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Al llegar de la escuela, fui a la cocina a buscar un vaso de agua. Me senté en la mesa mientras revisaba los mensajes en mi celular.

Subí las escaleras con el celular en la mano y entré en mi habitación. Cerré la puerta y me senté en la esquina de mi cama. Puse la música a todo volumen y comencé a quitarme el uniforme mientras caminaba hacia el baño. Abrí la bañera, encendí unas cuantas velas y esperé a que el agua caliente empezara a salir.

Una vez dentro, sumergí la cabeza en el agua y cerré los ojos. Tenía muchas cosas en la cabeza: tomar decisiones entre dos personas a las que quiero, exámenes, competencias... todo. Cuando abrí los ojos, seguía dentro del agua, viendo cómo las olas pasaban por encima de mí y movían la luz.

Pasé mucho tiempo pensando en lo que iba a hacer ahora, esperando que todo saliera bien. Para ser sincero, no tenía un plan en mente, solo a la persona por la que lucharía.

Salí de la tina y me puse mi bata mientras desenredaba mi pelo con los dedos. Al entrar en mi habitación, vi un traje rojo oscuro junto a unos zapatos elegantes encima de la cama. Extrañado, me acerqué y encontré una nota junto a ellos que decía: "Vístete con esto, te espero afuera".

Caminé hasta la ventana y lo vi abajo, esperando junto al árbol frente a mi casa. Mi corazón se aceleró mientras sonreía. Él venía vestido con pantalones negros, una camisa de botones, tirantes negros a juego colgando por sus hombros y un saco colgando por encima de su hombro.

Hizo una seña para que abriera la ventana y se acercó a ella.

—¿Qué haces aquí? —pregunté.

—Quería verte.

—¿No podías esperar hasta mañana?

—No podía esperar ni un segundo más.

Incliné la cabeza mientras sonreía; tenerlo conmigo era más de lo que podía pedir.

Me giré para tomar la ropa y salí hacia el vestidor para cambiarme. Puse un poco de perfume y tomé un abrigo antes de salir de casa.

—Te vez precioso —dijo mientras cerraba la puerta.

Rápidamente me tomó entre sus brazos y me besó lenta y rítmicamente.

—Tu te vez muy guapo —respondí cuando terminó de besarme.

Sacó las llaves de un auto y me giré para ver el auto de su padre.

—¿A dónde vamos a ir? —pregunté mientras me abría la puerta del auto.

—Es una sorpresa.

Podía adivinar que sería un lugar elegante, tal vez me llevaría a cenar o a una obra de teatro. Pero cuando se estacionó afuera del edificio de Jihoon, supe que nada sería como pensé que lo fuera.

—Llegamos —dijo mientras me ayudaba a bajar.

—¿Vamos a casa de Jihoon?

—No exactamente a su casa.

—No entiendo.

—Sé paciente, lindo.

Entramos al elevador y movió la mano para presionar uno de los botones, pero antes de hacerlo se giró para verme.

—Cierra los ojos, lindo —dijo con esa voz que agitaba cada una de mis entrañas.

Asentí mientras cerraba los ojos y rápidamente sentí cómo el elevador empezaba a subir.

Las puertas del elevador se abrieron y mi piel se erizó cuando el aire frío de la noche bailaba por mis brazos.

—No abras los ojos hasta que yo te lo diga —me susurró al oído.

My brother's best friend | JihanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora