Prólogo.

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No hace mucho tiempo, una chica extraña siempre tenía la misma rutina de irse a una tienda de cómics todos los días de semana después de la escuela. Era extraña, introvertida, pero cuando la conoces es diferente a su apariencia.

Su vida no era perfecta, pero no se quejaba por ello; tenía un buen padre; una mejor amiga que estaba en otro curso, por desgracia; se entretenía yendo a un lugar en específico que la hacía muy feliz. Todo tiene sus desventajas en ello.

Se encontraba tranquila saliendo de la escuela, a lo que ella le llamaba: «salvación». Estaba dirigiendose a la misma calle que suele pasar para ir a su lugar favorito hasta que alguien la detiene de sorpresa.

— ¡Uzi Doorman! ¡Amiga de todos los tiempos, mejor amiga, reina de mi...! —pero fue interrumpida por la chica con la que ella se juntaba. Se hacía llamar «Evelyn».

— ¡Jaja! Wow, Lyn, calmate —puso un dedo en sus labios para callarla ya que era demasiado volúmen para sus oidos—. ¿Qué tal?

Evelyn soltó una risa y rodeó el cuello de Uzi con un solo brazo, sonriendole al decir lo siguiente.

— Muy bien. Ayer salí con un chico y resultó que me quería usar para superar a su ex novia... Ugh —lo último lo hizo con un dramatismo excelente.

— Eww. Eres un imán de tarados. Aparte, creo que deberías dejar esa mania de salir con personas por verse bien. ¿No crees? —hizo ese comentario con la mayor honestidad posible que puede dar.

— Nah... Es para sacarles sus secretos. Pero bueno. ¿Y tú cómo estás? ¿No has conseguido pareja aún?

— Algo bien... Y ew. Qué asco, hasta la pregunta repugna. No tengo pareja —cruzada de brazos al oirla decir eso, esperando una respuesta—. ¿A qué se debe eso?

— Te veo muy sola, apenas te juntas conmigo. ¿No quieres tener a alguien que te haga feliz con su presencia aparte de la mía, Uzi? Está bien un descansito de mí, jeje —sonríe hacia la chica y ve que ella suspira.

Uzi solo sacó un poco la lengua para verla y luego hablarle. No parecía convencida.

— No digas eso, Eve. Con una personita es más que suficiente, solo te tengo a ti y te quiero tener a ti. Los demás son pura pendejez mental —encoge los hombros al verla reir de lo que dijo ella.

— ¡Jajaja! No me digas que eso piensas de los demás —estaba riendose hasta que casi le salen lágrimas.

— No bromeo, pero bueno... Cambiando de tema, ¿tus clases van bien? —miraba hacia sus ojos verdes, los veía más felices que nunca.

— Mis clases son aburridas... —hizo puchero entre dientes pero pasó su expresión cansada a una feliz—, pero a eso no voy. No desaprobé nada. ¿Qué hay de ti?

Uzi estaba mordiendose el labio inferior y su ojo violeta le temblaba. Estaba por explotar internamente ya que sabía que comparandose con su mejor amiga, era como un grano de arena a su costado.

— ¿Cómo es que todo es tan fácil para ti? Yo desaprobé la mayoría de las materias. Te envidio —hablaba apretando el puño de la rabia, si es que se le puede llamar así; solo estaba jugando—. Tengo que ir a diciembre.

— Ay, mi Uzi. Te distraes fácil, esa es la respuesta —sonreía al verla y solo carcajeaba un poco—. Oye, sé que somos de distintas clases y aulas, pero te puedo enseñar lo que no entiendas cuando no estés en clases, en la biblioteca. ¿Qué te parece?

A la chica le interesó la oferta que le ofrecía su amiga, causando que sus ojos se entrecerraran y se le salga un sonido grave de su garganta que la hace dudar.

𝘊𝘰𝘮𝘪𝘤 𝘴𝘵𝘰𝘳𝘦 [HIATUS]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora