Capítulo 6: El nuevo inquilino.

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Daniel se giró hacia mí de inmediato, y la otra persona en la habitación tampoco tardó en hacerlo. A pesar de ser una periodista competente, no me di cuenta de lo que estaba ocurriendo ante mis propios ojos. La otra persona era David, en quien confiaba. David había sido mi amigo desde que comencé a trabajar, y Daniel, mi novio. Tal vez debería haber prestado más atención a las advertencias de Thomas y no haber confiado tanto. 

"¿Puedes explicarme en dos minutos qué está pasando?" Pregunté. 

"¿La verdad?" Respondió Daniel. 

"Sí, por favor, la verdad." 

Entonces tomó la palabra: "He estado saliendo con David durante los últimos seis meses. Todos los momentos que compartimos fueron maravillosos, pero empecé a notar que nos estábamos distanciando. Sé que eso no es una excusa, y que debería haberte comunicado mis sentimientos. Lamento sinceramente haber causado este problema. Voy a recoger mis cosas y me iré. Lamento haberte lastimado." 

Ambos se fueron, y lo último que escuché de él fue un "lo siento" Estaba destrozada, pero no iba a llorar. No había llorado desde la muerte de mi madre, y le prometí a mi padre que sería fuerte y que no lloraría. 

Necesitaba relajarme, y una buena pizza podría ayudarme a hacerlo. En el salón seguía Hugo, a quien había olvidado por completo. Cuando me vio, se levantó.

"Lo siento por entrometerme, ¿cómo estás?" 

"Destrozada, pero no voy a permitir que esto afecte al caso." 

"¿Necesitas algo?" 

"Gracias, pero no es necesario. De momento, podemos descansar. Más tarde, quedaremos con Thomas e Isabel para conocer los resultados de tu muestra de sangre." 

"Perfecto. Ya es la hora de comer, ¿qué te gustaría? Puedo preparar unos espaguetis con pesto, se me dan bastante bien. Si quieres, puedo cocinar mientras tú descansas." 

"Deberías ser tú quien descanse, no yo. Haré la comida." 

"No." 

"¿Cómo qué no? Estás en mi casa, y aquí mando yo." 

"Demasiado tarde."

En ese momento, Hugo tomó las llaves y abrió la puerta. Iba a perseguirlo, pero tenía algo de razón, así que me dejé llevar por el cansancio y me tumbé en el sofá. No quería volver a recordar ese momento yendo a mi habitación.

***

No sabía dónde estaba el supermercado, pero me las arreglaría solo. Ya lo había hecho antes, así que no debería ser difícil. Nueva York era mucho más grande de lo que imaginaba, comparada con las noticias que veía en mi televisión. Había mucha gente por la calle, algunas iban tan rápido que ni siquiera se les veía la cara al pasar.

Cuando finalmente encontré el supermercado, me llevó un tiempo encontrar los ingredientes que necesitaba. Mi nivel de inglés era muy malo. Solo había tomado clases de inglés durante 3 años, y desde entonces no lo había utilizado mucho. Afortunadamente, llevaba mi teléfono conmigo y podía traducir algunas palabras. No tenía dólares, así que utilicé la tarjeta de crédito que había traído desde España.

Al regresar a la casa de Claire, noté que cada utensilio estaba en un lugar diferente al que estaba acostumbrado, pero sabía que tenía que hacerlo por ella. Recordé la primera vez que me rompieron el corazón, cuando tenía alrededor de 13 años. Me gustaba una chica que era una de las más populares de la clase. En ese momento, no tenía muchos amigos, pero sabía defenderme. A veces llegaba a la escuela con un ojo morado debido a las palizas de mi padre, pero decía que se debían a otra cosa para hacerme parecer interesante.

Un día, llegué a clase con un yeso en el brazo porque mi padre me había tirado al suelo y me había lastimado. La chica, Natalia, se acercó a mí, y pasamos la tarde y la noche hablando. Esto resultó en otra paliza de mi padre. Ella me ayudaba, y finalmente, fuimos al cine y tuvimos nuestro primer beso. Fue mi primer beso, y fue increíble.

Pasamos varias semanas haciendo tareas juntos, paseando por el parque, etc. Luego, una mañana de domingo, la vi con otro chico, Esteban, el matón de la clase. Me miraron, y sin decir una palabra, Esteban se acercó y me golpeó. Fue la primera vez que alguien más que mi padre me golpeó. Cuando caí al suelo, me susurró al oído que me alejara de ella. Fue la primera vez que lloré, porque siempre había sido fuerte, pero no pude soportar el dolor. Nunca olvidé esa historia, y aunque tres años no eran los mismos que unas pocas semanas de relación, intenté entender su dolor.

Necesitaba cocinar, y los espaguetis eran uno de los platos que mejor sabía hacer y se hacían rápidamente, lo que me daría tiempo para descansar. Todavía faltaba una hora para la comida, así que decidí sentarme en el sofá. Al lado del sofá, vi una estantería con libros. Todos estaban en inglés, y estaba a punto de abandonar mi búsqueda cuando vi uno que se llamaba "Donde los árboles cantan" y parecía interesante. Era hora de empezar a leer.

*** 

No sabía qué hora era. No sabía si había dormido durante 2, 3 o 7 horas. Lo primero que vi fue a Hugo en el sofá, llevaba unas gafas que le quedaban bien. Levantó la mirada del libro. 

"Buena siesta, ¿eh?"

"Sí. Por cierto, ¿qué hora es?"

"Son las 3. Es la hora perfecta para unos espaguetis."

Se levantó y puso el libro en la estantería. Cuando llegué a la mesa, todo estaba listo. Debo decir que los espaguetis estaban deliciosos, posiblemente los mejores que había probado.

Al principio, ninguno de nosotros habló, pero luego empezamos a conversar sobre acontecimientos graciosos y casi nos atragantamos con la comida varias veces. Después de comer, encontramos helados en el congelador y cada uno tomó uno antes de ver una serie en Netflix. Elegimos ver "La Casa de Papel"

Estábamos en el tercer episodio cuando mi teléfono sonó. Era Thomas.

"¿Qué sucede?" Pregunté.

"¿No te has dado cuenta de la hora? Habíamos quedado a las 5 y ahora son las 6."

"Oh, lo siento, no nos dimos cuenta. Estamos en camino." 

Rápidamente tomé el coche, conduciendo tan rápido que tuvimos suerte de que la policía no nos detuviera. Habíamos quedado en un laboratorio especial, aislado del resto de las unidades policiales, donde nos esperaban mi hermano e Isabel.

Isabel había analizado la sangre de Hugo.

"Bien, ahora que habéis llegado, puedo deciros que hemos encontrado algo que podría ser útil para avanzar en este caso." 

"¿Qué es?" Pregunté.

"En la sangre de Hugo, encontramos un rastro de un compuesto extraño que parece haberse formado debido a la adrenalina." 

¿Puedo confiar en ti?Where stories live. Discover now