Capítulo 4

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  Satoru tararea la melodía más desagradable que se le ocurre mientras entra a la sala de reuniones

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  Satoru tararea la melodía más desagradable que se le ocurre mientras entra a la sala de reuniones. Abre la puerta y agita la mano _¡Oye!_ saluda al grupo de brujos. Parece que la mayor parte de Jujutsu High y la escuela de Kyoto están aquí. No es sorprendente, considerando la mierda que pasó anoche.

  _¡Llegas tarde!_ Grita Utahime, mirándolo desde el otro lado de la habitación.

Satoru parpadea detrás de la venda de sus ojos. Utahime lleva su vestimenta normal. Túnicas tradicionales de sacerdotisa. ¿Kagome posee un par? Ella dijo que se crió en ese santuario, ¿tal vez? De cualquier manera, le encantaría ver a Kagome con ropa tradicional. Algo en su modestia y en saber lo que se esconde debajo le hace querer volver corriendo al santuario.

_¿Gojo-sensei?_ Pregunta Yuji.

_ ¿Eh? ¿Qué pasa?_ Sonríe a pesar de que preferiría estar de vuelta con Kagome y Koushi. Hay tantas cosas que quiere saber sobre su hijo. Tantas cosas que quiere preguntarle a Kagome. ¿A ella todavía le gusta que le tiren del pelo? ¿Quiere comprar todos los muebles nuevos para el nuevo apartamento? Está seguro de que lo conseguirán.

  _Llegas más tarde de lo habitual_ suspira Yaga, sacando a Satoru de sus cavilaciones _Pero ahora que todos están aquí, podemos discutir lo que pasó anoche.

_La pintura maldita todavía está ahí afuera_ dice Satoru, cruzándose de brazos. Se apoya contra la pared y opta por ponerse de pie _No estoy seguro de cuántos otros usuarios de maldiciones participaron en esto.

_Ese es el problema_ dice Yaga, apretando los puños _El ataque fue demasiado organizado. Es bueno que estuvieras cerca, aunque sospecho que debieron haber estado planeando que estuvieras ocupado.

Los demás asienten con la cabeza. La mandíbula de Nanami hace tictac. Ino deja escapar un suspiro. Los estudiantes de Kioto, menos Todo, parecen más nerviosos que sus alumnos. Yuta aprieta los puños mientras Maki se apoya contra él.

_Planearon sellarme_ admite Satoru. Un silencio desciende sobre la habitación antes de que estalle en un coro de confusión, siendo Yuji el más ruidoso _Algo estaba dentro de..._ aprieta los labios _Algo se apoderó del cuerpo de Suguru.

_¿QUÉ?

_¿Qué quieres decir con que algo se apoderó del cuerpo de Geto?_ Gakuganji dice con esa vieja voz ronca suya. Agarra su taza de té, porque siempre es té, y mira fijamente a Satoru.

   _Como dije_ Satoru se encoge de hombros _Le entregué el cuerpo de Suguru a los gemelos que acogió después de esa noche. Algo debe haberse apoderado del cuerpo antes de que pudieran cremarlo. Sea lo que sea. Quienquiera que haya sido, probablemente fue el autor intelectual. Los otros grados especiales siguieron su ejemplo.

  _Eso es... problemático_ murmura Yaga.

  _¿Eh, sensei?_ interviene Yuji. _¿Cómo pudieron sellarte?

UNA NOCHEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora