cuatro ⑇ sandia

258 41 0
                                    

Philza tomaba la mano de su novia Ava juntos recorrían por la feria artesanal de los Angeles, donde habían diversas exhibiciónes, desde alimentos hasta pinturas realmente llamativas, Ava le había rogado todo un día para que asistieran, a pesar de que el no se sentía con muchas ganas le dio un rotundo si, a lo que la chica salto emocionada.

Cuando estaban allí, Philza comenzó a notar una reacción rara en ella, no dejaba de mirar a todos lados como si alguien la estuviera siguiendo, hasta su piel se había vuelto más fría y sudorosa, no entendía que le pasaba por lo que decidió darle un pequeño beso en la mejilla para que se sintiera mejor pero no funciono.

Al seguir caminando, Philza diviso a Missa a unos metros de el, lo que más le llamó la atención fue la camisa que este llevaba; un extraño unicornio rosado que masticaba chicle, el chico rió al verlo y se volteó para mostrárselo a su novia, pero este no se había dado cuenta de que ella se había soltado de su mano cuando estaba distraído.

Comenzó a buscarlo por todos lados pero ella no aparecía, se tomó la cabeza con sus manos pensando en lo próximo que debía de hacer e intento llamarla varías veces a su celular pero ella simplemente no contestaba, algo que tenia bastante nervioso al chico.

Missa al ver la reacción de Philza se acercó rápidamente y le preguntó amablemente que pasaba, el chico no estaba en condiciones de discutir con el adicto a los chicles, así que acepto su ayuda para buscarla por los alrededores de la feria.

Quince minutos después, ninguno pronunciaba una palabra, Philza estaba más afligido por no saber que le pasaba a su novia, Missa lo observaba cautelosamente un tanto confundido por la situación, continuaba mascando su goma de mascar hasta accidentalmente esta se escapo de su boca cayendo directamente al suelo.

―Ups― soltó Missa.

Philza lo miro e hizo un intento de sonrisa, al levantar la cabeza su cara se transformó completamente, Ava se encontraba besando intensamente a otro chico, sin darse cuenta de que su novio la observaba dolido.

Philza suspiró, se dio media vuelta comenzando a caminar hacia algún lugar, Missa miraba horrorizado a la pareja y enseguida siguió a Philza, quien tenía el ceño fruncido, formando un pequeño puchero en sus labios, pareciera como si fuera a llorar, cosa que entristeció al adorable chico de ojos color amatista, porque a pesar de que le gustará molestarlo, le había tomado cierto cariño al muchacho que odiaba sus amados chicles.

Philza se sentó en una banca y comenzó a observar un punto inexistente en el piso, Missa sacó del bolsillo de su chaqueta una caja de chicles sabor sandía y pensó unos segundos en sí darsela o no.

—Ten, acabo de comprarla pero... el chicle ayuda a pasar las penas, creo― dijo dudando un poco, pero al final regalándole una de esas sonrisas características de el.

―Gracias― respondió Philza con un tono apenas audible, tomo la pequeña caja entre sus manos y jugo con ella perdido en sus pensamientos.

―Espero que te guste la sandia― mencionó el antes de salir corriendo, dejándolo con una caja de chicles extra y una tonta sonrisa en los labios.

Sin duda, el raro chico con camisa de unicornio y adicto a la goma de mascar, no se merecía el trato que le estaba dando estos últimos días.

Bubble Gum || Deathduo Donde viven las historias. Descúbrelo ahora