Pequeña Curiosa

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Anoche cerré la puerta del final del pasillo, me di una ducha y me fui a dormir, el cansancio me hizo ver cosas, o de eso me convencí

- Krisi
Laia agita su mano frente a mi cara para llamar mi atención

- mmm
Digo con los panqueques en la boca y observandola

- Estás rara, ¿Pasa algo?

Me dice tomando un sorbo de su café

- Anoche paso algo
Digo terminando mi desayuno y limpiandome las manos

- ¿ Que cosa ?
Pregunta poniendo cara extrañada

- Ví dos pequeñas... Eran como luces, en la parte atrás de la casa en el medio bosque
Digo

- Mmm
Dice levantando su dedo índice terminado de dijerir

- Son luces del campamento
Dice

- Son unos palos que tiene una luz que se prenden y apagan cada debido tiempo, es para que encuentres las cabañas
Continua

- Como lo sabes?
Le pregunto

- Cuando me levanté a preparar el desayuno, estaba un folleto del campamento en esta mesa, que explicaba eso. Se prenden solo por las noches
Termina

Eso lo explica todo, las luces en el oscuro, más el cansancio del viaje me jugaron una mala pasada.

- Pensé que la paranoica era yo
Me dice Laia divertida

- ja ja
Digo

- Me voy a caminar un momento
Digo poniéndome de pie para caminar hacia la puerta trasera

- Está frío afuera
Me dice Laia

Volteo mi vista a ella y miro si en el lugar hay algo que pueda llevar, no tengo ganas de subir las escaleras por un abrigo

- En el sofá hay un abrigo
Me dice mi amiga tomando un sorbo de su café

Me acerco al mismo y si, hay un saco rojo muy llamativo.
Lo tomo, paso mis brazos por el mismo, me amarro la tira que trae a la cintura y me coloco la gran capucha que tiene

- Que hermosa, resalta tus curvas
Dice mi amiga observandome

No tengo el gran físico, pero si algo me queda bien es el color rojo.
Es un saco largo casi parece vestido, me llega a las rodillas, tiene un cinturón, que me lo ate a la cintura y una gran capucha. Me gusta.
Soy de baja estatura, y tengo mi pelo negro suelto que me llega hasta un poco más de abajo de los pechos, mi pelo esta a ambos lados de mi cara para que me quede mejor la capucha del saco.

- Me voy, ahora vuelvo
Digo despidiendome de mi amiga

- Adiós, cuídate

Camino hacia el pasillo y abro la puerta de atrás.

El frío me pega de lleno, que no puedo evitar soltar un suspiro. Cierro la puerta tras de mi y comienzo a caminar hacia el bosque.

Es un lindo lugar, puedo escuchar a los pájaros cantar y ver una que otra ardilla mientras camino.
Me adentro mas en el bosque y estoy rodeada de altos pinos que impiden bastante la luz del sol. Por lo que me agarra más frío.

!!**¡¡

Otra vez ese sonido a ramas
Miro a mi alrededor y para mí sorpresa encuentro al causante del ruido.
Unos conejos en el tronco de un árbol.

Me acerco despacio y puedo observarlos, son color marrón claro y no es uno, son 3.

Narrador Anónimo

Te Atrapé...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora