11: La tribulación de Lena

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Lena apenas estaba procesando el día entero estando con Julia y para ser franca había quedado prendada de ella. No solo de su físico sino de su personalidad, tenía un lado espontáneo y divertido, además poseía un lado sexy que fluía tan natural como respirar.
Es cierto, solo había sido un día, pero para ella eso era suficiente para darse cuenta del tipo de chica con la que estaba tratando.
Alguien bastante sociable, sincera, con una mentalidad genial, expresiva, simpática, para nada mezquina en compartir sus secretos para verse bien, la hacía sentirse cómoda, era tan normal como cualquier chica. Lo cual le había sorprendido gratamente tratándose de una modelo.
Cuando le enseñó a maquillarse, le costó trabajo concentrarse por lo que falló en el delineado y Julia tuvo que acercarse a ella para ayudarla.
Esa acción hizo que contuviera la respiracion y que su piel se ponga de gallina ante el contacto y con eso en mente se durmió. En algún momento de la noche tuvo un sueño...

Dima le decía: "Te regalo mi corazón roto" con una mirada triste, lo veía desaparecer entre niebla y la lluvia.
Ella caminaba entre la lluvia, buscando a alguien solo que no sabía a quién, entre la niebla apareció Julia quien camino en su dirección hasta quedar muy cerca de ella.

J: No te conocía, pero había un destino que nos uniría.

L: Hasta ahora eras una desconocida y hoy te doy mi corazón ¿Lo quieres o no?

Como respuesta, la pelinegra rompió la distancia entre ambas quedando cerca de sus labios, Lena la tomó del rostro y la besó acompasadamente con una pasión que no sabía de donde había salido.

La pelirroja despertó sobresaltada, todo se había sentido tan real y de pronto en el silencio de la madrugada todo tuvo sentido. Su sonrojo al ver a Julia, el latir apresurado de su corazón al tenerla cerca, todo lo que su sola presencia la hacía sentir, la razón de por qué no se resistía a verla de pies de cabeza, el motivo por el cual se quedó absorta desde la primera vez que la vio en TV.
No resultó ser la razón que se había empeñado en creer, para su sorpresa era algo que había estado dentro de ella y la presencia de Julia hizo que aflore... "Julia, ojitos azules me gusta. Santo cielo, la novia de mi hermano, la hermosa novia de mi hermano"- llevándose las manos a la cara para taparsela.

Desde que hizo ese descubrimiento, estaba desencajada y diariamente mientras se ponía rimel en sus ojos tristes, sonreía al recordar a la pelinegra enseñándole la manera correcta de usarlo con esa mirada encantadora para que después esa sonrisa se desvanezca al recordar que no debía gustarle Julia.
A pesar de tener eso presente y no haberla visto desde el día del spa, no se ayudaba viendo sus estados de Whatsapp y de Instagram.
Además que las palabras dichas en su sueño, daban vueltas en mente y al recordar el beso revivia la pasión experimentada lo cual hacía que el  pudor la invada y la haga sentir culpable.
Sus días pasaban enfocada en su trabajo y ver vestidos de novia. Además eran más cariñosa con su novio que de costumbre y pasaba casi todo su tiempo libre con él.
Dima notó la diferencia en la actitud de Lena y estaba encantado.

Días después...

Tratando de despejarse Lena quedo en ir a una discoteca con unos compañeros de trabajo. Como ella hacía home office algunos días, cálculo mal y llegó antes que ellos, sin embargo no tuvo problemas porque la reserva estaba hecha.
Llevaba un rato allí sentada, mirando su celular cuando la música cambió y el lugar cambió de iluminación para volverse una pista de baile, fue allí cuando su atención se centro en las parejas que salían a bailar y entre ella vio un grupo de donde una pelinegra destacaba, sí Julia. Ella reía, conversaba animadamente, bebía con su grupo, tomó de la mano a una de las chicas del grupo y salió a la pista.
Alzó un brazo, mientras movía la cabeza de un lado a otro y al mismo tiempo sus caderas. Su cabello bailaba de un lado a otro, mientras se contorneaba. Julia siguió bailando y la pelirroja no podía apartar la vista de ella, en algún momento ella miró a su alrededor y vio a Lena, ambas cruzaron miradas, no estaban tan lejos, Julia notó que le dedicaba una mirada bastante intensa y que se estaba mordiendo el labio inferior, la pelirroja al verse descubierta opto por apartar la vista y huir al sanitario.
Se encerró en un cubículo, culpandose por haber detallado el cuerpo de la pelinegra de una forma que la hacía sentir culpable y pervertida a la vez. Sus hormonas la manejaban y su razón se impuso cuando se vio descubierta por Julia.
"Creía en los cuentos de hadas, siempre soñe con ser parte de uno, que conocería a un príncipe y yo sería la princesa... Ahora sigo siendo la princesa, pero en vez príncipe hay otra princesa. No es como lo imagine, siento que estuviera en el cuento equivocado.... ¿Cómo acabará está historia?"

***********
En otro lugar, Iván caminaba apurado a la avenida para tomar un taxi, sin ver quien se encontraba a su alrededor alzó la mano.

I: ¡Taxi!

Puso la mano en la manija del auto que se había detenido, coincidiendo con una castaña a la que reconoció como la amiga de su hermana.

N: Oh, lo siento. Pensé que...

I: No, es mi culpa, no te vi. Este es tu taxi, yo tomaré el que sigue.

N: Uhm, de acuerdo- tomando la manija del auto para entrar, esbozo una tímida sonrisa y ya estaba por subir cuando agrego- Mira yo solo voy al bar Garage ¿Quieres compartir el taxi?

I: Qué casualidad, yo también. Vamos en este taxi.

T: ¿A dónde van?

N: Al bar Garage.

I: Yo también.

Ambos se sentaron en asiento trasero, Nastya se inclino hacia delante de su asiento y quedó por un momento mirando fijamente el perfil del rubio, trató de disimular y su mirada bajo a observar sus pantalones, logrando que él lo notará y la mirara interrogante.

I: ¿Pasa algo?

N: Eh perdón, yo solo... Quiero decir me preguntaba si eres Iván el hermano de Lena.

I: Sí y tú eres Nastya ¿verdad?

N: Así es, noo eres de Moscú ¿verdad? ¿De dónde eres?

I: Soy de San Petersburgo, pero viví muchos años en Alemania.

N: El país de la buena cerveza.

El rubio asintió.

N: Así que ¿Vas a una reunión de trabajo o algo así?

I: ¿Trabajo?

N: Es que cuando te conocí tenías una reunión de trabajo -dijo sonrojada.

Iván sonrió al ver su gesto y agregó: He quedado con un grupo de amigos, nada de trabajo.

N: Ah eso suena genial.

Nastya no podía creer su suerte, haber coincidido con él nuevamente. Claro que lo reconoció desde el principio, al verlo se sintió feliz por anteponer el trabajo y haberse ido sin sus compañeros de oficina.

Llegaron al club, Iván pagó y bajaron del taxi.

N: Gracias por pagar, fue agradable compartir el taxi contigo.

I: No es nada, lo mismo digo. Nos vemos- estaba a punto de dar la vuelta para entrar cuando oyó a la chica decir algo, haciendo que se detenga.

Desde que llegasteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora