10. Tenemos problemas

211 10 0
                                        

Papá está sentado en el auto conmigo, tras hablar con la directora. El ambiente está pesado. 

- ¿Qué hay de Jackie? - intento desviar el tema.–

- Primero, no intentes desviar el tema, jovencita. Y segundo, no necesitas preocuparte por él, sabes que Jack será recogido por Dave. Pero tú vendras conmigo a casa y recibirás un severo castigo por toda esta tontería de la pelea.

- ¿Qué? ¡No, no es justo!

- Cassie, basta. Siéntate y abrocha tu cinturón, nos vamos a casa ahora.

- ¡No! - impaciente por demostrar mi opinión, me inclino hacia adelante para hablar con Aaron.– Estás siendo muy injusto, mierda.

- ¿Quieres recibir esa paliza ahora, jovencita? No tengo problemas en ponerte sobre mis rodillas ahora y azotarte, si no te comportas. Sentada, abrocha tu cinturón y compórtate.

La voz de Aaron es severa y muy firme, mientras sale del auto para abrir la puerta. Intento alejarme, pero él es más rápido y sujeta mi muñeca con su mano derecha, sentándose a mi lado y manteniéndome en mi lugar. Forcejeo, pero Aaron es mucho más hábil para abrocharme el cinturón sin que yo pueda hacer nada.

- Llegas a quitarte el cinturón y te voy a dar una paliza extra por desobediente. Quieta, Cassie Hotchner, o esto se hará peor.

Me quejo entre dientes. Aaron suspira, se sube al auto y empieza a conducir. El ambiente está tenso y en silencio hasta que llegamos a casa. Él me mira.

- Desabrocha tu cinturón y baja.

Hago lo que me dice. Afuera, él me lleva hasta el departamento entre sus brazos, cargándome. Trato de soltarme, pero es tan firme que no lo logro.

Vamos a mi cuarto, y allí por fin puedo bajarme. Aaron se sienta en mi cama y palmea su muslo, indicandome que me acerque. Tardo unos segundos, pero finalmente lo hago y él pone sus manos sobre mis caderas, manteniendome en el lugar.

- ¿Por qué te peleaste?

- Me insultó. Quise dejarlo pasar, de verdad, pero siguió haciéndolo y... perdí la paciencia.

- Sabes que no te excusa, ¿verdad?

Asiento, sacudiendo mi cabello. Él me mira a los ojos y besa mi frente con cariño, a pesar de su mirada y sus manos firmes sobre mí.

- Ponte en mi regazo. Tengo que terminar con esta actitud.

Hago un puchero, pero sus ojos severos me hacen suspirar. Me recuesto sobre sus piernas, afirmando las manos en el suelo, y dejo que me sujete por la cintura para que no me caiga. Su tacto es firme y cálido mientras descubre mi trasero, provocandome escalofríos.

PLAS PLAS PLAS PLAS PLAS PLAS PLAS PLAS PLAS PLAS PLAS PLAS PLAS PLAS PLAS PLAS PLAS PLAS PLAS PLAS PLAS PLAS PLAS PLAS PLAS PLAS PLAS PLAS PLAS PLAS PLAS PLAS PLAS PLAS PLAS PLAS PLAS PLAS PLAS PLAS PLAS 

- ¡Ayy! Papá...

Empiezo a patalear, pero su pierna se pone sobre las mías y aprieta el agarre que tiene en mi cintura. Gimoteo en protesta.

- No. Actúa como una mocosa y te trataré como tal, Cassie Hotchner.

PLAS PLAS PLAS PLAS PLAS PLAS PLAS PLAS PLAS PLAS PLAS PLAS PLAS PLAS PLAS PLAS PLAS PLAS PLAS PLAS PLAS PLAS PLAS PLAS PLAS PLAS PLAS PLAS PLAS PLAS PLAS PLAS PLAS PLAS PLAS PLAS PLAS PLAS PLAS PLAS PLAS PLAS PLAS PLAS

Me quejo al mismo tiempo que intento respirar. Papá no dice nada, solo deja caer más palmadas con una fuerza que me hace arder el trasero.

PLAS PLAS PLAS PLAS PLAS PLAS PLAS PLAS PLAS PLAS PLAS PLAS PLAS PLAS PLAS PLAS PLAS PLAS PLAS PLAS PLAS PLAS PLAS PLAS PLAS PLAS PLAS PLAS PLAS PLAS PLAS PLAS PLAS PLAS PLAS PLAS PLAS PLAS PLAS PLAS PLAS PLAS PLAS PLAS PLAS PLAS PLAS PLAS

- ¡Ahww! Papá, ¡déjame!

PLAS PLAS PLAS PLAS PLAS PLAS PLAS PLAS PLAS PLAS PLAS PLAS PLAS PLAS PLAS PLAS PLAS PLAS PLAS PLAS PLAS PLAS PLAS PLAS 

Muevo mi mano hacia atrás para intentar cubrir mi trasero, pero él es más rápido y me sujeta por la muñeca. Suelto un quejido entre dientes y me intento levantar.

- Suficiente, Cassie. Ya para o voy a tener que ser más severo de lo que planeo. ¿Es eso lo que quieres?

- No, pero, ¡duele!

- Solo quiero escuchar un "no, señor" o "sí, señor". ¿He sido claro?

- Sí, señor...

- Bien.

PLAS PLAS PLAS PLAS PLAS PLAS PLAS PLAS PLAS PLAS PLAS PLAS PLAS PLAS PLAS PLAS PLAS PLAS PLAS PLAS PLAS PLAS PLAS PLAS PLAS PLAS PLAS PLAS PLAS PLAS PLAS PLAS PLAS PLAS PLAS PLAS PLAS PLAS

- ¡Ouch! 

PLAS PLAS PLAS PLAS PLAS PLAS PLAS PLAS PLAS PLAS PLAS PLAS PLAS PLAS PLAS PLAS PLAS PLAS PLAS

Sigo quejandome mientras papá golpea la palmada de su mano contra mi trasero. Pronto, empieza a azotar mis lugares para sentarme y mis muslos, severo. Eso me hace empezar a sollozar. Dejo escapar quejidos más fuertes que antes, sin poder controlarme. Y ya simplemente empiezo a llorar. 

Nunca antes había recibido un castigo de este tipo, no uno tan fuerte. Es desesperante, ¡y arde! 

PLAS PLAS PLAS PLAS PLAS PLAS PLAS PLAS PLAS PLAS PLAS PLAS PLAS PLAS PLAS PLAS PLAS PLAS PLAS PLAS PLAS PLAS PLAS PLAS PLAS PLAS PLAS PLAS PLAS PLAS PLAS PLAS PLAS PLAS PLAS PLAS PLAS PLAS PLAS PLAS PLAS PLAS

- ¡Papá! Ayy...

Él no contesta, solo deja caer su mano pesada y tibia una y otra vez. Me inclino hacia los lados, sacudo las piernas y empiezo a llorar, pero nada lo detiene.

PLAS PLAS PLAS PLAS PLAS PLAS PLAS PLAS PLAS PLAS PLAS PLAS PLAS PLAS PLAS PLAS PLAS PLAS PLAS PLAS PLAS PLAS PLAS PLAS PLAS PLAS PLAS PLAS PLAS PLAS PLAS

- ¡Lo siento!

Deja de darme palmadas. Su mano empieza a frotar mi trasero, sacandome un quejido, y libera mi mano. Sollozo, intentando sobarme los muslos.

- No te di permiso de hacer eso. Manos en el suelo, ahora.

Gimoteo, pero hago lo que me ordena para no ganar más castigos. Es la paliza más dolorosa que he recibido hasta ahora.

- Lo siento mucho, papá... No quería golpearlo.

- Nada, ¿me oyes? Nada te da derecho a golpear a alguien de esa forma.

- ¡Tú me estás golpeando!

- Se llama disciplina, y te recomiendo que bajes el tono ahora mismo, jovencita. O tendrás problemas.

PLAS PLAS PLAS

- Aww... Perdón.

- Ya, todo perdonado, todo está bien.

Me levanta y deja que lleve mis manos a mi trasero, suspirando. Froto la superficie, sintiendo el ardor, hasta que se "calma" un poco. Luego, papá me sienta sobre su regazo, evitando tocar mi trasero o muslos. Lo abrazo.

- Lo siento...

- Ya, ya, no te preocupes, princesa. Te quiero mucho.

Entierro el rostro sobre su pecho firme y tibio, sintiendo los latidos de su corazón. Me envuelve entre sus brazos con cariño, apretando ligeramente.

- También te quiero, papá.

Deposita un beso sobre mi frente y me limpia las lágrimas. Yo me acurruco más contra él.


FamilyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora