ᶜʰᵃᵖᵗᵉʳ Ⅷ

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ˢᵗᵒⁿᵉ ʰᵉᵃʳᵗ

    
   El rayo de luz entraba como un intruso a través de la ventana, golpeando con enojo en el rostro del chico que con tanto placer dormía. Sus ojos comenzaron a abrirse con lentitud, y ardieron al contacto con la iluminación del ambiente. Se sintió irritado, tenía un intenso dolor de cabeza y el sol no lo estaba ayudando.

Ugh...con un carajoGruñó, agarrándose la cabeza con fuerza

Los recuerdos de lo que había hecho la noche anterior llegaban como balas a su cabeza, sólo causandole una peor migraña. En el interior se arrepentía de haber bebido, al menos tan de golpe, para ser su primera vez. No estaba seguro de querer que fuese la última.

Escuchaba con claridad el ruido de fuera, sus padres ya estaban despiertos, y tal parecía ser estaban discutiendo.

Malditacea...¿No tienen algo mejor que hacer a éstas horas?Se levantó quejumbroso, viendo el horario que el reloj marcaba: 9 a.m

Apenas podía distinguir de qué hablaban, pero sabía que pronto terminaría en gritos, o algo peor, si es que no había pasado ya. Enojado, abrió la puerta de su habitación con brusquedad, y con la peor de sus caras caminó hasta donde ellos estaban: La cocina. Al entrar, ambos se callaron. Vió a su madre secando algunas lágrimas en su rostro, y la marca de un golpe en su brazo. Sintió furor al entender que ya había sucedido lo que esperaba detener, apretó sus puños y fusiló a su padre con la mirada.

¿Tienes algo que decir?Cuestionó el mayor, como un reproche hacia su hijo.

Cheng iba a levantar la voz hasta quedarse sin aire, no le importaba, e incluso estaba dispuesto a agarrarse de golpes con su padre. Lo intentó, sin embargo su madre lo Interrumpió:

No.Dijo, con voz firme.Él no tiene nada para decir.

Cheng se sintió impotente, estaba harto de vivir éstas situaciones, él podía defender a su madre, ¿Por qué ella no le permitía hacerlo?

Si te preguntan, diles que te has caído en el baño.Indicó el hombre, abandonando la cocina.

Le dolía. En lo más profundo de su ser, lastimaba ver a su madre tan asustada, pero eso era todo lo que él conocía. Mamá siempre dijo que eso era amor, entonces...¿Estaría bien si él golpeara a una persona que ama? Para él no era así, aunque no le preocupaba, realmente no amaba a nadie, e incluso diría que le costaba amarse a sí mismo, pero ya había aceptado lo que era: Un chico malo. ¿Realmente apreciaba a su madre? O ¿Sólo amaba la idea de esa mujer? La idea de que ella lo había traído al mundo, lo había criado y amado.

Pero esa no era la realidad, Cheng jamás sintió el amor de absolutamente ninguna persona, ni siquiera de su madre; Durante toda su vida, él fue criado y educado por cientas de mujeres desconocidas, niñeras, y con cada una de ellas aprendía algo nuevo. No cosas buenas, no se le planteó resolver los problemas con paciencia, ninguna de las personas a las que se les pagó cantidades considerables para hacerse cargo de su versión infantil había soportado tenerlo cerca por más de una semana, algunas no llegaron ni siquiera a las primeras 5 horas. Imagina que gente desconocida te grite en tu propia casa, jamás haber sido cargado en brazos por tu madre y que tu padre nunca haya hecho las cosas que se espera de un padre, ni siquiera haberte llevado a una heladería o enseñarte a manejar una bicicleta.

Him ᵃᶰᵈ ℐ ||ᶜʰᵉʳʳʸDonde viven las historias. Descúbrelo ahora