VII

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Un fuerte dolor de cabeza atenazó su rostro haciéndolo quejir. Harry abrió la puerta del local, llamando la atención de sus compañeros al verlo con un visaje hastiado.

—Harry, ¿Estás bien? —le había dicho un compañero mientras lo detenía por el brazo al ver que él no respondía.

—Claro —él respondió levantando el pulgar, y cambiando un poco el semblante; logró mitigar un poco el dolor de cabeza—. Solo estoy, terriblemente, terriblemente, alerta —le dijo, para después entrar a su oficina, sorprendiendose al encontrar a Bebé esperándolo de pie, enfrente de su ventana y con las lágrimas bañando una actitud molesta.

—¿Bebe? ¿Por qué lloras?

—Regresé antes —le dijo guardando sus lentes oscuros, con una sombría mirada.

—¿Pero por qué? Quiero decir, ¿Está todo bien? —le dijo Harry, cerrando la puerta tras de sí.

Ella lo vio con los brazos cruzados y el labio levantado después de haberlo chasqueado. —Descubrí algo.

A Harry se le cayó el mundo.

—Estaba ciega, no quería verlo; prefería ignorar las señales —le decía divagando sus pasos—. Creo que sabes de qué estoy hablando —le dijo viéndolo nuevamente.

—Deja que te explique. No es lo que tú crees.

—Sí es —mientras lo veía, guardó pausa un momento—. No puedo seguir con esta boda.

—Bebe...

—Estaba en una reunión —le dijo divagando— hablando de mozallela, queso... Y comprendí que, esto no saldría bien. No soporto como mastica al comer. ¡Y odia el aguacate! ¿Sabes que la comida es mi vida entera, verdad? No puedo vivir con alguien así.

Harry la vio contrariado.

—¿Él será el único hombre con el que me acueste siempre? —dijo aterrada mientras se sentaba— Llevo tanto tiempo con él que no recuerdo el porqué seguimos juntos.

Harry se sentó enfrente de ella. No podía creer que le diría lo que le decía a todas sus clientas cuando dudaban.

—Escúchame —Bebe lo volteó a ver—. Eres maravillosa, deslumbrante; y tienes el amor de alguien llamado Louis. Un hombre que mientras tú estabas en reuniones sobre mozarella, me dijo: "¿Cómo pudo haberme escogido a mi? No puedo creer que vaya a casarme con la mujer más increíble del mundo" Eso me dice que este matrimonio tuyo no solo va ir bien, sino que va durar para siempre.

Harry, con los ojos llorosos, terminó de hablar.

—¿Deberas?

—Deberas —le intentó sonreír.

—Gracias, Harry —Bebe lo abrazó llorando también. Harry, en su espalda, dejó caer una lágrima.

༻༺

—¡Porque eres un buen compañero, porque eres un buen compañero, porque eres un buen compañero; y nadie lo puede negar! —cantaban todos al unísono por el cumpleaños de Bart. El festejado al fin sopló las velas de su pastel.

—Feliz cumpleaños, Bart —le dijo Harry a su amigo; él solo le sonrió de vuelta.

—Atención, por favor —habló por lo alto Timothée con convicción—. Quiero hacer un brindis. Primeramente: feliz cumpleaños, Bart.

—Salud —todos respondieron mientras Timothée estrechaba su mano con el festejado.

—Desmond —Timotheé se dirigió a él—. Le doy las gracias a Desmond por haberme traído a su vida; y presentarme a estas personas maravillosas.

—Ah, basta; te quiero mucho.

—Y; un momento —dijo saliéndose del panorama de todos y regresando inmediatamente con un enorme regalo que llamó la atención de Harry; pues el regalo no era para Bart.

Era una casa de muñecas con un lindo anillo de bodas en medio de una de las pequeñas habitaciones.

—Harry; ya sé que cada vez que abro la boca meto la pata y me comporto como un idiota. Y sé que te dije que sólo quería que fuéramos amigos. Pero no puedo traicionar a mi corazón. Así que te haré una pregunta: y si la respuesta es no; te dejaré en paz de una vez por todas —Timothée se postró ante él—. Harry Styles; yo cuidaré de ti, siempre te seré fiel, e igual que he hecho una casa de muñecas; me aseguraré de que tengas un techo firme sobre tu cabeza. Si tú respuesta es sí, puedes estar seguro de que nadie te querrá tanto como yo. Si tú respuesta es sí: me harás el hombre más feliz de la tierra.

Harry lo vio conmovido, y deteniendo la atención de todos, reflexionando sobre la historia de sus padres; y dándose cuenta de que Timothy era el único hombre disponible, decidió doblegarse ante aquella respuesta

Harry sin poder hablar; tomó el juego de Scrabble y formó la respuesta en el juego: O-K.

Timothée lo vio emocionado, y sin poder contenerlo: besó a Harry marcando el principio de su felicidad: ¡Habría boda!

Experto En Bodas (Larry Stylinson)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora