde su sitio. Su cara no estaba feliz.

"Espero que no lo haya dicho tan fuerte... ¡Tan buen oído tiene este chico!" Pensé y traté de mirar otra cosa sin ser tan obvio, así que volteé a ver el reloj que estaba colgado en la pared. Las 3 de la tarde. "¡Wow! Ya es salida."

No levanté mi cabeza, traté de hacer hora empacando mis cosas. Hasta qué me quedé sin libros que empacar. "Ojalá ya se haya ido." Me paré de mi asientoagrre mi mochila y levanté la mirada. No lo vi. "Que alivio..." pensé.

Pero al instante sentí una mano tocar mi hombro. "...Ay no..."

Volteé lentamente y al ver quien había sido me sorprendí.

"Ah!...Lysa... hola..." Dije sin que nada se me venga a mi mente.

Ella me estaba sonriendo y tenía una mirada inocente. "¡Wooow! Qué hermosa es. Bueno, siempre fue linda para mí. Desde hace mucho que empecé a sentir algo cada vez que la veía. Y ahora, que está frente a mí, luce bellísima." Pensé.

"Ethannick uhm... ¿Podría pedirte algo?" Me dijo de una forma muy amigable.

"¡Oh! Cl-claro..." Le dije un poco extrañado por dentro, pero por fuera le sonreí.

"¡Qué extraño! Lysa no suele dirigirme la palabra, no de esa forma." Pensaba.

"Bueno... Quería pedir tu ayuda." Soltó una pequeña risa nerviosa y prosiguió: "Necesito ayuda en..., bueno, no tiene que ver con algo del cole..."

"No hay problema, igual te puedo ayudar. " Le respondí de inmediato tratando de disimular mi emoción.

Ella suspiró, "Es algo personal..."

Mis ojos se agrandaron de asombro, aunque traté de actuar normal. Sentía que me estaba sonrojando. "Esto si que no me lo esperaba... ¿Qué quiere decir con personal?" Pensé.

"Lo único que quiero es... No hacerte sentir mal... Es sobre el pasado Ethannick." Me dijo nerviosa y sin poder mirarme a los ojos y un poco sonrojada.

Me dejó pensando las palabras que había escuchado, más aun que provengan de Lysa. Y debía responderle rápido para que no lo malinterprete en que no deseo ayudarla. "No puedo decirle no. No ahora, ella me necesita, lo cual es raro, pero sé que debe ser urgente..."

"¡No hay problema Lysa!" Le dije de una forma muy dulce.

Me sentí aliviado, como si hubiese quitado una gran carga de mí tras haber pronunciado esas palabras.

Lysa levantó su mirada y me miró a los ojos con ternura.

"¡¿E-en serio?! ¿Hablarías co-conmigo acerca de, eso?... Ethannick." me dijo ya un poco más serena y tratando de sonreírme. No me dio cabida a responderle

"Hoy día", prosiguió con alegría en su tono. "¿Hoy día a las 5 podrás? En mi casa."

Estoy libre, no creo que me perjudique. "Ok a las... ¡Y por qué no desde ahora! Ya acabó el día" Le dije.

"Quisiera, pero... No creo que vaya a poder." Me dijo bajando su mirada. "Lo siento..."

Me acerqué hacia ella y puse gentilmente mi mano en su hombro. "¡Está bien!" Le dije dibujando una enorme sonrisa en mi rostro.

Ella inmediatamente levantó su mirada, sus ojos bien abiertos.

"Nos vemos a las cinco." Asentí.,

Entonces Lysa me sonrió de una manera tan pura que tocó hasta mi alma.

Ella se acercó lentamente hacia mí y me abrazó. Sentí como su hermoso cabello rozaba mi rostro, brillaba un marrón intenso por los rayos del sol que se inflitraban al salón a esta hora de la tarde. "Gracias... Ethannick." Me dijo a mi oreja al terminar su abrazo.

Me dejó en una pieza. Sin reacción alguna. Ni yo me lo pude creer.

"Lysa me acaba de abrazar..." Pensaba.

La vi salir por la puerta del salón, cautivado.

"Bueno...", me dije a mí mismo. " Tengo una promesa que cumplir. A las 5 de la tarde."

Último AlientoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora