‧₊˚ ☁️⋅♡ 6𓂃 ࣪ ִֶָ☾.

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— ¡Mira, Eve! —chilló Uzi.

Resulta que ella estaba viendo un peluche de gato, grisaceo con un precioso collar celeste, del tamaño de Uzi. Parece una niña pequeña rogando por aquel peluche, era muy fanática de los animalitos gigantes.

— ¿Te lo consigo?

Dice Eve con una voz asegurada de victoria por el juguete, hasta apoyandose una mano en el pecho con la otra en la cintura. Al ver a Uzi asentir con rapidez, se dispuso a ganarle el mismisimo premio; el juego que debía ganar era de pistolas de agua.

La cara de Evelyn se quedó en blanco, su supuesta alma de victoria se había ido deslizando por el suelo. No es buena en ese tipo de juegos de armas, aunque no está mal practicar y intentar ganarle el peluche que la menor del grupo quería.

— Uhh... No soy muy buena en esto, pero intentaré —con una sonrisa trata de mantenerse positiva.

Para cuando fue a jugar, dio de todo para apuntarle bien al blanco, no pudo. Su cara de decepción y cuerpo pálido por no conseguirle el peluche se hicieron presentes, casi lloriqueando. Le dio pena a la menor, tanta que le fue a dar un abrazo, aceptandoselo para después pedirle disculpas por ser tan mala en ese tipo de juegos.

— Lo siento, no lo logré —recostaba su cabeza en el hombro de Uzi, quien ahora era la que le tocaba consolar.

— No hay problema, tengo gustos difíciles de conseguir —reía un poco al mirarla triste, una de las pocas que la veía así.

La verdad era muy apenado para Uzi, que era su mejor amiga viendola siempre feliz y que ahora se haya puesto triste por una simple cosa que no pudo ganarle. Al final, ambas se pusieron tristes porque una lo estaba y le contagió a la otra.

En cambio, las dos chicas albinas estaban tentadas por la vuelta al mundo que tenían en frente. El brillo que deslumbraba sus rostros las hacía querer subirse, pero V pensó algo más que eso.

— ¿Y si hacemos que los chicos se suban ahí? En un rato se lanzan los fuegos artificiales —saltaba de la emoción y la sacudía a J por aquello.

— AaAaAaAa- ¡Sí, sí! —empuja a V para no tener ganas de vomitar por su culpa—. ¡Ahora sueltame!

V rio por ello, cubriendose la boca y imaginandose la futura vida de N con Uzi, la que tanto anhelaban de que estén unidos. Su imaginación causó que esté embobada mirando a la nada misma. Por otro lado, J se pegó el rostro por el cambio repentino de emociones que tenía su amiga.

El chico albino estaba solo, en otro lado. Quería supuestamente tener premios y llevarselos a su casa luego, realmente eran para Uzi. Aprovecharía que cuando se vayan las dos mejores amigas del puesto donde Evelyn perdió, ganarle a Uzi el deseado peluche que adoraba. Qué considerado era de su parte, aunque ahora estaba centrado en peluches más pequeños.

Ya tenía unos cuantos a mano, unos pequeños, otros más grandes. Los infantes del lugar se le quedaron viendo y hasta algunos trataron de quitarle unos cuantos, obvio no se dejó, eran para Uzi.

N estaba feliz por sus ganadas, iba a impresionarla y quizás algo más. ¿Quién sabe?, después de todo se gustan pero no lo admiten. Fue a buscar a las chicas que él abandono con tal de hacer feliz a una de ellas, evitando que los niños se tienten por verlo, obvio, y las encontró... pero a las de pelo blanco.

— Wow, N, no sabía que te gustaban los peluches —reía J con tal de molestarlo un poquito—. ¿Para quienes son, eh?

V estaba pasmada, ayudando a N a agarrar la cantidad de los peluches que tenía el mayor porque se le caían. Hasta que el chico decide responderle a J después de cargar mucho.

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⏰ Última actualización: 4 days ago ⏰

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𝘊𝘰𝘮𝘪𝘤 𝘴𝘵𝘰𝘳𝘦 [HIATUS]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora