Salón Solitaire (Arlefuri)

2. Atrezo Preparado

- ¡¿Qué Neuvillette hizo qué?!

- Señorita Furina, por favor no se mueva mucho. - comenta Chiori la cual anda aplicando telas al traje que usaría la protagonista en su presentación - O podría clavarle un alfiler.

- Lo, lo siento... - la peliblanca aclara su garganta con la elegancia que le personificaba dirigiéndose hacia la mujer frente a ella. - Madanme Chevalmarine.

La mujer un tanto preocupada eleva su vista hacia la de aspecto joven la cual trataba a duras presentar una actitud fuerte.

Sin embargo esta teniendo gritos, no, chillidos internos.

- Su Señoría dijo que no había nada de malo en enviarle una invitación a ella.

- Puedo entender ese punto de vista, pero. - eleva una de sus manos para masajear su cien con clara indignación - ¿Por qué a mi nombre?

Chiori que se encontraba aplicando la vestimenta pudo darse cuenta como el cuerpo de la actriz se empezaba a tensar por lo que con un resplido volvió a hacer su trabajo.

- Talvez quiere... ¿mejorar las relaciones?

- Relaciónes en qué, todo está bien con esa persona.

- Señorita, la última vez que se encontraron lloró toda la no...

- ¡E–ESO ES MENTIRA! - empezó a exaltarse furina con claro nerviosismo sintiendo su cuerpo temblar de... ¿miedo? - YO, yo no estaba llorando, el gato me arañó así que yo entré y ¡AY!

- Se lo dije. - bufa la castaña sin intenciones de disculparse por haber pinchado la piel de la joven con el alfiler.

Ella había advertido lo que pasaría si se seguía moviendo, no era su culpa, bueno... talvez se encontraba un poco distraída por la conversación que estaban teniendo.

Sin duda alguna después de la sesión deberá contactarse con Chevruse, que puede ser mejor que una buena taza de té en el atardecer con tu amiga junto con buenos chismes que contarse entre ambas.

Nada, eso lo mejor.

Furina volvió a recomponerse por la gracia divina de ese alfiler - Pero porque a mi nombre. - volvió a repetir.

- Para mejorar relaciones. - Entró Navia de la nada al salón asustando a todas las presentes.

¿Qué tienen estas personas con entrar sin avisar?

- Eso ya me lo dijeron.

- Pero desde la perspectiva de su Señoría, tras lo ocurrido en Fontaine la gente debería arreglar sus diferencias. - la rubia llegó a sentarse junto a la mujer tomando los dulces que se encontraban en la mesita de centro - bueno, eso es lo que me dijo cuando me lo encontré frente a la entrada del Fuerte Meriope.

- ¿Qué hacía ahí?

- Supongo que mejorar relaciones con el Alcaide.

- ¿Otra vez se peleó con Wriothesley?

- ¿De nuevo? - el rostro de Navia exclamaba desconcierto - ¿Alguna vez se pelearon?

Furina calló de repente porque algo fuera de tema iba a salir de sus labios, de tan solo pensar como los encontró la última vez a ese par le hacía tener un poco de escalofríos.

- Vas a darte nuevamente con el alfiler y esta vez no será accidente, Señorita Furina - advierte la castaña con cierto cansancio en su voz.

Furina se disculpo entre voces soltando todo el aire de sus pulmones para poder relajarse.