Once

2.2K 236 25
                                    


Hoseok.

Pocas cosas me hacen feliz.

Una misión me pone feliz.

El ir a entrenar con Minerva me pone feliz.

El asesinar…. Bueno el concepto es similar.

Pero ahora que pude tener a mi pastelito, que la saboree todos los días durante este mes, la descripción de felicidad se ha quedado corta.

Ella es tímida, tierna y amable, pero me lleva el ritmo en la cama, puedo ser tan brusco con ella, sin temor a romperla.

Y ella me pide más.

Tenía tiempo sin visitarla en la pastelería, pues el andar todo el tiempo tras de Kirisha me quita tiempo libre, pero esa mujer está loca, no entiende que buscarán asesinarla en cualquier oportunidad y me agrada que sea temeraria.

Lo bueno que hoy se la pasara con Namjoon lo que me da tiempo de ir a ver a mi pastelito a su trabajo.

—¡Bajame! ¡Ya te dije que no iré!

Mire aun sujeto de lentes cabello negro ondulado y bastante musculoso llevar a mi Pastelito acuestas, ella pataleaba llena de harina la saco de la cocina y el panorama cada vez era peor.

—Quédate quieta o te palmeare el culo.

—QUIERO VER QUE LO INTENTES.

Le lance una patada, la cual esquivo con facilidad aun llevando acuestas a mi pastelito. La metió en la parte trasera de un auto antes de apretar los puños y lanzarme dos puñetazos demasiados rápidos que muy apenas pude entrenar.

—Eres hábil —dijo quitándose los lentes y ajustando sus guantes tácticos—no se que desees con la señorita Bumi  pero no planeo dejar que te interpongan en mi camino.

Mire sus tatuajes que recorrían la base del cuello hasta su pecho, son pocos los tatuajes que reconozco, pero los yakuza son muy identificables.

—¡JK DEJALO!

—¿Jk? —silve y me quite la chaqueta — una leyenda, pero leyenda o no secuestrar a mi pastelito es una razón suficiente para partirte la cara.

—Quiero verte intentarlo…

#4 Obsessed (JHS +21)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora