La Amante

Capítulo 6

La Amante

Patricia O'Brien se acercó lentamente a dónde se encontraba Stair y lo miró de forma retadora y le habló en son de burla, así qué ni tú, ni yo, hemos podido separar a los rubios después de todo, mira qué lo hemos intentado y nomás no, sonriendo cínicamente tomando una de las copas que llevaba en una charola de plata un mesero, le dijo a Stair al oído, -¡aprovéchame!, que ahorita ando de buenas, te puedo ayudar a orquestar un plan.

Y fue cuándo Stair la miró fijamente y le dijo: -¿en qué me podrías servir tú?, hasta dónde yo sabía, tú andabas detrás de mí.

-¡A ver cariño!, no te equivoques conmigo, lo tuyo fue un capricho mío, qué ya me lo quité ayer, tenía ganas de acostarme contigo por qué alardeabas de tantas cosas, y me quedaste a deber, pero como siempre yo ganó, lo logré, ¡Sea, cómo sea!, tú a mí ya no me sirves Stair, ahora voy por la cabeza de los Ardlays, ¿Te imaginas la mosquita muerta?, la qué no rompe ni un plato, ¿siendo la matriarca de los Ardlays?, y aunque no me hiciera caso, yo lo qué no quiero es qué se quede con la huérfana, y ahí entras tú a ayudarme, yo haría todo por destruirla.

-¿Por qué le tienes tanta rabia? ¿qué te ha hecho?, preguntaba Stair.

-Por ser perfecta, buena estudiante, todo mundo la ve cómo la buena amiga, por qué Terry me dejó para andar con ella, y después se terminó casando con Susana, después Anthony me terminó por qué según estaba enamorado de ella, y terminó con Dilsa Wittman y luego tú, ¿no sabes la rabia que le tengo?, siempre estaré condenada a hacer la segundona, la amiga que vive bajo la sombra de Candy, además, ¿No sé qué tiene de extraordinario esa mujer?, la verdad se me hace tan x.

-será por qué es inalcanzable, Patricia, pero sí tú buscas la manera de separar a ese par, tendrás no sólo mis respetos, admiración y agradecimiento, si no también algunos momentos de placer, no niegues que te gusto lo que hicimos ayer.

-No estuvo mal, aunque a decir verdad a habido mejores qué tú, te soy sincera quizás con la práctica puedas mejorar tú desempeño, te lo digo de corazón, para qué le puedas dar el ancho a Candy, por qué hasta dónde yo sé, Albert la ha dejado sin poder sentarse, ni caminar, por una semana, y con una sonrisa de oreja a oreja, ¿Quién fuera ella?

- ¡Menos mal qué eres su amiga!, qué sí no lo fueras. mencionaba divertido Stair.

Mientras Annie, miraba a Archie y le decía en voz baja -Me da miedo ese par-, señalando a la pareja, mientras Archi contestaba, -Pese a qué tú opines así de ellos, ten por seguro qué son incapaces de matar una mosca, es más me atrevo a decir qué perro que ladra no muerde, ¡Ya quita esa carita mi amor! y ven vamos a bailar, tomándola de la mano jalándola a la pista de baile.

Mientras, Sarah miraba a Eliza y le decía con tono autoritario mostrando su enfado: -¿Ya vez?, el Patriarca anuncio su compromiso ¿y tú? Tú no pudiste acercarte en todos estos años a establecer un acercamiento amistoso con Albert, el clan está muy disgustado, no sé cómo vamos a hacer para impedir esa boda.

-Pues eso madre, ¡lo harás tú!; le decía Eliza Reagans de forma burlona, yo la verdad no me quiero casar, ni tener hijos, no tengo espíritu maternal, eso siempre lo has sabido, mi mundo es el empresarial, Papá no se queja de la buena mano qué  tengo con los negocios , sólo tú y Elroy están obsesionadas y empeñadas con él poder, no me niegues qué ese par hacen una pareja adorable.

Y Elroy estaba a sus espaldas escuchando todo lo qué decía Eliza, -¡Oyéme bien Eliza!, si tú no logras metértele en la cama a mi sobrino, yo misma me encargaré de destruirte, tendré qué buscar a alguien qué esté dispuesto a ayudarnos.

En ese momento Stair abrazó a la tía abuela sorpresivamente y le dijo: -Dime querida Tia Abuela ¿En qué te puedo ayudar?, ¿Para que soy bueno? Yo soy todo oidos y materia dispuesta, díganme ¿Cuál es el plan? Mientras mostraba su cínica sonrisa....

Continuará