Capítulo 4

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La Amante

Cuando uno está enamorado no puede preever el peligro de una relación y se arriesga a todo.

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Albert
Con tiempo planificamos nuestro regreso a la Ciudad de Nueva York, para anunciar nuestro compromiso, para ese entonces, mis sobrinos, mis hermanas Rose Marie y Janice, mis Cuñados, ya sabían de mí relación y qué tan formal era, sólo faltaba decirle a la tía abuela mis planes, cómo siempre con ayuda y previniendo el qué sería el escándalo que haría el clan y Elroy pusieran el grito en el cielo y con ello miles de objeciones por parte de ella, para impedir mi boda, para ese entonces yo sabía que ella buscaría que Candy y yo nos separaramos, pero con lo que el clan no sabía es que yo ya tenía fecha para el tan ansiado enlace matrimonial.

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Candy
Cuando pasamos de reojo por la mansión de Lakewood, fue cómo revivir viejas historias, el cómo lo conocí frente al padre árbol vestido con su traje de gala escocés, recuerdo cómo me rescató cuando Neil iba a golpearme en las caballerizas, y que decir cuando me volvió a rescatar de la cascada cuándo me acusaron de haber robado varias joyas cuando no fue así, la Señora Sarah Reagans, se las dio a su amante para comprar su silencio, cuándo les dije, nadie me creyó y me infringieron un castigo, así que solo agarre un bote que estaba vacío en el rio, y cuando caí en la cascada el me rescató de una muerte segura, desde ese momento él ahí desde las sombras me cuido y me protegió dándome la posibilidad de tener una familia que me amara y se sintiera orgullosa de mí.

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Albert
Hoy es el mejor día de mi vida hoy anuncio el enlace matrimonial con Candy, Elroy dirá que es capricho mío, quizás agradecimiento por qué me rescató cuándo tuve aquel accidente en Londres tras ser víctima de un atentado, lo qué no saben es qué ya para ese entonces ya la amaba con tido mi ser, si me sentía sucio por la idea de la diferencia de edad, pero cuándo hable con Vicent y George ellos me dieron la seguridad, ¡Además!, la edad no importa, ya que solo es un número, sólo nos llevamos 11 años de diferencia y yo no entró en el  plan de Sugar Daddy, yo precisaba qué ella volará, disfrutará, se preparara para tener un futuro brillante, que se divirtiera como cualquier chica de su edad, y conociera de la vida, pero de una forma o de otra aparecía el hilo rojo del destino, intentando unirnos, total lo que no es para ti aunque te pongas, y lo que es para tí aunque te quites. siempre he pensado que mis padres la pusieron en mi camino para compensar su ausencia, ella me trae tanta paz a mí alma.

Si no niego también estoy al tanto de lo que ha hecho el clan a mis espaldas al tratar de unirme a Eliza Reagan, cuando te dejado en claro una y mil veces que no la soporto, simplemente tan sólo de pensar que cara van a poner el Clan de Viejos Ardlays, cuándo anuncie mi boda en quince días, eso me hace sentir que he triunfado sobre ellos, por qué aunque Yo Soy Él Patriarca, hasta hace poco ellos mantenían sus sucios hilos sobre mí, tratándome cómo un títere queno tiene voluntad propia y que esta destinado a obedecer como un robot, con esto, les estoy diciendo que yo mantengo el control de mi vida.

Cuándo creo que voy a estallar en ira, cuando escucho que tengo que obedecer las instrucciones del clan, sólo basta recordar como apareció Candy en mi vida, era cómo un ángel en nuestra colina y reírse por el sonido de las gaitas "los caracoles arrastrándose", y cómo a mi regreso de estudiar el High School en Nueva York, durante las vacaciones me pude percatar de sin fin de atropellos, cómo la tenian viviendo los Reagans y las condiciones infrahumanas, y sí ví una foto mia acomodada en una especie de altar en medio de un establo y una cama de heno, al ver cantidad de atropellos, tomé  el valor suficiente y hablé con el doctor de cabecera de mis padres, para qué la adoptarán a mi Rubia Pecosa y alejarla de todo lo que tuviera que ver Los Reagan, mañana daré la estocada final y ahí les mostraré que ellos podrán mandar, planear, pero en mi corazón él qué dice la última palabra seré yo.

Al llegar al aeropuerto junto a mi amada nos disponemos a abordar una camioneta, mi chófer Tommy hace caso a mis órdenes, y nos dirigimos a Mansión Lakewood y veo a lo lejos los preparativos para mañana, doy la orden para que mi chófer de la vuelta y se dirija a mí departamento, en un exclusiva zona de la ciudad, al llegar donde su ubica nuestro Pent House, procedemos a subir al elevador, los dos estamos wye ardenis de deseo, una vez que entramos y cerramos la puerta, procedemos a amarnos cómo si no hubiera un mañana, la siento tan mía, y por supuesto me aseguró que sepa que soy de ella totalmente, con ella me vuelvo loco y tras varias horas después de tal entrega, le hago prometer que ella no va a titubear, y que seguiremos adelante pese a cualquier trampa del Clan, fué cuándo ella me dijo, qué se dió cuenta que un Lamborghini nos estuvo siguiendo todo este tiempo, yo traté de calmarla, pero a decir verdad ella me tranquilizo a mí, diciendo que estábamos juntos.

Continuará

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