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—Jiminie, ¿Todo bien? —una vez entro su padre al auto miro el estado en qué estaba su pequeño hijo menor, se preocupo, pues bien sabía que las palabras de su ex esposa habían lastimado su corazón, ¿Dónde estaba aquel niño dulce?, porque esa cara sería y ojos vacios le indicaron que su pequeño no era el mismo.

—No papá, dime la verdad, ¿no soy hijo de mamá? —pregunto en un sollozo que no pudo contener más, sus ojos totalmente cristalizados rompieron un poco más el corazón del señor Park.

—Como puedes pensar eso Jiminie, eres mi hijo de sangre y también de mamá ambos somos tus padres biologícos no pienses lo contrario, te amo hijo, te amo mucho. —se acercó envolviendolo en un abrazo fuerte. Le dolía verlo tan roto, y aunque el mismo tenía el corazón roto en ese momento pero no podía hacer de lado los sentimientos de su hijo menor, el lo necesitaba más.

— ¿Entonces porque mamá no me quiere papá? Ella me odia porque no nací bonito y delgado como Hoseok, soy gordo y feo, en cambio ella es perfecta... -el señor Park también lloro de impotencia, nunca debió dejar que también las palabras de Yunha afectarán de esa manera a su hijo menor, porque el sabía lo que sentía Jimin en su corazón, porque compartia ese sentimiento porque también su familia había sido cruel con él.

—Mirame Jimin, —le levanto el rostro- tu no eres feo hijo, cariño eres el ser más hermoso que mis ojos han visto desde que naciste fuiste y eres el ser más hermoso y el regalo que nos dió la vida, tienes un corazón noble y humilde, Jiminie no dejes que entre odio ni resentimiento en él. —abrazaba a su pequeño hijo dándole palmaditas con cariño. —Veras que una nueva vida nos espera en Los Angeles, ¿te gusta la idea de empezar nuevamente?— Jimin solo asintió un poco menos triste, porque era atractiva la idea de empezar lejos de todo lo malo de su vida.

Entre pláticas de apoyo ambos fueron al departamento que tenía antes de conocer a Yunha, definitivamente no quería volver donde un día fue feliz con la mujer que creyó que amaba pues la nueva Yunha no era la persona que se enamoro, todo fue solamente una ilusión, Jimin estuvo de acuerdo de quedarse alli en lo que pasaba el tiempo para irse a Los Angeles.







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— Dime la sorpresa ya Jiminie, no seas malito sabes que odio adivinar.

Al día siguiente que su madre y Hoseok se habían ido a Italia Jimin fue a la escuela un poco mejor de ánimos ya era la última semana de clases y quería dejar de ser el niño invisible aunque justo ese fin de semana se hiba con su papá a Los Angeles.

Jimin se le acercó mucho más, sacando una paleta de sus labios y miró a Taehyung con un brillo especial en los ojos.

Estaba emocionado.

—Pues que ya no tendremos que separarnos Tae... —sonrio dulcemente mirando a su amigo con una ceja levantada este aún sin captar lo que quería decir su Jiminie.

—Jiminie, aunque también lo desearía no puedo quedarme en Corea bebé, mis padres no lo quieren ni pensar. — su tono triste y de frustración era palpable.

Jimin rodó los ojos y se sentó en el regazo del más alto mirándolo con una sonrisa a los ojos, la verdad ambos ya se tenían una confianza única e íntima.

—Enserio no aciertas ni una Tae. —se rio y Tae aún tenía cara de no entende,  con una ceja alzada le siguió mirando.— ¡Que me voy contigo a Los Angeles, Papá tiene que ir por negocios y me voy con el!

Taehyung abrió los ojos más que feliz, y se paró alzándolo de la cintura por los aires. —¡Que emoción Jiminie! No vamos a separarnos. —gritaba dando vueltas con Jimin en sus brazos quien reía con la mejillas rojitas, pero sin dejar de abrazarlo emocionado.

Metamorfosis [Kookmin]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora