6. ¡Pizza!

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Aaron se va por el día a visitar a su hermano menor, el tío Sean. Parecía afectado cuando nos dió la noticia a mí y a Jackie. Lo calmé con un abrazo y, sonriente, le prometí que estaríamos bien con su colega, el agente Derek. ¿Lo mejor? Estaremos todo el día con Derek, lo cual es increíble.

- Nos vemos, campeón.

Besa la frente de Jack y lo abraza con fuerza. Luego hace lo mismo conmigo, sosteniéndome por unos segundos dd más.

- Te veo en la noche, nena.

- Adiós, Aaron. No te preocuoes por nosotros, estaremos bien. Cuidaré de Jackie y Derek cuidará de mí. - sonrió, dándole un último abrazo.– Te quiero.

- También te quiero, nena. Igual a ti, campeón.

- Te quiero, papi.

Jackie se va a su cuarto para jugar con el dinosaurio que le regaló tía Penélope y yo me siento en la sala a leer. Justo tocan la puerta, y debe ser Derek, porque Aaron le abre.

Emocionada, giro a verlo. Me sonríe con indisimulable felicidad, recibiendo a Jack segundos después, quien trae su dinosaurio al que llama Dina, porque es hembra. Se ponen a hablar de eso, pero sé que Derek no para de mirarme de vez en cuando.

Me levanto y voy hacia ellos. Aaron se despide de Derek y sale, mirándome antes de cerrar la puerta.

- ¡Derek!

- ¡Ven aquí, linda!

Pone sus manos tibias en mi cintura y me eleva en el aire, como a una princesa. Pronto me apega a su pecho y yo lo abrazo, súper feliz y tranquila de verlo de nuevo. Su perfume me trae recuerdos del pasado, cuando me rescató, cuando me sostuvo en el hospital.

- Te extrañé. - susurro, enterrando el rostro en su hombro tibio y musculoso.– 

- Yo también, linda. A ti también te extrañé, pequeño.

Le hace cosquillas a Jackie, quien ríe y lo abraza con fuerza. Derek lo rodea con un brazo y con el otro me sujeta a mí, asegurandose que no me caigo. Nos quedamos así unos minutos que se sienten eternos, pero me alegra que lo sean.

- Suficiente, pequeños. Juguemos un rato con el tío Derek y tengamos la mejor tarde de su vida, ¿de acuerdo, mocositos?

Río por el apodo, pero accedo y bajo de sus brazos. Jack me abraza y luego me suelta para ir con Derek a la sala. Los sigo. Hay una caja de lego en el sofá, la cual Jackie toma como si fuera su vida. Yo me siento en el suelo y Derek me imita.

- ¿Te gustan los legos, Jackie?

- ¡Sí! Me gustan si son de superhéroes. ¡Este es de Batman, es su cuartel y el batimóvil!

- ¡Qué genial! - sonrío, mirando a Derek, quien ríe.– ¿Necesitas ayuda para armarlo?

- No, pero quiero que me ayudes.

Su tono es dulce mientras saca las piezas de dentro de la caja, depositando las bolsitas sobre el piso y luego recogiendo un bowl que hay en la mesa. Deposita las piezas en él y toma el manual. Lo hojeamos y le ayudo a leerlo.

- ¿Pieza azul pequeña?

- Aquí, señor. - se la entrego, usando un tono de voz como militar.–

Deja escapar una risita y sigue armando el cuartel de Batman, mientras yo construyo el batimóvil. No es ni grande ni pequeño, pero entra el pequeño muñequito que imita a Bruce Wayne. Derek nos observa con una amplia sonrisa y toma algunas fotografías.

- ¿No necesitan ayuda?

- No, gracias.

Jackie contesta antes que yo pueda hacerlo, pero asiento para confirmar su palabra: no.

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