Pared con Pared | KiVi

20. Una última oportunidad

Martin y Ruslana comentaban emocionados la revista en la que la morena salía. Chiara, por su parte, se encontraba tumbada en la cama de la pelirroja, mirando al techo.

-Que guapa sales aquí, dios. -dijo Ruslana señalando una foto de las del interior de la entrevista.

-¿Tú has visto las cosas tan bonitas que ha escrito Violeta? -preguntó Martin.

-Mmm. -respondió la menorquina.

Ambos se giraron para mirar a su amiga, que no había hecho amago de levantarse de la cama desde que se había tumbado.

-¿Te has leído la entrevista? -preguntó esta vez la canaria.

-Mmm. -volvió a repetir Chiara.

-¿Qué te pasa? -dijo Martin poniéndose prácticamente encima de la morena para mirarla.

-¿A mi? -preguntó Chiara, frunciendo el ceño.

-Sí. -dijo Ruslana.

Chiara se incorporó en la cama para mirar a sus amigos.

-Os vais a enfadar. -explicó la menorquina.

-¿Tiene que ver con lo que vi en el bar hace una semana? -preguntó Martin.

-¿Ha pasado algo y yo no me he enterado? -preguntó Ruslana.- Que fuerte me parece.

-Vi a Violeta salir corriendo después de hablar con nuestra amiga. -dijo el vasco mirando a Ruslana.- Casi se me echa a llorar en mitad del bar. Y esta no me quiso contar nada.

-¿Como? Pero, hoy habéis estado juntas, ¿no? -continuó la pelirroja.

-Si. -dijo Chiara.

-No me digas que la has cagado, Kiki. -dijo Ruslana.

-Solo os lo voy a contar si prometéis no enfadaros. -puntualizó la morena.

-Está bien. -dijo Martin, dándole un codazo a Ruslana.

-Vale, si. -contestó soltando un suspiro la pelirroja.

Chiara se sentó por completo en la cama y se cruzó de piernas mientras observaba como Martin y Ruslana mantenían su mirada sobre ella. En ese momento la morena comenzó a contarles lo ocurrido el viernes en el bar y también la conversación que había mantenido con la pelirroja esa misma mañana. Cuando terminó, sus amigos se miraron entre ellos, para después volver a mirar a Chiara.

-Lo siento, te he prometido que no me iba a enfadar, pero no te entiendo. -dijo Ruslana.- ¿Me estás diciendo que a Violeta le gustas y, cuando te lo cuenta, tú le dices "no se"? Y, encima, ¿que esta mañana ibas a hablar con ella y por algún motivo te has cagado y le has vuelto a decir absolutamente nada?

-Si, supongo que ese es el resumen. -respondió Chiara.- Lo se, soy tonta, no hace falta que me lo digas.

-Hombre, Kiki, tía. Muy amable ha sido Violeta, yo te habría mandado a la mierda. -continuó Ruslana.

-Fuck, si estaba dispuesta a hablar con ella, pero no se, se me vino todo encima y me eché para atrás. -dijo la menorquina.

-Me parece tan fuerte que todo esto sea por Paula. -habló Ruslana

-No la nombres. -dijo Chiara.

-Chiara, por dios, no voy a seguir llamándole la innombrable. Quizás deberías replantearte el volver a terapia, te lo digo como amiga y porque me preocupo enserio por ti. -contestó la pelirroja.- No es normal que te siga entrando el miedo de tener algo con alguien después del tiempo que ha pasado desde tu última relación.

-No vamos a volver a esto, Rus. -respondió Chiara.- Tú no sabes como me sentí ni como me siento.

-No, no lo se ni lo sabré, pero Violeta no es como Paula. -dijo Ruslana.- Por favor, Kiki, que le has dicho que no sabes lo que quieres dos veces, después de eso te ha pedido espacio, cosa normal, y, aún así, cuando le has dicho si podríais hablar cuando te aclararas te ha dicho que si. Me parece que no tiene nada que ver con tu ex.