1. Conocernos

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Pongo mis ojos grises sobre aquel hombre. Sus ojos oscuros se posan en los míos mientras me recoge, envuelta en su chaqueta. Sus brazos musculosos hacen ligera presión para que me sujete contra su pecho, así que lo hago.

- Hola, Cassie. Me llamo Derek Morgan, soy agente del FBI. ¿Te hizo daño?

Niego, viendo a un muchacho y a un hombre mayor que se llevan a ese hombre. 

- Morgan, ¿la tienes? ¿Está bien? - una voz grave y masculina llena el aire.–

Miro al otro agente, que se acerca mientras guarda la pistola. Sus ojos viajan a los míos antes de  volver a posarse sobre los de Derek.

- Está bien, pero creo que le costará recuperarse.

- Si quieres yo me voy con ella, puedes irte con Reid y Rossi. Prentiss se irá con Cassie y conmigo. El alguacil da una última conferencia con JJ.

El agente que me sostiene me pone en el suelo y el otro hombre me pasa un brazo por los hombros.

- Me llamo Aaron Hotchner, soy de la UAC, unidad de análisis conductual del FBI. 

- Soy Cassie. - susurro.–

- Estarás bien, Cassie. Vamos. La agente Prentiss y yo te llevaremos a un lugar seguro.

Asiento y dejo que me guíe a un auto negro y grande. Una chica, alta y de piel clara, me sonríe cuando llegamos allí. Su mano acaricia mi cabello.

- Hola, cariño. Soy Emily Prentiss.

- Creo que está mareada, Prentiss. Dejémosla tranquila un rato.

Cierro los ojos mientras nos subimos en el coche. El agente Hotchner conduce y yo voy detrás con la agente Prentiss. Su brazo me rodea los hombros para reconfortarme.

- Oye, Hotch, ¿la revisaron los doctores? Se ve pálida.

- No, nos pidieron que nos fueramos de allí pronto. Aún no llegaba el socio y no querían dejar al aire a Cassie. Ellos se quedarán para atrapar al otro hombre. La llevaré con los médicos luego de dejarte en la UAC con los demás.

- De acuerdo. 

- Estoy bien. - interrumpo, negando.– No necesito ir al médico.

El agente Hotchner posa sus ojos sobre los míos, alzando las cejas con severidad a través del espejo retrovisor. Le sostengo la mirada sin arrepentimiento y tengo que fingir que no me somete con su rostro serio.

- Lo haremos de todos modos, Cassie.

- No quiero.

- Cassie, tranquila. No tienes que alterarte. - la agente Prentiss interviene, pero yo me libero de su agarre sin más.– Cass, es por tu bien.

- No quiero. 

Me quito cuidadosamente la chaqueta del agente Morgan y se la entrego a Emily, evitando la mirada de ambos adultos para ver por la ventana. 

Sé que estoy siendo grosera, pero de verdad no quiero médicos. Que sí, que un hombre ha intentado secuestrarme o una cosa así, pero no me siento especialmente afectada. Aparte del susto momentaneo y del forcejeo, estoy bien. Creo que tengo un moretón en el brazo, pero estoy bien.

Pronto llegamos a un edificio y Emily se baja, mirándome sin rencor pero con lástima. Se lleva la chaqueta de Derek.

- ¿Qué fue eso, Cassie?

- No tiene que regañarme, agente Hotchner.

- ¿No tengo que regañarte? Jovencita, fuiste grosera con la agente Prentiss y conmigo. Lo que haré es por tu salud y no hay lugar para quejas, lo haremos y ya. No quiero oír ninguna palabra más al respecto.

Ruedo los ojos, pero no contesto. Conduce al hospital y una vez ahí baja del auto, acercandose a mí para bajarme.

- Baja, Cassie.

- Es que-

- Cassie Jefferds, baja del coche.

Suspiro, obedeciendo. Cierra la puerta y empieza a avanzar luego de asegurarse de que camino a su lado, un poco más atrás.

¿Y si salgo corriendo? No puede ser más rápido que yo. Ganaba en las carreras de la escuela, así que saldrá bien. No importa. Puedo huir, no me buscará y asunto resuelto.

Antes de que entremos en el hospital doy la vuelta y corro por la calle. Cruzo, sin fijarme demasiado, y sigo corriendo hasta que tropiezo y pierdo velocidad.

- ¡Cassie Jefferds!

Quiero seguir corriendo, pero me duele la cabeza. Me tambaleo unos pasos más hacia adelante. 

Unos brazos firmes me rodean y me cargan. Pataleo hasta que reconozco el perfume del agente Hotchner. Su pecho tibio hace presión contra mi cuerpo mientras me lleva a emergencias.

- ¡Un médico!

Pierdo la conciencia antes de que me suelte.



Unos pitidos me molestan, así que aprieto los ojos en busca de volver a dormir o algo así.

- Cassie.

La voz grave del agente Hotchner me trae de vuelta a la realidad, pero sigo fingiendo que estoy dormida. Dios, no quiero enfrentar las consecuencias de mis actos. Fui una tonta, pero aún así siento que tuvo su... ¿parte buena?

- Sé que estás despierta, Cassie. Abre los ojos.

Suspiro, haciendole caso. Lo primero que veo es su rostro severo marcado por el cansancio.

- Lo siento, agente Hotchner.

- Hablaremos de eso luego, tienes que recuperarte.

- ¿Luego? Pero si me voy a un orfanato o algo así.

Una doctora entra antes de que pueda contestarme y se pone a hacerme pruebas, hablar con tono médico y con palabras que no entiendo, acomodar las máquinas de forma innecesaria y a decirle cosas que no escucho al agente.

Pronto ella se va y me vuelvo a quedar sola con Aaron. Quiero que me responda, pero no quiero tocar el tema. Me muerdo el labio.

- ¿Agente Hotchner?

- ¿Sí?

- ¿A qué se refiere con "luego"?

Son muchas preguntas en una sola conversación.

‐ Más tarde, Cassie. A eso me refiero. Ahora tienes que recuperarte bien, descansar y todo eso. Hasta entonces no hablaremos de lo que pasó.

- Pero yo quiero hablar de lo que pasó.

- Eres terca.

Ruedo los ojos.

- Ya sé. 

- No ruedes los ojos.

Su voz se vuelve más severa y firme. Me mira, serio, y me hace sentir pequeña. Se ve imponente mientras se levanta y se detiene a mi lado, fijando sus ojos cafés en los míos.

Agacho la mirada y aprieto los labios, nerviosa. No puede regañarme, ¿o sí? Digo, podría hacerlo, prácticamente me rescató, pero no es nada mío. Bueno, no tengo nada que sea mío. Mi cuerpo y ya, es todo lo que poseo.

- Odio las faltas de respeto. Y cuando lo digo, es porque es en serio, Cassie. Nunca más me ruedes los ojos, y en mi presencia tampoco, ¿entendido?

- Entendido, agente Hotchner.

- Puedes decirme solo Aaron, pero no vuelvas a rodar los ojos.

Asiento, tímida y aún nerviosa.

Su celular suena y se disculpa, saliendo del cuarto. Lo escucho hablar, pero no tengo ni idea de lo que dice. Parece aliviado, porque me mira y parece casi, casi sonreir.

- Atraparon al socio de tu secuestrador. Ya estás a salvo, Cassie.

¿Eso significa que va a dejarme?

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