Antes de que se diera cuenta de lo que había pasado, el cuerpo de Emily estaba tendiendo en el suelo, inmóvil, y ella tenía la roca en la mano.
Impactada por lo que sabía que acababa de hacer, lanzó la roca a un lado con un grito y, asustada, se acercó al cuerpo tendido.
-Emily, perdona. No quería hacerte nada. Solo levántate- le dijo, aproximándose poco a poco.
Pero, para cuando llegó a ella, tocando su hombro, su amiga no reaccionó.
-Venga. No me hagas esto. Tienes que levantarte- le volvió a insistir, notando como su voz se quebraba y las lágrimas le llegaban a los ojos.
No. Aquello no podía estar pasando. Ella no quería hacerle nada malo. Solo quería detenerla. Pero ese no era el final que quería.¿Por qué? ¿Por qué había tenido que pasar eso?
-¡Vamos, Emily! ¡Tienes que levantarte!- le gritó de nuevo.
Pero, como en la ocasión anterior, la joven no reaccionó en absoluto.
Con sus nervios, ni siquiera estaba notando que había comenzado a manar sangre de la cabeza. Para cuando se percató de eso, la s lágrimas estaban corriendo por sus mejillas de forma incontrolable.-¡Emily, por favor! ¡No me hagas esto!- le rogó.
Pero, de nuevo, no hubo movimiento alguno.
Miró a su alrededor, pero el parque seguía tan vacío como cuando ambas habían estado hablando.
No había a quién pedir ayuda. No había nadie que las pudiera socorrer.
"La has matado", comentó una voz en su mente, congelándola en el lugar." La has matado y, cuando todo el mundo lo sepa, tu vida estará arruinada. No importa lo que digas. A nadie le importará porque has matado a Emily, a la que todos aman".
Jane comenzó a negar con la cabeza.
-No. No lo he hecho a propósito. Emily, por favor, tienes que levantarte. Venga.
Pero la joven solo seguía sangrando en el suelo.
"Si los demás se enteran, estarás pérdida. No puedes dejarla aquí".
Y Jane asintió, sabiendo que tenía razón.
Incluso aunque aquello hubiera sido un accidente, las culpas recaerían sobre ella. Daba igual lo mucho que se hubiera esforzado en los estudios, todos la señalarían como una criminal. Lo más seguro era que fuera enviada a prisión.
¿Por qué? ¿Por qué tenía que pasar por eso solo porque Emily se negó a escucharla? ¡Era injusto!
Viendo como el cuerpo no se movía, se dijo que tenía que hacer algo con ella antes de que alguien llegara hasta allí, así que, tomándola de los brazos, empezó a arrastrarla, alejándola del lugar tan visible, llevándola hacia el montón de basura que no quedaba tan lejos de allí.
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Dientes
HorrorUna vida puede cambiar muy rápido. Y de las formas más inusuales La vida de Jane empezó a cambiar por un simple dolor de dientes Pero, cuando los cambios empiezan, ¿quién los puede parar o controlar? Una joven que no le gustaría estar viviendo lo qu...