Capítulo 23

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—Jim, tenemos que hablar.

Soobin estaba sentado en una de las sillas de la cocina, con su chaqueta de chef aún puesta y semblante serio.

—¿Esto no será el típico "no eres tú, soy yo"? —Jimin dijo de forma graciosa pero igualmente tomó asiento enfrente del otro omega.

—Me mudaré con Yeonjun.

Fue una declaración demasiado fuerte como para que Jimin mantuviera la boca cerrada. Sus ojos, de igual manera, miraron desmesuradamente al rubio. No sabía bien que decir, su boca se abría y cerraba de forma graciosa intentando dar con algo pero simplemente atinó a reír.

—¿Qué dices?

—Eso... nos mudaremos juntos a una de las habitaciones de la universidad —Soobin tomó sus manos sobre la mesa y le sonrió—. Sabes que te adoro y que estoy muy agradecido por todo lo que hiciste por mí, pero es hora de que tengas tu espacio. Jungkook prácticamente vive aquí, y me encanta que tengas a un alfa como él, por eso lo mejor es que me vaya.

—Sabes que siempre contarás conmigo —una fina lágrima escapó de los ojos celestes. Últimamente Jimin estaba más sensible de lo común, probablemente por el tratamiento hormonal que había comenzado con el doctor Hoseok.

—Y tú conmigo, eres mi héroe y siempre lo serás.

Se fundieron en un fuerte abrazo, al fin y al cabo habían sido casi nueve meses los que habían convivido juntos y ambos ya se habían acostumbrado a la presencia del otro. Sin embargo, Soobin tenía razón. Jungkook se la pasaba en el departamento, incluso la mayoría de sus cosas ya estaban allí y en cierto punto podía encontrarle sentido a que les quisiera dar su espacio.

—Debes traer a Yeonjun a cenar antes de irte —murmuró aún sobre el hombro contrario.

—Trato hecho, tendremos una cita doble.

Ambos rieron mientras intentaban controlar las lágrimas. El lazo que habían creado era tan fuerte que llegaba incluso a doler el estar separados. Habían sanado juntos, y todavía continuaban haciéndolo.

Decidieron que dedicarían el resto de la tarde a una maratón de películas y en la noche Jimin prometió hacer una pijamada. Soobin rodó los ojos cuando Jimin se negó a desinvitar al alfa.

—¡Pero no puedo dormir en la misma cama que él! —chilló el rubio.

—¡Claro que no! por eso, nosotros dormiremos en mi cama y tú en el suelo.

Soobin abrió la boca indignado antes de entrecerrar sus ojos y asentir a regañadientes. No le quedaba otra.

Jungkook irrumpió en el departamento, con el juego de llaves que Jimin le había brindado hace un tiempo. Llevaba unas bolsas de lo que parecía ser comida china en una mano y su maletín de trabajo en la otra. Besó la frente de Soobin, escuchando un pequeño gruñido a cambio, y luego los labios de su omega.

Jimin le sonrió en grande, su alfa lucía más descansado y feliz. El color había vuelto a sus mejillas y las ojeras violáceos lo abandonaron. Habían sido días complicados pero por fin sentían que un poco de calma llegaba.

—¿Cómo te fue? —Jimin inquirió mientras abría una de las bolsas. Se le hizo agua la boca cuando el aroma llegó.

—Bien, estamos con un nuevo caso de secuestro.

Jungkook dejó tres copas en la mesa y un vino que había encontrado en una de las alacenas de arriba. Jimin no perdió el tiempo de acurrucarse contra su costado a la vez que Soobin repartía porciones en los diferentes platos. Se sentía bien, cálido y hogareño.

i know your secret 𐙚 kookmin.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora