Family

15. Acurrucados

Abro los ojos, parpadeando. Papá está rodeando mi cintura con sus brazos, aún durmiendo, y su perfume me calma mientras vuelvo a abrazarlo.

- Nena.

Abro un poco los ojos para mirar los ojos oscuros de papá, quien sonríe y me mira con cariño. Da un beso en mi frente y luego otro en mi sien, raspándome levemente con su barba que está creciendo.

- Buenos días.

- Hola, papá. - formo una leve sonrisa después del susurro ligeramente áspero.– Tengo hambre.

Él ríe un poco y se sienta en la cama, revolviendo mi cabello con una de sus manos. Luego se levanta, se pone un suéter y camina hacia el baño. Me quedo en la cama, dando vueltas, hasta que papá regresa.

- ¿Vamos a desayunar?

- Sí, por favor.

Me levanto de inmediato y doy un par de pasos hacia la puerta, pero papá me ataja por la cintura antes de salir del cuarto. Lo miro, confundida, y hago ademán de hablar antes de que él me interrumpiera.

- Estás demasiado desabrigada. Calcetines y suéter y puedes bajar a la cocina.

- Pero-

- Calcetines y suéter, dije.

Cuidando que no me vea pongo los ojos en blanco, pero obedezco a sus órdenes y voy por un suéter y calcetines. Ya con ellos puestos voy detrás de papá, siguiéndolo a la cocina.

- Haré huevo revuelto y con eso podemos beber jugo de naranja. ¿Está bien?

- Sí. ¿Hay fruta?

- ¿Arándanos? Tengo congelados.

Asiento, sonriendo. Siento que mis ojos se iluminan un poco mientras veo a papá sacando unos arándanos congelados. Me acerco y saco "un puñado", que es más bien una bola, todos fríos y unidos, y me siento en la mesa para morder como puedo la fruta dura y congelada.

- ¿Están ricos?

- Mhmm.

Papá continúa con su tarea de preparar huevo revuelto y yo mastico los arándanos mientras lo observo. Cuando termina de cocinar el huevo, lo coloca en un pan y me entrega uno de los dos. Lo tomo y le doy un mordisco. Luego me ofrece un vaso con jugo de naranja, el cual acepto para darle un largo sorbo.

Comemos en silencio, sentados uno al lado del otro. Disfruto hasta el último bocado del pan con huevo y me termino el jugo de naranja a los segundos. Papá levanta las cejas y sonríe un poco.

- Tenías hambre.

- Te lo dije.

Niega y suelta una risita pequeña, revolviéndome el cabello. Le saco la lengua y él da una palmada de broma en mi cabeza, con suavidad.

- Insolente. - dice de broma, sonriendo a medias.–

- Tú empezaste.

- Mmmhmm.

Rueda los ojos en broma y me sonríe. Le sonrío de vuelta, parándome.

- ¿Y a dónde vas?

- ¿A acostarme de nuevo?

- De acuerdo, solo un rato. Luego podemos pasar un tiempo juntos, si quieres. 

Lo último lo dice con delicadeza, dudando de sus palabras. Asiento con energía y él me sonríe, dando un beso en mi frente.

- Ve a acostarte si quieres. - susurra con afecto.–

- Sí, papi.

Sonríe con ternura y gentileza, dando una caricia en mi mejilla. Me aparto suavemente para caminar hacia el cuarto de papá y me acurruco entre las sábanas llenas de su perfume y su esencia. Entierro el rostro en la almohada y me cubro con las mantas, abrazando la otra almohada gris.

Escucho ruidos en la cocina, el agua corriendo, papá lavando los platos y tarareando. Cierro los ojos y me permito recordar y relajar mi cuerpo. Un borroso recuerdo de las calles pasando a toda velocidad por la ventana de un coche hace que vuelva a abrir los ojos. Me siento en la cama, apretando las mantas, y miro hacia la puerta abierta.

- ¿Papá?

No sé en qué momento se detuvieron los sonidos de la cocina. A los pocos segundos de mi llamado, se asoma una cabeza por la puerta y luego el resto de su cuerpo.

- ¿Sí, nena?

- ¿Puedes acostarte conmigo y vemos una película? - murmuro, enterrando las yemas de mis dedos en las sábanas de la cama.–

Me mira y sus ojos oscuros analizan la habitación y mi presencia sobre su cama. Asiente y se acerca.

- Sí, nena, podemos. ¿Todo bien?

- Todo bien.

Se acerca más y ya al lado mío me quita el suéter. Lo deja sobre la cama y luego se quita el suyo, momentos antes de sentarse a mi lado. Deja un beso en mi cabeza y me rodea los hombros con su brazo, arrastrándome hacia su costado. Pongo mi cabeza en su pecho.

- ¿Qué quieres ver?

- Lo que sea está bien.

Lo abrazo y me acurruco contra él, sintiendo su olor. Su perfume me llena y me hace sentir reconfortada, como una caricia.

- ¿Te gustan los cazafantasmas?

- Es de mis favoritas.

Sonrió contra su pecho y lo miró a los ojos. Me sonríe de vuelta y le pone play a la película, así que dirijo mis ojos hacia allá. 

Pasamos el resto de la mañana viendo la película, abrazados, yo acurrucada contra su pecho y papá acariciándome el cabello con su mano. Cuando estamos en los créditos, suena el timbre.

- Volvió Jack. - me levanto y sonrío inmediatamente.–

- Anda, vamos a abrirle.

Bajo de la cama y corro hacia la puerta. Papá suelta una risita y me sigue, con su paso tranquilo. Abro la puerta y me encuentro con JJ, Jackie y otro chico de pelo rubio, el cual asumo es Henry.

- ¡Cassie!

- Hola, campeón.

Se lanza hacia mí y yo lo abrazo, frotando su espalda.

- ¿La pasaste bien, Jackie? Hola, tía JJ.

- Hola, linda. 

- ¡Sí, fue genial! Jugamos, Henry me prestó uno de sus cómics y vimos una película. Después la tía JJ nos preparó nuggets de pollo y ensalada para la cena, ¡estaba delicioso!

- Hola, JJ. ¿Cómo estás, Henry?

Llega papá y los saluda. Luego pasa a Jack y le pregunta lo mismo que yo, asintiendo y sonriendo mientras Jackie le cuenta.

- Bueno, eso suena genial. Gracias, JJ, Henry. - papá sonríe ligeramente y le revuelve el cabello a Henry.– ¿Les diste las gracias, Jack?

- Sí, papá.

- Buen chico. ¿Por qué no vas a jugar con Cassie?

Jackie asiente y nos vamos a su cuarto, donde nos ponemos a jugar con sus muñecos entre risas. Me cuenta cosas al azar de su día y yo le cuento lo bueno del mío. Le hablo de la película, el desayuno y de lo feliz que estoy de que estemos jugando. Él sonríe, achinando sus ojitos.

- Oigan, niños, ¿quién quiere ayudarme a preparar el almuerzo? Podemos hacer pizza.

- ¡Pizza!

Sonrío ante la emoción de mi hermano menor y los sigo a la cocina. 

De todos los días de mi vida, este ha sido uno de los mejores con mi familia.