Furina se encontraba abrumada por todo lo que había pasado. La oscuridad había empezado a adueñarse de las calles de Fontaine, y las farolas iluminaban el lugar con una luz que se teñía de un amargo amarillo en un camino borroso.
Sin embargo, no era el camino el que estaba borroso; eran las lágrimas queriendo escapar de sus ojos. - Tonta - susurraba Furina mientras avanzaba lentamente hacia su casa.
No tardó en darse cuenta de que tras ella caminaba una figura alta, que imponía respeto, quizás miedo para otras personas. Pero para la actriz era diferente; era fácil identificar el aura de una amiga.
- ¿Por qué me sigues, Clorinde? - preguntó Furina antes de llegar a su casa, dirigiéndose a la mujer tras ella, cuyo rostro reflejaba una expresión lejana a la seriedad; era preocupación.
- Vengo a explicarte algunos puntos.
- ¿Qué? ¿Tú también estás metida en todo esto?
- De cierta forma, pero es algo que deberías saber.
Furina estaba cansada y agotada después de la pelea que había tenido. No tenía ganas de discutir con la Verduga ni razón alguna para hacerlo. En ese momento no quería saber nada de lo ocurrido, pero sabía que no estaría tranquila hasta conocer algunas razones, incluso si no era Arlecchino quien se las estaba explicando.
Simplemente, una decepción.
La actriz asintió débilmente a la pelimorada, invitándola a entrar en su casa para poder hablar con calma, en silencio y sin el agobio del exterior. Tenía la intención de ofrecerle una taza de té, pero con todo lo ocurrido, era lo último que deseaba en esos momentos.
- Las intenciones de Arlecchino nunca fueron claras. - comenzó de repente Cloride.
Fue como si una piedra impactara directamente en su cara, siquiera un taza de té primero ¿no? Bueno, fue Furina misma quien se negó a hacerlo.
‐ Sabía que me ibas a hablar de ella, lo que me trae curiosidad es cómo sabes de todo esto.
- Las ví besarse. - Vamos de nuevo con ese mismo tema.
- ¿Y?
- Te vi salir de su casa justo cuando la visita ingresó.
- ¿Y?
- Conozco a Arlecchino desde hace mucho tiempo.
- ¿Y?
- También sé de su relación con Columbina.
- Quién es esa, ¿Y?
- Se la posible razón de porque se niega a aceptar lo tuyo.
Bien, había dado en el clavo y Clorinde lo había notado pues había soltado una pequeña risa mientras se cruzaba de brazos y recostaba su espalda en el sofá de la sala de Furina.
- Bien, tu ganas, cuéntame cuál es la dichosa historia de Arlecchino, solo no des tantas vuelvas y se directa, de igual manera no va a cambiar absolutamente nada.
Clorinde soltó un suspiro, justo en estos momentos deseaba un poco de té, Furina siempre suele invitarle uno y se preguntaba el porqué ahora no lo hace.
- Lo único que sé es que Arlecchino y Columbina han estado desarrollando alguna especie de relación durante varios meses en el pasado, sabes, ellas tienen el mismo trabajo, aunque nunca habían definido oficialmente su relación. - La actriz rodó los ojos y bufó molesta, pues está escuchando lo mismo que le ha estado pasando a ella. - Ambas sentían una fuerte atracción y han mantenido una relación no oficial, casi abierta, debido a sus responsabilidades dentro de los Fatui y la complejidad de sus vidas.
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Salón Solitaire (Arlefuri)
Fanfiction• "Mantén el control de tus emociones. La ira te vuelve impulsiva y la tristeza te hace vacilar. Decir aquello me hace quedar como idiota porque cuando estoy con ella, todo es incontrolable." -Arlecchino Donde Furina recibe constantemente los past...