6

307 17 2
                                    

"He recibido un pedido de 100 chalinas", anunció la tía de Tae.

"¡Yo puedo ir!", se ofreció Tae.

"Debo estar loca por confiar en ti. Está bien", concedió su tía.

Uno de sus vecinos llevó a Tae hasta el lugar. El guardia informó de su llegada y Jin permitió su ingreso.

"Ven, el doctor quiere revisar tu nivel de azúcar", indicó Jin a Jungkook.

"No tengo prisa", respondió Jungkook.

"Por favor", insistió Jin, y Jungkook no se resistió.

"Bien", accedió, y se dirigió hacia donde estaba el doctor.

"¿Con qué pie dijo mamá que se debe entrar para tener suerte en el negocio?", preguntó Tae, alzando el pie derecho y luego el izquierdo.

"El derecho", respondió Jin. "Hará que tengas suerte".

"Gracias", dijo Tae, mientras entraban en la sala. Tae quedó asombrado al ver la belleza y amplitud de la casa.

"Te mostraré los abrigos", anunció Tae.

"Pensé que me mostrarías las chalinas", recordó Jin.

"Oh, sí, también", dijo Tae, dándose cuenta de su error.

"Está bien, a la abuela le gustan los abrigos. Puedes llevárselos a ella", sugirió Jin, indicándole el camino hacia el segundo piso.

Tae subió las escaleras, pero olvidó preguntar dónde exactamente encontrar a la abuela. Un trabajador le indicó que fuera hacia adelante, pero no ofreció más detalles.

"Qué extraño. No me llevaron al lugar exacto. ¿Qué hago ahora?", se preguntó Tae. Entonces, decidió confiar en el destino. "Dios, ayúdame. Muéstrame el camino. Prometo portarme bien", murmuró mientras giraba en dirección a donde su mirada lo llevaba.

"Señora abuela", anunció Tae al ingresar a una habitación. "¡Qué casa tan grande! Debe vivir mucha gente aquí. Señora abuela...", pero su voz se detuvo al ver una cabra en la habitación.

"Laxmi", lo interrumpió un trabajador.

"No, Laxmi, no soy Tae", explicó, confundido.

"Es mejor que se vaya de esta habitación", le dijo el trabajador.

Tae obedeció y salió apresuradamente. "Oh no, ¿dónde dejé mi bolso? ¡Seguro que está en la habitación de la cabra!", exclamó, y corrió de regreso.

Lo que Tae no sabía era que esa habitación era de Jungkook, y se hubieran encontrado de no ser porque este se había ido a trabajar.

Finalmente, Tae mostró las telas a la abuela de Jungkook.

"Abuela, ¿qué te parece si damos un abrigo a cada uno de los invitados?", sugirió Jin.

"¡Sí, es una buena idea!", se entusiasmó Tae, pero al darse cuenta de las miradas directas, se ruborizó. "Lo siento..."

"Está bien. Tú viniste a vender. Compraremos 200 abrigos", anunció la abuela.

Tae casi sufre un ataque al corazón en ese mismo momento. "¡Se siente como si hubiera ganado la lotería! ¡Gracias, señora abuela! ¡Adiós, nos vemos luego!", exclamó Tae, saliendo del lugar con una mezcla de emoción y gratitud.









La tía y Jimin estaban preocupados.

"¿Pudiste conseguir algo?", preguntó Jimin con ansiedad.

"¡Conseguí un pedido de 200 abrigos!", anunció Tae emocionado, comenzando a bailar de alegría.

"¿Es en serio? ¡Pellízcame, Jimin!", exclamó la tía, incrédula.

Mientras Tae seguía bailando, pellizcó suavemente a la tía.

"Ay, suavemente, no tan fuerte", se quejó la tía.

"¿Pediste un adelanto?", preguntó Jimin, tratando de ser práctico.

"No, debería haberlo hecho", admitió Tae, deteniéndose en seco al darse cuenta de su error.













La mamá de Suga entró a la habitación de la abuela y pidió que le mostraran los abrigos. Minutos antes, Tae había hablado con confianza con ella, ya que era su personalidad. Ella pensó que la había confundido con una sirvienta, así que mientras revisaba los abrigos de muestra, dañó uno.

"¿Revisaron bien los abrigos?", preguntó la tía política mientras mostraba el abrigo dañado.

"Sí, le dimos una revisada a algunos", respondió Jin.

"Debe haber un error", dijo la abuela.

"Parece que solo les mostraron los mejores, porque mira esto", señaló la tía, mostrando el abrigo desgarrado.

"¡Oh, no! Esto está desgarrado", exclamó Jin.

"No podemos arriesgarnos si hay más abrigos defectuosos", dijo la tía. "Jin, llama a ese chico, hablaré con él".

El teléfono comenzó a sonar y Tae contestó con su habitual buen ánimo.

"Pare de sonreír, niño. Estoy llamando para cancelar el pedido de los 200 abrigos", dijo la voz al otro lado de la línea antes de cortar abruptamente.

"¿Qué pasó?", preguntó la tía.

"Acaban de cancelar la orden", respondió Tae con decepción.

El celular volvió a sonar y esta vez la tía de Tae contestó.

"Así es como manejas tu negocio. No viniste a mostrarme tu mercadería", reprendió la voz al otro lado antes de cortar.

"¿A dónde te fuiste?", preguntó la tía de Tae.

Tae quedó en shock al enterarse de lo ocurrido y su tía lo regañó.













Jungkook estaba en un estrado iluminado por numerosos reflectores.

"¡Alto ahí, señor Jeon Jungkook! ¿Quién te has creído para humillarme frente a todo el mundo? ¡Te pagaré tu dinero!", exclamó Tae furioso.

"¿En serio me pagarás los 25 mil?", respondió Jungkook con una sonrisa burlona.

"Sí, señor ricachón, ¡te pagaré!", gritó Tae en un acceso de ira.

"Tae, ¿qué pasa?", preguntó Jimin, despertándolo.

"Nada, Tae, solo duerme, hermano", dijo Tae, tratando de tranquilizarse.

















Esa mañana Tae por fin iniciaría a trabajar para pagarle a Jeon Jungkook consiguió trabajo gracias a Goyun al principio pensó que serian compañeros de trabajo pero al final se entero que no.

"¿Y de qué trabajarás?", preguntó Jimin.

"No lo sé", respondió Tae.

"¿Cuál será tu sueldo?", preguntó su tía.

"No lo sé", repitió Tae.

Tae y Jimin se despidieron con un abrazo. "Volveré pronto", prometió Tae quien no pasaba tiempo lejos de su hermano.

Antes de ir a trabajar, Tae fue a una iglesia a orar.













Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: May 01 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Duele amar /PAUSADA /KOOKVDonde viven las historias. Descúbrelo ahora