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El aire se siente raro.
Forzado y, sin embargo, también se siente opresivo, como si algo o alguien estuviera empujando sus hombros, tratando de obligarla a seguir su voluntad.
Kagome frunce el ceño mientras ajusta a Koushi en su portabebés gris. Necesitan regresar al santuario lo antes posible. Algo simplemente no le sienta bien. Ella entra a la estación y parpadea. ¿Por qué todos la miran fijamente? Por supuesto, ella es madre soltera y todo eso, pero normalmente todos se vuelven para otro lado y se ocupan de sus asuntos.
¿Qué pasa?
Kagome mira su atuendo. Una sencilla chaqueta premamá rosa con solapa para que pueda amamantar a Koushi sin problemas, unos leggings negros con bolsillos a los lados y un par de tenis blancos. ¿Parece una vagabunda o algo así? ¿Es eso?
No, puede que no esté bien vestida como normalmente, pero no puede ser eso. ¿Tal vez sea porque no lleva disfraz?
_¿Cómo llegaste aquí?_ pregunta una persona, pero arrastra las palabras y las alas falsas hasta la mitad adheridas a su disfraz no les hacen ningún favor.
_Uh... ¿caminé?_ Las cejas de Kagome se fruncen. Coloca una mano sobre su hijo y se aleja de esa persona, deben estar borrachos. ¿Por qué están todos ahí parados? ¿Está pasando algo? _Vamos, Koushi. De todos modos, ya pasó tu hora de dormir.
Koushi la mira pero no dice nada, no es que ella espere que él lo haga. Después de todo, sólo tiene tres meses. Aun así, para ser tan joven, parece saber más de lo que deja ver.
Son sus ojos. Tiene que ser eso.
Sus ojos son azules como los de su padre y su cabello es igual de blanco. Kagome deja escapar un suspiro. Por mucho que ame a sus amigos, ellos todavía piensan que se relacionó con InuYasha a pesar de que ha expresado que no ha visto a InuYasha en años. Para ellos, no hay forma de que ella quedara embarazada por su aventura de una noche, y debe haber vuelto a estar con su 'exnovio malo' una vez más.
No ayuda que ella y Satoru nunca intercambiaran números. O apellidos. Fue simplemente una noche increíble, escalofriante, y él se fue antes de que su cabeza tocara la almohada.
No es que ella esté resentida con él por eso. Él dejó claro que sólo quería la liberación y ella sólo quería olvidar el pasado. Lo que no anticipó fue que el condón fallaría... o que su implante también fallaría.
Kagome se sacude mentalmente mientras baja las escaleras. Ella se congela. La sangre mancha el suelo. Hay un lugar en medio de la estación que la gente parece evitar. ¿Qué diablos está pasando?
Mierda. Esto es malo. Realmente malo.
Lo último que quiere hacer es pelear mientras tiene un bebé. Y no es como si hubiera pensado en llevar su arco a la noche de cine en Ayumi's para Halloween. Lo mejor que puede manejar es tal vez una barrera alrededor de Koushi mientras ella lidia con lo que sea que esté pasando.
