Pared con Pared | KiVi

25. Mantener el equilibrio

Las vacaciones pasaban a toda velocidad y ya solo eran dos los días restantes que les quedaban en aquella casa de alquiler. Hasta el momento, las excursiones del grupo se limitaron a mañanas en la playa, comidas en algún restaurante de la zona y tardes de descanso que daban paso a las fiestas nocturnas, la música y el alcohol. Violeta y Chiara, por acuerdo mutuo, habían rebajado considerablemente el tono de sus salidas a la discoteca y la cantidad de alcohol ingerido, evitando las posibles consecuencias que seguramente habría tenido aquello.

La noche anterior no había sido excepción, el grupo entero había salido a la discoteca a la que se habían acostumbrado esos días. Sin embargo, y a pesar de la resaca, ahí estaban, arrastrando los pies por la arena siguiendo a una Chiara que estaba más animada que cualquiera de los allí presentes. La menorquina daba pequeños saltos por el fino polvo marrón que cubría la superficie de la playa, acercándose a la orilla y animando a sus amigos a que aceleraran el paso. Violeta, desde el fondo del grupo y con Juanjo agarrado a su brazo para no caerse, observaba la escena con una sonrisa en la cara.

-Recuérdame por qué nos pareció buena idea reservar esto. -preguntó Juanjo tratando de no tropezarse con sus propios pies.

-Yo tampoco lo se. -respondió la pelirroja soltando una risa.

-Voy a vomitar, te lo prometo. -dijo el maño.

-Igual si anoche no hubieras acabado con todo el alcohol de la discoteca no estarías así. -le contestó Violeta.

-Oye maja, que no fui el único. -le dijo Juanjo señalando al resto del grupo.

-No si ya...

-Tú cállate, que vosotras dos estáis bien porque habéis decidido que no vais a pasaros con el alcohol para no follar borrachas. -le replicó Juanjo, llevándose un pequeño empujón por parte de la granadina.- Violeta, no tengas el valor de decirme que es mentira.

-No he dicho nada. -contestó la pelirroja.

-Lo que yo no entiendo es por qué no lo habéis hecho ya, por tiempo no ha sido porque nos pasamos las tardes sin hacer nada.

-Pues porque queremos ir poco a poco, Juanjo. -dijo Violeta.- Ya os lo expliqué a Denna y a ti.

-A ver que yo entiendo que os vayáis conociendo poco a poco, pero si las dos queréis...

-Juanjo estamos rodeadas de gente...

-Hija, ni que no te hubiéramos escuchado ya follar otras veces. -respondió Juanjo llevándose una mirada de parte de Violeta.- Vale, vale, perdón, vuestra relación, o lo que quiera que sea, vuestros ritmos.

-C'mon guys! -gritó Chiara girándose para mirar al resto del grupo.

Juanjo soltó un suspiro y Violeta tiró de su brazo para que acelerase el paso, juntándose con el resto, que se mantenían en silencio.

-Que alguien le de un calmante a Chiara, por favor. -dijo Naiara llevándose la mano a la cabeza.

-Yo si queréis le tumbo. -apuntó Ruslana.

-Rus... -le dijo Martin.

-¿Qué? -preguntó la canaria.- Tengo resaca no puedo tener a una persona tan animada al lado.