Mis días con Max habían sido de lo más divertido, había días en los que preferimos quedarnos en casa a ver películas o jugar videojuegos y otros donde lo llevaba a conocer más de Miami. Me había divertido demasiado con el, me había llevado a algunas citas que nos habían servido para conocernos mejor.
Intentamos ser lo más discretos posible pero al segundo día Brett nos descubrió en la cocina después de que Max me robará un beso.
— ¿Tienes tu bikini? —me preguntó Max guardando algunas cosas en la maleta que llevaríamos ese día.
Pato estaba aburrido de no hacer nada así que propuso pasar el día en el yate que tenía aquí y todos aceptamos, incluso Ama nos acompañaría después de rogarle por un rato.
—No uso bikinis —negué rápidamente.
—Oh vamos —se sentó en la cama y me tomo de la cintura—. Sé que te vas a ver igual de hermosa que siempre.
—Maxie —lo agarre de las mejillas.
—Dime Emi —me dio un beso.
—Me gusta más Maxie —me senté a horcajadas de el.
— ¿Si te dije que me prende que me digas Emi? —murmuró y yo junte nuestros labios para que dejara de avergonzarme.
—No voy a usar un bikini... Emi —nuestras frentes estaban pegadas y sus brazos me sostenían de la cintura—. Si cuando uso blusas strapless los hombres me dicen de cosas no quiero imaginarme si me ven en bikini.
Tenía algunas malas experiencias por culpa de mi cuerpo y es que la mayoría de los hombres eran unos cerdos que no podían resistirse a sus instintos y me decían un sinfín de estupideces. La primera vez que me acosaron lloré a mares pero con el tiempo aprendí a ignorar esos comentarios y miradas.
—Si los hombres te voltean a ver yo les parto la cara —respondió con sencillez—. Y estoy seguro de que Pato me haría segundas.
—Pato ya lo ha hecho —confesé recordando la vez que un tipo me toqueteo en una de sus épocas en la F4, era mi primera vez en Francia y con solo catorce años había vivido uno de los sucesos más traumáticos.
—Me alegra —beso mi cuello—. Cualquier hombre que se atreva a tocarte sin tu consentimiento merece que le corten la mano.
Lo agarré del cuello para acercarlo a mi boca, estuvimos besándonos por un rato más hasta que Pato tocó la puerta de mi habitación con desesperación.
—Patricio... —me separé de Max cansada de oírlo—. ¿Qué chingados quieres?
Entro a mi habitación e hizo una mueca al encontrarnos así pero lo dejo pasar—. Wey, wey, wey... Cayó la ley.
— ¿De qué hablas?
Rodó los ojos—. Julián esta subiendo el elevador.
Sentí como se me bajaba la sangre—. No mames, no digas mentiras —me levanté rápidamente ignorando el mareo que me dio y me acomode el vestido blanco que me había puesto ese día.
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WILDEST DREAMS | MAX VERSTAPPEN
ФанфикWD | en donde dos almas gemelas se ven mediante sueños con la esperanza de reencontrarse en una de sus vidas. o en donde ximena y max sueñan con el otro sin saber que sus hilos están unidos.