Capítulo 2: El reencuentro.

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Me quedé asombrada después de ver a Thomas en la televisión. Nunca se encargaba de casos relacionados con terremotos, eso lo manejaba una unidad especializada. Además, se creía que se conocía la causa de la muerte de todas aquellas personas, o eso se creía. 

Por la tarde, lo llamé, pero como era de esperar, me contestó otra persona completamente diferente. Siempre estaba ocupado, y solo podía hablar con él en Navidad o en nuestros cumpleaños. Nuestra relación no era muy cercana, pero, ¿qué relación de hermanos lo es? Finalmente, decidí enviarle un correo: 

Hola Thomas, 

Sé que ha pasado mucho tiempo desde que nos vimos en persona y solo hablamos de cosas triviales, pero me encantaría volver a verte. Además, te vi en la televisión, y me gustaría que me contaras sobre tu nuevo caso o incluso trabajar contigo. Por favor, por favor, tú sabes cuánto deseo trabajar como periodista internacional. 

Muchos besos, 

Tu hermana favorita, Claire. 

 Supuse que tendría mucho trabajo, así que no esperaba ansiosamente su respuesta. Los demás días fueron ordinarios, excepto el viernes. Cuando me desperté, encontré una carta en la encimera, y era de Daniel. La abrí, y lo único que había dentro eran dos entradas para el parque de atracciones de Harry Potter en Orlando. Desde niña había deseado ir, pero nunca había tenido ni el dinero ni el tiempo para hacerlo. Era el momento perfecto para aprovechar la ocasión. Me divertí mucho ese día y olvidé por completo que le había enviado un mensaje a mi hermano. No recordé eso hasta que recibí su respuesta, una semana después. 

Hola Claire, 

Qué alegría volver a saber de ti después de Navidad. Me encantaría volver a verte a pesar de todo lo que ha ocurrido en estos años. Te espero el sábado en Mérida, España, así podrás ayudarme con mi español. Tendrás una sola oportunidad, aprovéchala. 

Un saludo, 

Thomas. 

No había noticias sobre Mérida en los medios, así que me pregunté por qué tenía que ir allí. Hacía años que no hablaba español, pero aún así confiaba en poder ayudar a mi hermano. El avión despegó a las 5 de la mañana, y después de 12 horas de viaje, finalmente llegué a Mérida. Había visitado España anteriormente en un viaje de fin de curso, pero nunca había estado en esa ciudad. Era preciosa gracias a su arquitectura romana, aunque el calor del verano resultaba sofocante.  

Quedamos en un bar para merendar, y cuando llegué, Thomas ya estaba sentado en una mesa para dos. A pesar de ser cinco años mayor que yo, siempre parecía más joven con sus hoyuelos, su pelo rubio peinado al estilo de los futbolistas actuales y sus ojos azules. Era idéntico a mi madre. 

"¿Cómo te va?" Le pregunté. 

"Bien, igual que siempre, me pagan poco y trabajo mucho. Por eso me gustaría trabajar como tu compañera, aunque sea gratis." 

"Primero, debes saber que, a pesar de tu deseo de ser una gran periodista internacional, por el momento no podrás publicar nada, ya que perjudicaría la investigación. ¿Estás de acuerdo con eso?" 

"Sí, ¿pero puedo grabar cosas y, cuando termine todo, publicarlas, no?" 

"Sí, pero antes de publicar algo, primero me lo tendrás que mostrar a mí." 

"Acepto el trato. Cuéntame de qué va el caso en el que estás involucrado." 

"Aquí no. Hay demasiada gente, y podrían estar escuchándonos." 

 Me sentía como si estuviéramos en un mundo secreto, algo que nadie más podía saber, excepto nosotros, lo cual me resultaba incómodo debido a mi trabajo. Fuimos a un hotel donde tenía una habitación reservada, y comenzó a contarme la verdad sobre el caso. 

"Si has visto las noticias, habrás notado que están hablando sobre un terremoto en Aardbewing, un pueblo de África con alrededor de 50 habitantes. Según las noticias, han muerto unas 10 personas, pero me han informado que en realidad fueron 50. La población entera." 

Me quedé asombrada. ¿Cómo podían haber muerto todos los habitantes de un pueblo por un terremoto? Yo no sabía mucho de geología, pero supuse que solo debería haber causado algunos daños. Thomas continuó contando detalles sobre la investigación, a pesar de mi cara de asombro. 

"Pero aún no sabes por qué me llamaron. Al investigar, la mayoría de los cuerpos no presentaban daños por aplastamiento, lo cual es lo más común en estos casos de derrumbes debido a la onda expansiva. En cambio, parece que hubo un asesinato múltiple." 

"Es imposible matar a 50 personas a la vez, ¿no?" 

"Si, por eso se sospecha que se mataron entre ellos, pero no hay una causa clara." 

"Entonces, ¿qué hacemos aquí?" 

"Esperar, ya que me han informado de que habrá otro incidente en España, aunque no sabemos dónde. Podría ser aquí mismo. Pero tendremos que arriesgarnos." 

No podía creerlo. Era uno de los casos más extraños que había escuchado, y el hecho de que el CSI no lo hubiera resuelto era preocupante. ¿Quién sabía cuántas más personas iban a morir y dónde? Tantas familias felices y de repente, todo se desmorona en una noche, como si no importara. Si alguien estaba al mando de esto, no tenía sentimientos. 

Finalmente, nos fuimos a dormir después de varias horas de conversación. Además de hablar del caso, compartimos otros detalles sobre el trabajo y un poco de nuestra vida personal. Supe que estaba saliendo con una chica llamada Isabel. La conoció hace cuatro años en un caso en España, y desde entonces le ofrecieron un trabajo en Nueva York, y continuaron en contacto. Sinceramente, no entendía por qué me dejó ir si Isabel hablaba perfectamente español, pero decidí no hacer preguntas. 

No sabíamos que esa sería una de las primeras noches en las que descansaríamos menos de cinco horas.

¿Puedo confiar en ti?Where stories live. Discover now