i know your secret 𐙚 kookmin.

Capítulo 13

La pequeña palma de Jimin temblaba contra la suya. Podía sentir lo nervioso que estaba el omega y por más que era el último día que utilizaría supresores para cubrir su aroma, Jungkook juraba que la inquietud rondaba en el aire.

Estaban de pie frente al cuartel, sus turnos ya habían comenzado hace un par de minutos pero Jimin no había encontrado las fuerzas para desplazarse dentro.

Hoy era el día. Hoy enfrentaría el peor de sus miedos y dejaría atrás todo engaño que alguna vez fue característico. No estaba seguro de hacerlo en un principio, pero se lo había prometido a Jungkook.

El alfa se puso frente a él luego de que comprobó por varios minutos que sus cuerpos no iban a ejercer movimiento alguno. Le sonrió y rodeó sus mejillas con ambas palmas.

Jimin suspiró en alto antes de afianzar sus manos a los antebrazos y olfatear el aroma que Jungkook desprendía.

—¿Estás listo? —inquirió el pelinegro sin soltarlo.

—Tengo miedo —solo atinó a murmurar.

—Lo sé pero no deberías. Estoy a tu lado, haremos esto juntos y por más que yo no estuviera estoy seguro que eres demasiado fuerte y valiente como para hacerlo por ti mismo, mi dulce omega.

Jungkook había empezado a llamarlo de ese modo una semana atrás. Se descubrió sonrojándose y aceptando de buena manera. Todavía le dolía y costaba caer en cuenta la casta a la que en realidad pertenecía pero cuando tenía al alfa susurrándole palabras bonitas al oído y disfrutando cada vez que los supresores no corrían por su sistema, todo disgusto parecía ser menor.

Asintió lentamente antes de volver a tomar la mano de Jungkook e ingresar al edificio.

Nadie allí dentro los volteó a ver, más que nada porque el aroma de Jimin continuaba oculto y ellos dos de la mano no era algo demasiado llamativo.

El nudo en su garganta crecía a cada paso, metros los separaban de la oficina de Kim y ya sentía como el aire le faltaba.

Lo único realmente bueno que había hecho a lo largo de toda su vida había sido su carrera profesional y sentir que esta pendía de un hilo y estaba a punto de acabarse no ayudaba en nada. Quería sentirse bien por una vez en su vida, dejar de perseguirse con su casta y aceptar de una vez por todas que ese era su destino pero había muchas cosas a las que ceder de las cuales no estaba seguro poder.

Sintió un apretón en su mano pro parte de Jungkook, luego un beso en su frente y por último dos golpes a la puerta de roble frente a sus narices.

La voz potente de su jefe permitió el paso y Jungkook le hizo los honores de abrir y arrastrarlo dentro.

—Buenos días, llegan tarde —fue lo primero que el alfa de cabello rapado les dijo.

—Sentimos eso pero necesitamos una reunión urgente —Jungkook se permitió comenzar.

El alfa mayor simplemente atinó a señalar las sillas delante de su escritorio, guardó los papeles en donde estaba trabajando y fijó su mirada en ambos agentes.

—¿Cómo vas con la recuperación, Park? —se refirió.

—Bien... —Jimin estaba tartamudeando y se golpeó en su mente por eso—. Es decir... excelente, sí, eso.

—¿En qué puedo ayudarlos?

Jimin volteó su mirada hacia Jungkook, el pánico extendiéndose en cada una de sus facciones. El alfa solo le sonrió suavemente y asintió.

—Verá... hay algo que debo reportar, y estoy de acuerdo si eso significa mi despido o suspensión... —comenzó Jimin con la tensión arremolinándose en la base de su vientre—. Le mentí.