Aunque mi hermano no fue el anfitrión del Death Game, no dejé de cocinar. Se ha convertido en un hábito y hay muchas ocasiones en las que solo quiero comerme una galleta, hornearla y dársela a mi hermano.
"¿divertido?"
Y luego, en la mañana de un día festivo. No tenía ganas de almorzar, pero quería algo dulce, así que mi hermano me persiguió cuando fui a la tienda. Cuando estaba a punto de comprar ingredientes y hacer un pastel en la cocina, mi hermano se acercó a mí. no interesado.
A mi hermano no le interesa cocinar. Sé que le va bien en economía doméstica y, a menudo, ayuda a sus padres a cocinar. Incluso cuando cocino, no parece que lo disfrute en lo más mínimo. En la superficie, sonríe y dice a quienes lo rodean: "Cocinar es divertido", pero creo que probablemente le guste cortar pescado y carne y extraer sangre. De lo contrario, no tratarían así a los insectos.
Aunque mi hermano ha perdido todo interés en la comida casera y los dulces, hoy estaba parado a mi lado, mirándome atentamente.
"Es divertido, pero ¿qué...? ¿No sé cómo saborear la compota de manzana...?"
Lo que voy a hacer hoy es una tarta de manzana con mucha canela. Mañana tendremos una gran comida llena de sorpresas, así que hoy no haré nada innecesario que os pille desprevenidos. Y no hago demasiado porque quiero comerlo rápido. El tamaño de la porción es perfecto.
"Hablas de la gente como si fuera mala. Entonces, ¿qué tipo de tela es esta?"
"Está encima de la tarta de manzana..."
"Algo con forma de barra paralela".
Mi hermano tomó un cuchillo que estaba cerca. El cuchillo apunta correctamente a la masa y, aunque no uso regla, las líneas se dibujan de manera uniforme y suave.
Soy muy consciente de que la cabeza de mi hermano no es normal. Hasta ahora era una persona naturalmente amante de la diversión que asesinaba gente por placer, pero poco a poco ha adquirido el tipo de persona que coopera con las investigaciones incluso estando en prisión y que digiere con su estómago a las personas que no le agradan. .
"¿Estás tratando de comer humanos?"
“¿No aprendiste en economía doméstica que no debes meterte con personas que tienen cuchillos?”
Makoto responde como si realmente no le importara, pero me siento incómodo cuando actúa como una persona normal. Probablemente tengan valores que distan mucho de lo normal. Justo cuando todavía desconfiaba de mis dudas, mi hermano se volvió hacia mí, todavía sosteniendo un cuchillo de cocina.
"Cuando trato de ser normal, me miran raro".
"No, no creo que a ella le guste ese tipo de cosas, así que me pregunto de qué se trata. Si Yukari de repente se despertara con una banda de rock o algo así un día, tendría una sensación de crisis que tocaría la campana de Nochevieja."
Yukari-chan no es buena para los ruidos fuertes. Las luces parpadeantes tampoco sirven. Quizás tampoco me guste la luz intensa. Inmediatamente salto de sorpresa. Parece que los Mokugyo son bastante estrictos cuando están cerca, y los tipo Bell están fuera de discusión, por lo que vienen a refugiarse en mi casa cada día de Año Nuevo. Cuando dice: "¡Me encantan los sonidos fuertes!" y saca fuegos artificiales de mano, siento una sensación de crisis.
"No quiero poder vivir una vida normal".
De repente, mi hermano me miró con una mirada burlona. Creí reírme, pero entonces mis ojos se posaron en la manzana.
"También es culpa de Mai."
"qué"
"Mai es así".
Es difícil de entender porque no hay tema. No, es bastante imposible entender los pensamientos de este hermano mayor...
"Bueno, eventualmente deberías arrepentirte. Habrías sido feliz si lo hubieras dejado pasar, pero fuiste tú quien apretó el gatillo".
Mi hermano cortó con cuidado la masa del pastel en trozos, luego rápidamente emplató el pastel y lo metió en el horno. Cuando comencé a limpiar y me sorprendió, busqué el calendario en la cocina.
"Ahora que lo pienso, ¿tú y tus padres van a salir a pasar un día libre?"
"Esa es la peor manera de decirlo".
"Porque sólo puedo describirlo como despreocupado. Dejé a los dos humanos en casa y salí".
Mi hermano comienza a lavarse las manos sin ocultar su malestar y dice: "Tengo las manos pegajosas de azúcar". Pasé a limpiar, incapaz de captar los pensamientos de mi hermano.
