14: Una cita

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Días después...

Julia llegó a casa de Iván, había quedado en encontrarse allí para ir a una exposición de fotografía, cuando estaba a punto de tocar el timbre, Inessa abrió la puerta.

- Oh Julia, que sorpresa verte por acá.

- Buenas tardes señora Inessa, quede en encontrarme aquí con Iván.

- Iván debe estar por llegar, solo esta Lena, pasa, estas en tu casa. Ah y llamame Ina, nos vemos.

- Ok Ina, hasta luego.

Julia entró a la casa, dejó sus zapatos a un lado y se puso las pantuflas para invitados. Cuando estaba a punto de doblar para entrar a la sala su celular vibró y vio un mensaje del rubio: "Preciosa llegaré lo más pronto que pueda, hay tráfico. Esperame". Giro mientras guardaba su móvil, quedó inmovil observando el sofa frente a ella, su mirada vago por unos delgados y blancos pies luciendo una pedicura, unas piernas blancas que sin duda llamarían la atención de cualquiera. Sentada de lado con una pierna sobre otra además vestía un corto short que dejaba ver una buena parte de uno de sus muslos y un bra negro que mostraba el nacimiento de sus pechos en un generoso escote donde no pudo evitar perderse por un momento. Su mirada continuó subiendo y se encontró con la pelirroja, la que por cierto no se había dado cuenta de la inspección a la que había sido sometida, además de encontrarse absorta leyendo un libro en el sofa de su sala. Con los ojos cerrados Lena se puso de pie, se estiró, doblo un poco las rodillas y dio un salto que hizo que sus senos saltarán con ella.
Para la pelinegra dicho movimiento no paso desapercibido por lo que hizo algo de bulla para que Lena se percate de su presencia.

- Ho... hola Julia - Respondió con el rostro iluminado por una gran sonrisa, acto seguido se puso la remera que tenía al lado.

- Hola Lena.

- Ehm, no te escuche entrar.

- Me encontré con tu mamá y me dejó pasar.

- Ya veo ¿Gustas tomar algo?

- No, asi estoy bien. Disculpame un momento - poniéndose de lado quedando de perfil a la vista de la pelirroja, para mandar un mensaje en su celular.

Lena la detallo sin ningún disimulo al verla en esa posición, pero su atención se centro en su trasero y aparto la mirada inmediatamente al notar el movimiento de Julia guardando el móvil para volverse hacia ella.

- Eh Julia, quería decirte que me gusto el día de spa contigo.

- A mi también.

- Y bueno como tú me invitaste esa vez, ahora yo quería invitarte para ir a comer algo. Yo sé que tienes una vida muy ocupada con eso del modelaje...

- Puedo hacerme un tiempo.

- Genial, verás hay un lugar que tiene unos postres increíbles ¿Te gustan lo dulce?

- Me fascina el dulce.

- Entonces vamos ¿Cuándo podrías?

La pelinegra estaba a punto de contestarle cuando Iván entró a la sala.

- Hola Jul, disculpa la tardanza- dándole un beso en los labios.

Desde que llegasteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora