Jardín de amapolas

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Los últimos meses de mi estancia  mis amigos de juegos y yo nos tuvimos que separar, Taylor tuvo que irse para realizar unos negocios y Sara partió con sus padres a su ciudad natal donde pasaría la temporada.

Estaba de nuevo sola pero está vez no me iba a quedar en casa, un día llegó una invitación para asistir a un baile que no estába lejos de la mansión así que decidí ir, esa noche de verdad me esmere en mi apariencia no por el código de vestimenta o algo parecido, solo que me sentía muy bien y quería verme lo más hermosa que pudiera

-ojalá no lo hubiera  hecho.- susurro Penélope.

Cuando llegue vi una hermosa mansión, aunque creí que sería igual que los demás bailes pero este tenía algo un poco peculiar en ese  inundaba la alegría y notablemente no había mayores o parejas casadas solo asistíamos jóvenes solteros.

Cuando me senté a conversar y jugar con algunas señoritas me enteré que ese baile se realizaba una vez al año y solo se invitaban a los y las jóvenes solteras para convivir sin estar atados a las reglas de sociedad.
Podías coquetear y conocer nuevas amistades sin que un solo gesto te condenará a casarte o establecer tu estatus.

Estaba jugando con un grupo de damas y caballeros donde al perder se tenía que beber, claramente después de perder 5 rondas mi juicio se fue nublando así que me levanté de ahí.

Todos estaban reunidos en el gran salón ya un poco felices por no decir ahogados en el alcohol.

Para aliviar un poco mi malestar decidí caminar por la mansión mientras veía las hermosas obras de arte. Hasta que llegue a un punto tan alejado de la mansión donde las risas y platicas no se escuchaban solo se escuchaba la música animada.

Aún me sentía mareada así que decidí caminar un poco más, seguí caminando hasta entrar a un pasillo oscuro, cuando salí de aquella oscuridad me encontré con un maravilloso jardín lleno de amapolas, era tan bonito que me tumbe entre las flores y mire el cielo por un momento, las estrellas se veían increíblemente resplandecientes. Después de unos minutos me levanté para seguir paseando por el jardín era tan hermoso y yo estaba tan borracha que me azote contra el suelo al tropezar con algo.

-Auch!!-

-ohw !!-

Se exclamó al unísono.

Aún en el suelo voltee a ver de dónde provenia aquel quejido al parecer había tropezado con un hombre que estaba acostado viendo el cielo.

-Oh dios mío!! Perdoneme no lo vi, lo lastime?!-

Me sorprendio cuando esté solo se carcajeo de una manera tan ruidosa.

Me quedé perpleja por un momento hasta que su sonora risa me saco del trance y me hizo reír junto con el.

X.  - Lo siento por reírme señorita pero la forma en que cayó fue demasiado jajaja!!! hay...  -

Después de unos segundos en calmarnos aún sentados en el pasto me di cuenta de su apariencia observé su pelo café, su tez blanca y sus peculiares ojos, uno color cafe y el otro azul.

Cuando se dio cuenta  su cara de alegría se torno fría y de alguna manera oscura.

La verdad entendía el por qué de su reacción normalmente ese tipo de   características físicas te convertía en algo distinto, algo que la  sociedad dictaba como erróneo, algo que no encaja.

Una sonrisa apareció de repente en mi cara.

- Le pido disculpas de nuevo y permítame ser inapropiada por primera vez en mi vida.

Sus ojos son lo más exóticos y hermosos que jamás he visto -

X : - ¿Esa es su primera impresion sobre mi?
Si es así entonces permítame decirle mi primera impresion sobre usted, es que es rara. -

Y en un murmullo imperceptible

-Y también... presa fácil -

Dijo con una  sonrisa

- Nadie me había dicho algo así antes señorita, mis facciones no son bien recibidas en la sociedad creo que eso ya debería saberlo.-

- Le dire sr. Que si a la sociedad no le gusta que se joda - (Estába perdidame borracha).

El joven que estaba delante de mi no emitio ninguna  palabra y su cara no mostró expresión alguna, después esa cara se volvió en una mueca astuta.

- Mmm Señorita...?-

- Penélope, mi nombre es Penélope-

- Mi nombre es César, me concedería este baile?-

Una canción lenta estaba sonando a lo lejos. Estaba sola con un extraño y con el juicio nublado.

Y mi cabeza solo pensó ¿por qué carajos no?

-Me encantaría -

¿Estúpida no?

El se acercó para bailar, el baile se sentía de alguna forma incorrecta, cuando la canción termino el no me soltó si no que me acercó más a el, cuando le iba a decir que me soltara, el metió su cara en mi cuello y lamió  mi clavícula.

Lo avente con todas mis fuerzas y el retrocedió me miró a los ojos y al mismo tiempo lamió sus labios.

- Eres mi próximo juguete -

Se dio la vuelta y se fue por aquel pasillo oscuro.

Dejándome con un horrible sentimiento de asco y culpa.

Creí que sería todo, que era la última vez que lo vería.

Que equivocada estaba.

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⏰ Última actualización: May 06 ⏰

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