Capítulo V

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Abrí mis ojos. Mi mirada estaba fijada en el techo. ¿Que me ha pasado? Estaba un poco desubicado. Entonces me senté de un golpe. Estaba en una cama. ¿Ok? Que me ha sucedido. Y entonces vino a mi mente mis últimos recuerdos... "¡Lysa!" Pensé de inmediato.

"¿Lysa? ¿Dónde estás?" Dije a voz alta. Entonces decidí ir a buscarla. No me lo iba a perdonar si algo le hubiese pasado. Pero al momento en que me levanté, la puerta de la habitación se abrió. "¡¿Lysa?!", pensé. Pero al dirigir mi mirada a la puerta vi a una pequeña niña asomarse. Me miraba de reojo sin decir nada, escondiéndose tras la puerta.

"Hey, pasa no tengas miedo..." Le dije dulcemente. Pero tan solo se dio una vuelta y se fue hablando cosas que no lograba distinguir. Ya estando de pie mire a mi alrededor. Era un cuarto con una cama antigua y un armario de madera color marrón oscuro con una pequeña ventana a su costado. Eso era todo lo que tenía este cuarto.
"Pero, ¿cómo llegué aquí? ¿Quién era esa pequeña niña?"

Al momento que decidí salir de la habitación pude ver que la niña estaba devuelta asomándose tras la puerta, pero estaba feliz y sonreía.
"¡Mira!" Dijo señalándome y volteando como diciéndoselo a alguien.
Entonces la puerta se abrió y apareció una chica con rasgos muy similares a la de la pequeña.

La niña empezó a correr hacia mí saltando de alegría, y al estar a mi costado me saludó con una enorme sonrisa. Yo aún no podía entender lo que pasaba y cuando miraba a la chica parada en la entrada podía ver que su rostro estaba algo sorprendida.
Miré de vuelta a la niñita que seguía alegre y me arrodille y la saludé. Ella volteó hacia la chica que se encontraba en la entrada y le dijo: "¡Ves!" Y me sonrió de nuevo y se dirigió alegremente a la puerta de la habitación.

"¡Lysa! Tienes que ver esto..." Dijo la chica rubia desde la puerta. Al momento que escuche esas palabras mi corazón empezó a latir. "Lysa está bien..." Pensé aliviado. Entonces escuché pasos apurados retumbar por el pasillo. Y al rato vi a Lysa sorprendida parada en la entrada de la habitación.

"¡Lysa estás bien!" Le dije. Pero antes de empezar a decir algo más, Lysa corrió hacia mí y se tiró sobre mí abrazándome. Caímos sobre la cama y pude sentir que su respiración estaba agitada.

"Pensé que non despertarías..." Me dijo mientras me abrazaba más y más fuerte.

Yo la miraba a ella y luego dirigía mi mirada a la chica rubia y a la niña que observaban todo desde la puerta. Pero yo aún no entendía por completo lo que sucedía.

"¿Que rayos ha pasado?... ¿Por cuánto tiempo estuve en esa cama?"

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