Uno cree conocer a las personas como la palma de su mano, pero en realidad no es así, uno nunca termina de conocerlos y ese es el error que muchos cometen.
¿Cuál será el secreto de nuestro querido cervatillo? mejor conocido como el demonio de la ra...
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El caos seguía sin ceder en Ciudad pentagrama, tanto así que algunos Overlords estaban en batalla y otros, por no decir Velvette trataba de controlar el fuego en la torre.
Su padre no aparecía y Alastor seguía en labor de parto, por ello, Vaggie, Husk, Niffty y Angel se quedaron a cuidar del hotel en lo que ella trataba de controlar la situación.
Sólo podía atinar a esquivar los ataques de los ángeles exterminadores. Tenía que encontrar rápido a su padre. Pero al verla ahí se detuvo.
«¡Oh por los mil demonios! »
Sera estaba ahí, ¿¡Por qué carajos estaba ahí!?
—¿Qué es lo que busca un ser tan poderoso en este mundano lugar? —hablo con un tono irónico.—¡Largate de aquí, no eres bienvenida en este lugar!
—Por favor, hija de Morningstar, tienes que escuchar.
—¡No escucharé nada que venga de la boca de una asesina, estas personas son mi gente y daré todo de mi por protegerlos, así me cueste la vida!
No supo en que momento sus piernas reaccionaron, pero se abalanzó sobre Sera, claro que ella sin lugar a dudas era más poderosa que Charlie... ¿Verdad?
La rubia no dudó en propinarle un golpe en la cara a Sera. —¡Espera Charlie, tengo que hablar contigo!
La detuvo con un lazo angelical. —¡Ya te dije que!
—¡Lo se, pero si no me escuchas será demasiado tarde para hacer algo!
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_¡Vamos sonrisas, tu puedes! —animaba Angel, el cual recibió un almohadazo como respuesta. —De acuerdo, veo que esto es muy duro, mejor me quedo callado.
—¡Ve por agua caliente y toallas para recibir al bebé en lugar de sentarte y tú —señalo a Alastor—no te distraigas,
El dolor en la espalda y en su abdomen eran increíblemente insoportables. Su mano buscaba de que aferrarse para su suerte y desgracia de Husk, que se encontraba cerca, lo agarro de la cabeza. No sabía si era su imaginación, pero podía sentir como los huesos de su cadera se separan para darle paso al bebé. Todos sus músculos se tensaron, sintió como el aire abandonaba sus pulmones y su mandíbula, se mordió tan fuerte el labio que un pequeño hilo de sangre bajo de su labio. El miedo que sentía era demasiado, inconscientemente buscaba a Lucifer pero no estaba ahí. ¿¡En dónde carajos estaba!?
En este momento fue inevitable no pensar en su madre, ¿ella también pasó por lo mismo cuando lo tuvo? ¿Se habrá sentido sola? ¿Con miedo?
—¡Ya sal, pequeña pulga del demonio!
Unos pujones más y al poco tiempo escucho un llanto, era tan fuerte y llena de vida, pero nuevamente sintió el mismo malestar y sintió la necesidad de pujar. Vaggie se dio cuenta y le dejó a la bebé a Angel que se encargó de limpiar los líquidos de la nariz y de la boca a la bebé y ponerle ropita.
