12. Sensaciones inevitables

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- ¡Iván!

El rubio, volteó al oír el llamado de la castaña.

- Ehh tal vez te parezca algo rápida, pero en vista que nos hemos encontrado ya dos veces y tenemos en común a Lena ¿Me das tu número? -dijo sin que las palabras pasarán el filtro de razonamiento habitual.

- Sí claro -procediendo a anotar su número en el móvil que le extendió la chica.

- Ok, te timbro para que me agregues.

Iván la agregó en sus contactos, se despidió de ella y entró al bar.
Nastya estaba feliz por haberse salido con la suya, se entretuvo escribiendo a sus compañeros de oficina quienes le confirmaron que la estaban esperando a ella y Lena.
Entro al bar, camino a la mesa se encontró con Lena. Nastya iba bastante animada, pero el espíritu festivo se le fue al verlo bailar con una pelinegra con bastante confianza, ella poniendo una mano en uno de sus pectorales acariciando su pecho mientras bajaba contorneandose al ritmo de la música, luego le dio la espalda a Iván quien aprovecho en poner sus manos que bajaban de la cintura a su cadera atreyendola hacía él.
La pelirroja que también estaba siendo muda testigo de todo, les dirigió una mirada fulminante que ninguno de los 2 notó pues andaban metidos en un baile candente y acompasado.

Llegaron a la mesa, tras saludar a sus compañeros Lena se sentó de perfil al lugar de su hermano y Julia, con Nastya a su lado.
La pelirroja no podía evitar mirar a Julia de rato en rato, entre tragos que iban y venían, participaba en la conversación para no quedar mal. A pesar de su abstracción con la pelinegra, pudo notar que Nastya también miraba en la misma dirección que ella con la misma frecuencia.
Ya entrada la madrugada, Lena y Nastya miraron como la pareja se iba de la fiesta en medio arrumacos.
La castaña se pasó de copas, por lo que Lena llamó a su casa a decir que se quedaría en casa de su amiga.
No tardaron mucho en irse, Nastya medio de su borrachera decía palabras sueltas: "Modelo.... bonita... ¿Por qué?... Mala suerte... me encantas".
La primera reacción de Lena al asociar las palabras fue que Nastya tenía un crush con Julia y no podía culparla. La pelinegra tenía muchos fans entre chicos y chicas, quiso preguntarle si lo que suponía era correcto, pero en el estado que se encontraba no era capaz de brindar explicación alguna.

Al día siguiente, después de desayunar y tomar una aspirina, Nastya ya estaba en sus cabales otra vez, por lo que la pelirroja aprovecho para interrogarla.

- Nas ¿Desde cuándo somos amigas?

- Desde el kinder.

- Así es, nos tenemos confianza ¿verdad?

- Claro que sí, ambas sabemos de cada una cosas que nadie sabe.

- Entonces ¿Por qué no me dijiste que te gusta Julia Volkova?

- ¡¿QUÉ?! ¡¿DE DÓNDE SACAS ESO?!

- Por lo que balbuceabas cuando veníamos en el taxi modelo, bonita, me encantas.

- Lena cuando está borracha dice cosas sin sentido.

- Más bien yo lo que oído es que los niños y los borrachos nunca mienten. Además te vi que mirabas hacia la mesa que estaba ella desde que llegaste.

- No, te equivocas.

- No me mientas, ni tengas miedo de sincerarte..

- ¡Es que no!

- Igual te voy a querer..

- ¡Ya basta! ¡No es así!

- No te avergüences...

- ¡No es a ella a quien miraba sino a tu hermano! - exclamo colorada.

- ¿Ahh? Estabas viendo a Iván...

- Sí, no te lo había dicho, pero nos conocimos por allí.

- ¿Te gusta mi hermano?

- Sí, me encanta. Aunque ya vi que esta con esa modelo bonita de Julia Volkova, quiero hacer mi lucha y no me mires así. Según me dijiste no han llegado ni al año y no es que estén casados.

- Vaya, eso sí me sorprende.

- Ahora Lenita, si la memoria no me falla yo no era la única que miraba hacia esa mesa y a la pista de baile cuando salía a bailar tu hermano con Julia. No me digas que también te gusta tu hermano ¿o sí?.

Lena se puso colorada, podía mentirle, pero ambas se conocían demasiado bien, sabía que ella la pescaría.

- No ¿por quién me tomás?

- Entonces sino mirabas a Iván, estabas viendo a su acompañante.
Dime ¿Te gusta Julia?

- Nas, ya es tarde -dijo viendo su móvil.

- No te vas hasta que me respondas.

- Nastya esto es complicado para mi, pero dime ¿Alguna vez alguien ha llamado más tu atención que cualquier otra? ¿Has sentido que te estremeces solo porque rozó o tocó alguna parte de tu piel?
¿O que sonrió alguna vez que sus miradas se cruzaron?... ¿O que con su sola presencia te acelera el corazón?... ¿Lo has sentido?

- Eso me pasa con Iván - suspiro.

- A mi también, Julia es quien lo causa y no debería ser así.
Me voy a casar con Dima, sin embargo él nunca ha estado ni un poco cerca de provocar todo lo que Julia me hace sentir... y me siento culpable que sea precisamente la novia de mi hermano la que motive esto, la hermosa novia de mi hermano....- expreso mientras miraba al piso.

- Len hay cosas en la vida que se pueden controlar. Si bien las sensaciones se pueden controlar hasta cierto punto con ciertas técnicas, hay sensaciones y emociones que son naturales e inevitablemente las experimentarás.

- No creo que...

- Sé que quieres cambiar las cosas y no puedes. Eso te frustra.

- No puedo sentir diferente, experimento sensaciones producidas solo por Julia además me hacen sentir bien y luego...

- Seguro te preguntas ¿Por qué debes dejar de sentir algo que te hace sentir bien?

- ¿Eres bruja?

- No, soy psicóloga- dijo encogiendose de hombros mientras la sonreía.

Camino a casa en el metro, Lena meditaba. No era su culpa sentirse de esa forma con Julia, su cuerpo reaccionaba naturalmente.
Además había una frase que había dicho Nastya resonaba en su mente: "Aunque ya vi que esta con esa modelo bonita de Julia Volkova, quiero hacer mi lucha y no me mires así. Según me dijiste no han llegado al año y no es que estén casados".
Su amiga lo iba a intentar, pero ella ¿Sería capaz de atreverse? y lo segundo ¿A Julia le gustarían las chicas?

*************
Julia se levantó de la cama, se puso su ropa interior y encima la camisa de Iván que dormía plácidamente boca abajo sobre la cama.
La pelinegra, abrió la refrigeradora del rubio, felizmente tenía yogurt, bebidas hidratantes y algunas frutas.
Miró la despensa encontró pan negro envasado, atún, café para pasar e infusiones.
Mientras pasaba el café y preparaba el desayuno para ambos, recordaba detalles de la noche anterior con Iván, la forma de mirarla, de decirle cosas al oído que la incitaban a marcharse con él para tener un momento de pasión a lo que finalmente accedio.
Luego le vino a la mente Lena, esa mirada que le dio en el jacuzzi y después de varios días sin verla notó la intensidad de su mirada en ella, en sus movimientos, en sus acciones.
"Tal vez estoy pecando de egocéntrica. Quizás solo se le subieron los tragos y esa mirada era por la embriaguez o quizás es una hermana celosa'". Negó con la cabeza, mientras continuó preparando el desayuno.

Desde que llegasteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora