3: La modelo

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La pelinegra arribo a su departamento después de la sesión. Vivía sola, había dejado la casa de sus padres a los 20 años. Se cambio de ropa, vistiendo pants, sudadera y sin una gota de maquillaje parecía una adolescente.
Se miró al espejo y vio su piel bronceada, le gustaba estar así todo el año, también ir a la playa, salir de compras y pasar tiempo con sus amigos. Así era ella, una chica hermosa, llena de vida, sin mayores conflictos o desórdenes interiores, una chica algo traviesa por su edad y a la vez madura.
Penso divertida que si la prensa la viera quedaría decepcionada, sobre todo por la imagen de sex symbol que ellos habían vendido de ella al público.
Hoy no tenía ganas de salir, en compañía de sus mascotas Viva y Shelton se preparo algo rápido a base de verduras con alguna fruta de postre para comer y alimento a sus mascotas.

Julia inició en el mundo del modelaje con 14 años, cuando en el afán de probar algo distinto decidió cambiar su cabello rubio natural a negro. Su nuevo look la hizo destacar aún más, su personalidad extrovertida y su carisma la habían hecho popular en su escuela.
Todo empezó el día en que se encontraba de compras con su mamá en el mall Yevropeyskiy.
Una mujer llevaba rato observándola, cuando Julia se percató le devolvió la mirada. La mujer empezó a caminar en dirección a ella y la pelinegra de inmediato tomó del brazo a su mamá, pensando que de esa forma la mujer desistiria de acercarse, pero no fue así. La mujer se plantó frente a ambas, se presentó como agente de modelos, dijo que vio a la pelinegra y su instinto le decía que tenía mucho potencial, les entregó una tarjeta recalcandoles el horario en que la podían encontrar.
Después de unos días de conversar con su mamá Larissa sobre aquella propuesta, decidieron probar suerte. Acompañada de su mamá, Julia se apareció en la agencia, tras ser avisada por la recepcionista, la agente salió y se mostró feliz de ver a Julia.
Ambas pasaron a la oficina de la agente para despejar todas sus dudas, ella les dijo que el biotipo de la pelinegra no era para pasarela, pero estaba perfecta para publicidad.
Aún así tendría una formación integral donde le enseñarian cómo caminar en pasarela, porte y postura, expresión corporal, cómo lidiar con photoshooting, etiqueta de mesa y protocolo, recibiria asesoría de imagen, cursos de locución y oratoria, coaching emocional y automaquillaje.
Le tomaron unas fotos de frente y de ambos perfiles como inicio.
La agente preguntaba por los avances de Julia a los profesores, los cuales decían que tenía un talento natural para eso, que era bastante receptiva para aprender y celebraban su acierto al descubrirla.
Al cabo de 2 meses el curso finalizo con una elección de vestuario y asesoramiento para un book profesional. Una vez listo el book, la pelinegra fue fichada y entró al catálogo de modelos.
Llevaba menos de una semana de eso cuando la llamaron para su primer trabajo, un comercial para una conocida marca de shampoo, pero eso era solo el principio. Con 17 años y ya con experiencia en el mundo publicitario negocio un ventajoso contrato que la proclamaria como el rostro caracteristico de la línea de cosméticos más popular de la época, convirtiéndose así en toda una estrella en el mundo publicitario.
Ella había deseado la fama y cuando la consiguió, se asusto un poco al ver el poder que tenía ante la gente que la seguía, copiando su estilo y usando las marcas que publicitada. El percatarse de eso hizo que sea más selectiva en su trabajo.

La pelinegra reviso su celular, tenía un mensaje de Yanna: "Hola preciosa, la pasamos muy bien la otra vez. Cuando quieras estaré disponible para otra noche igual de placentera, buscame. Ya sabes donde encontrarme". Julia no pudo evitar esbozar una sonrisa.

Si, Julia es bisexual. Una faceta desconocida para ella hasta los 17, nunca había pensado en enamorarse de una chica antes, pese a que el amor entre personas del mismo sexo no era algo que fuera chocante para ella y no tenía ningun prejuicio, era simplemente que no se imaginaba en esa situación.
A ella le gustaban los chicos y ellos se sentían atraídos por ella. Es más, con la fama su número de pretendientes había aumentado considerablemente, ahora chicos de la farándula local la buscaban.
Cuando empezó a trabajar con la marca de cosméticos hizo sesiones grupales con diferentes modelos, allí fue donde coincidió repetidas veces con Alina, una modelo que si bien no era muy agraciada era bastante fotogenica. Alina era más alta que ella por lo que cuando posaban juntas hacían que Julia se parara sobre un ladrillo y solo les hacían tomas de la cintura para arriba.
Ambas congeniaron bien y empezaron a pasar tiempo juntas. A la pelinegra le gustaba estar al lado de Alina, le agradaba su personalidad y hasta empezó a verla bonita. Julia pensó que era por el aprecio que le tenía, pero cuando un día, sin que ella lo esperara, Alina la abordo para besarla y ella le correspondio el beso. Descubrió que estaba enamorada de una chica, que tenía sentimientos por ella.
Aunque no pasaron a más que besos y no duraron más de 6 meses, eso hizo que Julia empezará a fijarse en otras chicas.

Si bien sus relaciones más formales habían sido con chicos, si conocía a alguna chica y ambas se gustaban el romance entre ellas se daba eventualmente.
Julia había mantenido esta parte de su vida en el ámbito privado, sólo sus amigos más cercanos conocían esta faceta en ella. De hecho si por ella fuera sería abiertamente bisexual, pero su agente le dijo que por su trabajo no sería conveniente sacarlo a la luz. Corría el riesgo de que las marcas con las que trabajaba rescindieran su contrato con ella y eso implicaría pérdidas económicas, además de perder el estilo de vida que estaba acostumbrada a llevar, pero no se trataba sólo de ella. Julia apoyaba económicamente a sus padres y abuelos, a estos últimos les había comprado un departamento cerca de la casa de sus padres.

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Al día siguiente la sesión sería en un jardín privado.
Iván fue uno de los primeros en llegar para ver la locación y buscar las partes del jardín donde se harían las fotos.
Dejó todo coordinado con los técnicos y se fue a preparar su equipo. Julia y Katya no tardaron mucho en llegar, nuevamente Iván quedó quieto al verla llegar, esta vez la pelinegra lucía una minifalda de jean, sandalias de tacón y una blusa negra manga larga con cuello V.
Julia saludo de manera general, pregunto a los asistentes donde estaba el vestidor y fue a prepararse.
La sesión se dio excelente, Julia era bastante profesional, salía muy bien en todas las tomas incluso en aquellas que él le tomó desprevenida.
Las horas separadas para la sesión pasaron rápidamente y cuando menos lo esperaba la sesión había llegado a su fin.
Aunque pasó por la cabeza de Iván pedirle su número e invitarla a salir chocó con la realidad, estaba siendo iluso. Era nuevo en la ciudad, se movilizaba en transporte público, había vendido su auto para venir a residir en Moscú, mientras que ella se movilizaba en un Mercedes del año. Ese era su primer trabajo ¿Cómo podía aspirar a querer conquistar a una chica que de lejos estaba en otro nivel?
Se despidieron, él la vio partir y Julia se fue sin saber que tenía un nuevo admirador.

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