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Me giré para abrazarlo, despertar a su lado era lo que más deseaba. Moví el brazo entre las cobijas, pero su lado de la cama estaba frío. Abrí un ojo para comprobarlo y, para mi mala suerte, él no estaba aquí.

Parpadeé varias veces hasta que mis ojos se acostumbraron a la poca luz que había. Encendí la lámpara del buró y busqué un rastro de Jeonghan, pero nada. Miré mi celular y tampoco encontré un mensaje suyo.

Bajé las escaleras y me encontré con una nota cerca de la entrada. 'Seungcheol me llamó, tuve que irme. Te amo.'

Me quedé viendo esa nota, leyéndola una y otra vez. Eso era lo único que quería: poder despertar un día a su lado. Siempre que él se dormía junto a mí, se iba, por una razón u otra. Durante mucho tiempo imaginé lo que sería estar con Jeonghan, y ahora que estoy intentando que quiera, todo se complica.

Tomé mi celular y hice varias llamadas. En poco tiempo ya estaba subiendo a mi motocicleta rumbo al bar más cercano.

—En serio lo amo —dije mientras le daba un sorbo a mi cerveza —Creo que es la única persona que me ha hecho sentir diferente.

—En serio tienes que amarlo para venir a pedirme un consejo —dijo Seungcheol.

—Eres mi mejor amigo, necesitaba hablar contigo —respondí.

—Hermano, si un chico te hace perder los sentidos, es alguien por el que tienes que luchar. Que nada te importe —dijo.

—El único problema es que él no quiere que su hermano se entere.

—¡Al diablo su hermano! —gritó —Si tú lo amas, no hay vuelta atrás.

Pedimos otra ronda de cervezas y seguimos hablando del tema. Aunque tenía muchas cervezas encima, seguía consciente de que no podía mencionarle que mi chico era Jeonghan. Sé que es arriesgado emborracharme con Seungcheol mientras le cuento sobre mi relación con Jeonghan, pero él era el que mejor me entendía.

Un rato después, mientras yo me acercaba a la barra, vi cómo Cheol salía del bar junto con una chica alta y rubia.

—No te vayas tarde, campeón, mañana tenemos entrenamiento —me gritó mientras arrancaba su coche.

—Ya me voy —dije pagando la cuenta.

Me giré para dirigirme hacia mi motocicleta cuando escuché una risa que me recordó mucho a la de Jeonghan. Volteé hacia la entrada y vi cómo dos chicos entraban al bar.

Con algunas copas encima y la distancia que había entre nosotros, no pude ver si ese chico era Jeonghan. No podía quedarme tranquilo pensando que él podría estar ahí dentro, rodeado de hombres. Necesitaba entrar y comprobar que ese no era él.

Entré a empujones al bar y traté de buscarlo. Fui a la pista de baile y luego a la barra. Esperé cerca de los baños, pero no lo encontré.

Con la vista un poco borrosa, logré ver a Jeonghan en una esquina. Un chico lo estaba besando mientras se aferraba a él. Me levanté de un salto y, entre empujones, llegué hasta donde estaban. Tomé al chico por la camisa y lo empujé contra la pared. Le di un golpe en la nariz y otro en el ojo.

Este rápidamente lanzó un puñetazo a mi mandíbula y me hizo retroceder.

—Lo va a matar —escuché que un chico decía a mi espalda mientras yo repartía golpes en la cara de ese imbécil.

—¡Deja a mi novio! —escuché decir a un chico.

Me giré para verlo, era aquel al que había confundido con Jeonghan. Me volví hacia el pobre chico que había dejado casi inconsciente en el suelo. Salí de allí lo más rápido que pude, subí a mi motocicleta y conduje lo más lejos que pude.

My brother's best friend | JihanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora