(Este es el punto de vista de Makoto)
Por ahora, regalémosle algo una vez para calmar este sentimiento negativo.
No pasó mucho tiempo para que se le ocurriera una idea para el regalo.
Mai usualmente recogía su cabello negro y liso. La goma que usaba para atar su cabello era simple y no particularmente decorada. Así, pronto decidí que sería apropiado regalarle algún tipo de accesorio para el cabello.
Considerando los colores de la ropa de Mai y los colores que le gustan, decidí que los colores primarios serían los más adecuados. Pero al contrario de todo eso, lo que compré fue un coletero negro.
Imaginé que su encaje aireado y ondeante combinaría bien con la piel de Mai. Pero a Mai en realidad no le gustaba el negro. Prefería tonos limpios y vivos.
Pero aún así, llegué a la conclusión de que el coletero que encontré le vendría bien a Mai.
Después de reflexionar un rato, finalmente compré el coletero negro.
Ojalá se lo hubiera dado tal como estaba. Pero en lugar de dárselo, lo dejé intacto en el cajón durante mucho tiempo.
Aunque hubiera sido suficiente decir que era un agradecimiento por los bentos, todavía no pude hacerlo ni siquiera al día siguiente, al día siguiente, y así sucesivamente. No es que nunca le hubiera dado nada a Mai. Normalmente le daba un regalo de cumpleaños porque mis padres harían un escándalo si no lo hacía.
Pero incluso cuando pienso en cómo había dado esos regalos en aquel entonces, el recuerdo se volvió débil y no podía recordarlo. Así, me di cuenta de que ah, hasta ahora, se los había estado dando a medias. No lo recordaba porque no era algo que tuviera que recordar.
