8: Y de pronto coincidencias

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Lena iba en un taxi, sabía que era tarde, pero cuando empezaba a trabajar en algo se afanaba tanto que el tiempo pasaba sin que ella lo sienta. Iba camino a un bar al que Dima la había llevado hace poco, le gustó el ambiente por eso se animó a volver a ir. Un sonrojo la invadió, no entendía el por qué de su reaccion, así que recordo lo que aconteció aquel día...

- Flash back -

Tras haber compartido una hermosa velada con Dima, poniéndose al día después de varios días sin verse, por el viaje de negocios de su novio, la pelirroja fue al baño con el propósito de retocarse el maquillaje.
El baño tenía una suave iluminación, solo había una chica adentro, además de ella, y estaba ocupada maquillándose frente al espejo. Lena por poco se va para atrás al ver que se trataba de Julia, lucía un vestido blanco entallado, de tirantes con un escote, que si bien no dejaba ver más de lo permitido, se veía bastante sexy además estaba una abertura del vestido en la pierna izquierda.

"Es sin duda la mujer más hermosa y sexy que he visto en mi vida", pensó Lena y de pronto se sintió un poco insignificante con ese vestido negro de cóctel y su peinado de cola alta de caballo.

- Hola Lena, disculpa por estar acaparando todo el espejo.

- Hola, no te preocupes, voy a usar el retrete - sintiéndose turbada al ver su serenidad, mientras ella estaba con el corazón acelerado.

La pelinegra le sonríe mientras Lena huye metiéndose en uno de los cubículos, reprendiendose a sí misma por haber detallado su escote. Ella sale del cubículo, se lava las manos y se pone al costado de Julia frente al espejo para retocarse el maquillaje, el lápiz de ojos se ha difuminado y necesitaba darse una pasada de lápiz labial.
Mientras la pelirroja busca sus cosméticos en su cartera, oye a Julia decirle.

- Me encanta el color de tu cabello.

- Gracias - responde y al mismo tiempo se pasa una mano por la cabeza - A mi me encantaría tener un cabello como el tuyo.

- Siempre pasa, queremos lo que no tenemos.

Julia la mira fijamente por un instante prolongado y Lena se sorprende al imaginarse viendo lo que hay debajo de ese escote "¿A qué viene eso?"

J: Tienes un poco de... Espera, deja que... - se acerca, le sujeta la barbilla, y, con una toalla de papel para secarse las manos, limpia el lápiz de ojos.

Lena apenas puede respirar al tener su rostro tan cerca del de ella, a pesar de eso esta con todos sus sentidos puestos en la pelinegra por lo que su exquisito perfume no pasa desapercibido. La pelirroja observa como Julia saca de su bolso un lápiz de ojos y una paleta con distintas sombras de colores que sostiene frente a ella.

J: ¿No te importa ¿verdad? Cierra los ojos.

Sin imaginarse lo que se avecinaba, ella obedece el pedido. Se estremece al sentir a la pelinegra pasando el lápiz por el borde de sus párpados y luego siente que usa la yema del dedo para retocarlo. Nota que repite el proceso, luego siente un fino polvo sobre la zona superior del pómulo.
El ligero contacto con su piel la tenía fascinada, era tan suave que de pronto se sintió algo mareada. Al sentir que retira su mano, siente una punzada de pesar.

- Listo, estas linda Lena - dice señalando al espejo.

La pelirroja se mira al espejo, el maquillaje de Julia había logrado que sus ojos se vean más grandes de lo que son. Se veía muy bien y era lógico que siendo modelo sepa de todos esos trucos de belleza.

- Gracias por maquillarme los ojos, espero que un día me ayudes a mejorar mis esfuerzos de aficionada. Por cierto luces hermosa - dijo esto último sin poder evitar sonrojarse.

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